Perdida, la cinta mexicana dirigida por Jorge Michel Grau que apuesta por el suspense

06/01/2020 - 10:23 pm

El argumento del filme se basa en un triángulo amoroso, en el que Éric, interpretado por José María de Tavira, es un director de orquesta que un día descubre que su esposa lo ha abandonado sin dejar rastro.

México, 6 de enero (EFE).- La cinta mexicana Perdida, del director Jorge Michel Grau, fue presentada oficialmente este lunes con el objetivo de convertirse en un taquillazo en el país gracias a un estilo nada habitual en el cine local: el suspense en su máxima expresión.

«Es un género que pocas veces se hace aquí, por lo que hay muchas expectativas», explicó Luis Fernando Peña, uno de los actores que intervienen en la película con el papel de un policía que investiga la desaparición de una de las protagonistas de la historia.

El argumento del filme, que se estrenará el próximo viernes en decenas de salas del país, se basa en un triángulo amoroso, en el que Éric, interpretado por José María de Tavira, es un director de orquesta que un día descubre que su esposa, Carolina (Paulina Dávila), lo ha abandonado sin dejar rastro.

Al enterarse de ello, el protagonista escapa a una cantina, donde conoce a Fabiana (encarnada por Cristina Rodlo), camarera, y con quien comienza una apasionada relación.

A partir de este momento, se suceden una serie de fenómenos extraños en la casa del músico, que son percibidos por Fabiana, y que provocan que el público se vaya introduciendo en el argumento.

Perdida muestra un discurso trepidante, con constantes flashback, que permiten comprender el porqué de la trama.

La intriga desemboca en un final sorprendente, inusual, que permite a la audiencia plantearse preguntas y sacar sus propias conclusiones.

Perdida es «una película de pasiones, de lados oscuros», indicó, por su parte, Grau. De hecho, no se representan unos personajes monolíticos, no hay ni buenos ni malos.

El protagonista masculino (el director de orquesta) «está tan fascinado con las dulces mieles de su ego que no se da cuenta de lo que está ocurriendo a su alrededor y lo que provocan ciertas decisiones suyas», describió Grau.

El personaje de Fabiana, en cambio, se constituye como un personaje que, «de pronto, se siente deslumbrada por la jaula de oro, la casa y la vida (de su amante), así como por las nuevas experiencias que ella nunca antes había vivido».

El proyecto de Perdida llegó a las manos de Jorge Michel Grau hace un par de años, a propuesta de la productora colombiana Dynamo.

El objetivo era realizar un trabajo en México inspirado en el thriller La cara oculta (2011), de Andrés Baíz estrenado en Colombia.

Son «dos películas distintas, pero con un mismo hilo conductor», confirmó la actriz Paulina Dávila, ya que, aunque existen elementos en común, se constituyen como dos producciones realizadas en países y contextos diferentes.

Perdida es, por tanto, «una apuesta nueva, arriesgada e interesante», añadió.

«Me puse como regla hacer una película muy sofisticada, muy elegante, y los personajes son así», complementó el director, algo que también se ha visto en «la puesta en cámara».

En Perdida se han utilizado muchos elementos simbólicos, basados en la utilización de reflejos o el uso del agua, que se alza como un efecto relevante a lo largo de todo el argumento. Incluso, «la casa es un personaje más dentro de la historia», explicó.

Además, durante la película existen menciones a la política mexicana de las últimas décadas, a través de algunos acontecimientos acaecidos durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), entre otros ejemplos.

Grau es un director mexicano que saltó a la fama tras dirigir Somos lo que hay (2010). Esta nueva película, Perdida, es el quinto trabajo de su carrera.

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