Los ajustes dentro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reabrieron viejas heridas. Estudiantes, profesores y trabajadores de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) alzaron la voz para exhibir el abandono en el que se encuentra sumergido el plantel educativo desde hace varias décadas. Los inconformes afirman que las condiciones laborales son precarias y a diario batallan con la falta de recursos.
Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).- El año inició con reclamos hacia el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), luego de que a finales de 2021 el secretario administrativo de la institución, Pedro Velázquez Beltrán, emitiera una circular en la que anunciaba que en 2022 “no podrá convocarse a laborar a ninguna persona que haya estado contratada como personal eventual al 31 de diciembre de 2021″, una medida que sería matizada días después.
No obstante, el documento cayó como un balde de agua fría dentro de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), una institución educativa que —como han reconocido las propias autoridades culturales— ha estado en abandono durante décadas. La circular dio pauta a una serie de denuncias por parte de los estudiantes y trabajadores que reclamaron la precarización al interior del plantel educativo. El miércoles 5 de enero las protestas se extendieron hasta la sede del INAH.
Hilario Topete, director de la Escuela, respondió al documento del 29 de diciembre pasado por medio de un escrito dirigido a Diego Prieto, director general del INAH, en el que indicaba que la no recontratación de los trabajadores eventuales provocaría el parálisis de las actividades como la celebración de exámenes profesionales, el proceso de nuevos ingresos a licenciaturas, así como la preparación de cursos de capacitación a docentes.
La comunidad de la ENAH se sumó a su vez a la exigencia de asegurar la contratación de todo el personal eventual y en Twitter posicionó el hashtag #YodefiendoalaENAH. Aunque extendió sus demandas a contar con mayor presupuesto para este escuela y mejores condiciones al interior del plantel y hacia los profesores de asignatura, remunerados a través de un esquema horas por semana, quienes representan el grueso de la plantilla docente, un modo de contratación que —señalaron— precariza su labor.
Finalmente, el pasado 2 de enero, el INAH matizó su comunicado y aseguró que su personal eventual, incluido el adscrito a la ENAH, sí será recontratado para 2022 y no habrá recortes, aunque indicó que no están autorizadas las nuevas contrataciones.
“La Secretaría de Cultura y el INAH reiteran que las trabajadoras y los trabajadores eventuales que laboraron en el año 2021, cuyas funciones y tareas están plenamente justificadas y apegadas a los encargos sociales del INAH, serán recontratados en este 2022”, detalló el INAH en un comunicado.
#Comunicado
En relación a la circular interna emitida por la Secretaría Administrativa del INAH, la cual fue hecha pública en algunas cuentas de redes sociales y retomada en diversos medios de comunicación, @cultura_mx y el INAH, precisan: pic.twitter.com/nIzbpcIrXz— INAHmx (@INAHmx) January 3, 2022
No obstante, esto no ha frenado los reclamos. Tan sólo este miércoles estudiantes, profesores y trabajadores de la ENAH se manifestaron frente a las instalaciones del INAH para tomarle la palabra al Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien este semana señaló que si la escuela requería un mayor presupuesto lo tendría.
«Tenemos que seguir ahorrando para que el presupuesto le llegue a la gente que más lo necesita. Por ejemplo, estás hablando de la Escuela de Antropología e Historia. Si hace falta apoyos económicos, los van a haber. (El Instituto de) Antropología tiene ahora un presupuesto mayor», fueron las palabras del Presidente el pasado 3 de enero, luego de que iniciara la escalada del conflicto.
La comunidad del ENAH respondió al Presidente y afuera de las instalaciones del INAH le dijo:
“Presidente Andrés Manuel López Obrador, le tomamos la palabra ante lo dicho en la conferencia del 3 de enero. La ENAH sí necesita más recursos presupuestales de forma urgente. Se requieren mejores instalaciones, apoyo para la investigación y la publicación, becas y viáticos para el estudio y las prácticas de campo, significación laboral de cerca del 60 por ciento del personal que trabaja en la ENAH, entre trabajadores y docentes”.
EL PRESUPUESTO EN EL INAH
«El presupuesto actual para el Instituto (Nacional de Antropología e Historia) rebasa los 4 mil millones de pesos, mientras que el año pasado fue de alrededor de 3 mil 900 millones de pesos, entonces sí hay un aumento del presupuesto, y eso está decidido por la Cámara de Diputados. Ahora, la gente está en facultad de creer o no creer. Si quieren seguir manifestándose están en todo su derecho. Algunos pueden creer a Diego Prieto y otros pueden no creerle, ese no es el punto. El punto tiene que ver con los hechos», respondió Diego Prieto al diario El País al ser cuestionado sobre la falta de presupuesto al interior del INAH.
De acuerdo con lo aprobado el año pasado por la Cámara de Diputados, este institución dependiente de la Secretaria de Cultura, la cual preside Alejandra Frausto Guerrero, cuenta con 4 mil 11 millones 157 mil 57 pesos, casi una tercera parte de los 15 mil millones que fueron otorgados a la dependencia federal.
El monto dado al INAH para este 2022 es superior en un 5 por ciento a los que se destinó en 2021 (3 mil 820 millones de pesos), único año —de los tres de esta administración— en el que hubo un recorte presupuestal derivado de la pandemia por la COVID-19. En ese sentido, el propio Prieto dijo a El País que en ese año «sí hubo un recorte, no severo, severísimo […] Nos redujeron hasta un 70 por ciento los gastos en el Capítulo 3.000. En un año en que al mismo tiempo los ingresos autogenerados del INAH se vinieron al suelo porque se tuvieron que cerrar todos los museos y zonas arqueológicas del Instituto. Estábamos en confinamiento. Ahí sí hubo un recorte muy drástico, acompañado de una disposición expresa para no despedir a nadie».
En la charla con el diario español dijo que fue gracias a una ampliación presupuestaria que pudieron cerrar el año 2020. El director del INAH reconoció además que el abandono del ENAH no es un tema que se remita a su administración, sino que es una problemática que ha persistido durante décadas: «yo tengo que hacerme cargo de problemas de décadas, fueron décadas de desatención a la escuela. Vamos a atenderlos, pero estos problemas tienen un sentido estructural y no se le pueden atribuir totalmente a la administración actual».
DEMANDAN MÁS RECURSOS
Las problemáticas que han acompañado al instituto durante décadas de desantención fueron las que estallaron este miércoles en el marco de las protestas que los estudiantes de la ENAH llevaron hasta las instalaciones del INAH, donde por medio de pintas, pancartas y consignas reclamaron el abandono en el que se encuentra sumergido este plantel educativo.
Los inconformes exigieron la renuncia de Diego Prieto, director del INAH, un mayor presupuesto para la ENAH, certeza laboral para el personal y profesores contratados bajo el estatus de “personal eventual” y mejoras en las instalaciones.
Pese a que Diego Prieto aseguró que los contratos del personal eventual estarían listos a partir del 7 de enero para finalmente ser firmados el próximo 10 de enero, la comunidad del ENAH aseguró que la medida no atiende de fondo la problemática.
“La ENAH enfrenta una de las más grandes batallas de su historia, sumergida en una permanente crisis presupuestal causada por un abandono institucional”, señalaron los manifestantes.
Luego de más de cuatro horas de protesta frente a las instalaciones del INAH, los manifestantes se dirigieron hasta el Ángel de la Independencia en donde cerraron a la circulación los carriles centrales de Paseo de la Reforma, y posteriormente, realizaron pintas sobre el monumento que había sido reabierto apenas el pasado mes de septiembre, luego de haber permanecido casi dos años.
Tras los hechos, el INAH emitió un comunicado para expresar su rechazo por las pintas realizas en el Ángel de la Independencia, las cuales calificó como “actos vandálicos”.
“El Instituto Nacional de Antropología e Historia condena enérgicamente los actos vandálicos perpetrados en contra del Ángel de la Independencia, un monumento de enorme valor histórico y entrañable para todos los mexicanos”.