Pyongyang dice haber realizado “con éxito” una prueba con una bomba de hidrógeno (bomba H). Esto podría acercar a los científicos e ingenieros a su objetivo de construir una ojiva lo suficientemente pequeña como para formar parte de un misil que pueda llegar a territorio continental estadounidense. El mundo ha lanzado condenas al gobierno del dictador Kim Jong Un, mientras algunos especialistas ponen en duda su “logro”: creen que era una prueba atómica, cuya magnitud es menor.
Por Foster Klug
SEUL, Corea del Sur/ Naciones Unidas (AP) — Poco después de que la tierra se remeciera en las proximidades de su centro de pruebas nucleares, Corea del Norte anunció a bombo y platillo su primera prueba con una bomba de hidrógeno, un potente artefacto al que llamó «bomba H de justicia» que podría suponer un importante e imprevisto avance para su limitado arsenal nuclear.
El anuncio de Pyongyang del miércoles fue recibido con un amplio escepticismo en todo el mundo, pero sea lo que fuera que haya detonado Corea del Norte en su cuarto ensayo nuclear, el empobrecido y desafiante país podría enfrentar otra dura ronda de sanciones.
El Consejo de Seguridad de la ONU informó hoy que celebrará una reunión de emergencia, a puerta cerrada, para analizar la situación creada por el ensayo nuclear, dijeron a Efe fuentes de ese órgano de Naciones Unidas.
La reunión se llevará a cabo las 11.00 hora local, añadieron las fuentes. Se informó que la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU fue solicitada por Japón, país que se sumó este año a ese órgano de Naciones Unidas, así como por Estados Unidos, que tiene un asiento permanente en el consejo.
Según datos de la ONU, se trata del cuarto ensayo nuclear norcoreano desde 2006. Los anteriores datan de 2006, 2009 y 2013, y todas ellas están en contra de las resoluciones impuestas por el Consejo de Seguridad.
El ensayo podría haber acercado a los científicos e ingenieros de Pyongyang a su objetivo de construir una ojiva lo suficientemente pequeña como para formar parte de un misil que pueda llegar a territorio continental estadounidense. Pero la agencia de espionaje de Corea del Sur señala que cree que la carga explosiva generada por la detonación fue mucho menor de la que produciría una detonación fallida de una bomba H.
La prueba fue recibida con una explosión de júbilo y orgullo en Pyongyang. Una conductora de la televisión norcoreana, que leyó una declaración salpicada de la habitual propaganda estatal, dijo que el ensayo con una bomba de hidrógeno «en miniatura» había sido un «perfecto éxito» que elevó «el poder nuclear (del país) al siguiente nivel».
Una multitud celebró la noticia ante la principal estación de tren de la capital norcoreana mientras seguían la lecturadel comunicado desde una pantalla gigante. Algunos tomaron videos o fotos de la pantalla con sus celulares mientras otros aplaudían y vitoreaban.
En Seúl y en otras partes del mundo había un elevado nivel de preocupación. La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, ordenó al Ejército que refuerce su posición de defensa coordinada con Estados Unidos y calificó la prueba nuclear de «grave provocación» y de «acto que amenaza nuestras vidas y futuro». El Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, dijo: «No podemos permitir esto de ninguna manera».
En el pasado, Washington y expertos nucleares se mostraron escépticos ante las afirmaciones norcoreanas sobre las bombas H, que son mucho más potentes y difíciles de fabricar que las atómicas. Sin embargo, si la prueba se confirma, podría empeorar las ya de por sí distantes relaciones entre Pyongyang y sus vecinos y llevaría a una petición de nuevas sanciones más duras contra Corea del Norte en Naciones Unidas.
Un ensayo exitoso de una bomba de hidrógeno sería un gran paso para el Norte. La fusión es el principio fundamental detrás de la bomba H, que puede ser centenares de veces más potente que una atómica, que emplea la fisión. En una bomba de hidrógeno, la radiación de la explosión de la fisión nuclear pone en marcha una reacción de fusión que genera una potente explosión y radioactividad.
Un legislador surcoreano dijo que la agencia de espionaje del país le explicó en una reunión privada que Pyongyang podría no haber probado una bomba de hidrógeno dado el tamaño relativamente pequeño del temblor sísmico reportado.
El Servicio Nacional e Inteligencia de Corea del Sur detectó el miércoles una explosión estimada de seis kilotones y un sismo de magnitud 4,8 (Estados Unidos reportó una magnitud de 5,1), apuntó el legislador Lee Cheol Woo refiriéndose a la información que le fue trasladada.
Según el relato del Diputado, que forma parte del comité de inteligencia del parlamento de Seúl, esto es menos que la carga estimada de 7.9 kilotones y el temblor de magnitud 4.9 que se reportó tras el test nuclear de 2013, y es solo una parte de la potencia explosiva que suele generar una prueba exitosa con una bomba H. Incluso en el caso de una prueba con bomba de hidrógeno fallida se suelen generar decenas de kilotones, añadió.
Una bomba H en miniatura puede generar un terremoto más débil, pero solo Estados Unidos y Rusia tienen artefactos de esa naturaleza, dijo Lee citando a la agencia.
Aunque hizo hincapié en lo discreto del sismo para un ensayo con una bomba H, Jaiki Lee, profesor de ingeniería nuclear en la Universidad de Hanyang en Seúl, apuntó que Pyongyang podría haber experimentado con una bomba híbrida «mejorada» que mezcla combustible para fusión nuclear junto a otros más convencionales como uranio o plutonio.
Después de que el líder norcoreano, Kim Jong Un, se jactara en diciembre de su capacidad para obtener una bomba de hidrógeno, el experto nuclear Jeffrey Lewis puso en duda que el país estuviese en condiciones de fabricarla.
Pero en el cibersitio 38 North, centrado en Corea del Norte, escribió:
«El Norte tiene ahora un programa de armas nucleares desde hace más de 20 años. Este programa ha proporcionado tres ensayos nucleares. Científicos nucleares norcoreanos han tenido accedo a sus homólogos en Pakistán, posiblemente en Irán y quizás en otras partes. No deberíamos esperar que prueben el mismo dispositivo de fisión una y otra vez».
En Pyongyang, el anuncio fue recibido con el habitual alarde de orgullo nacionalista y con algo de desconcierto.
Uno de los presentes en la plaza, Kim Sok Chol, de 32 años, dijo a The Associated Press que no sabía mucho sobre bombas H pero agregó que «ahora que la tenemos, Estados Unidos no va a atacarnos».
«Si no tuviéramos armas nucleares potentes, ya nos habríamos convertido en esclavos de Estados Unidos», dijo la estudiante universitaria Ri Sol Yong, de 22 años.
Podrían pasar semanas hasta que expertos externos confirmen la verdadera naturaleza del ensayo —si es que son capaces de hacerlo. Corea del Norte hace todo lo posible por ocultar sus pruebas nucleares realizándolas bajo tierra y sellando de forma hermética los túneles o respiraderos por los que los residuos radioactivos y los gases nobles relacionados con una explosión de este tipo podrían salir a la atmosfera.
El tamaño de la amenaza que supone el programa nuclear norcoreano para el resto del mundo es un misterio. Se cree que el país tiene un puñado de rudimentarias bombas nucleares y que ha pasado años tratando de perfeccionar un misil de largo alcance al que poder incorporar una versión más pequeña de esas bombas.
Algunos analistas dicen que Pyongyang no habría conseguido la tecnología necesaria para fabricar una cabeza nuclear en miniatura que encaje en un misil de largo alcance capaz que llegar a territorio continental estadounidense. Pero hay un creciente debate sobre hasta dónde ha avanzado el Norte en su programa nuclear y de misiles secreto.
Corea del Norte necesita ensayos nucleares por razones militares prácticas. Para construir un programa nuclear creíble, el país debe explorar nuevos dispositivos nucleares —incluyendo los de tamaño reducido— para que sus científicos puedan mejorar continuamente sus diseños y tecnología.
Los misiles con carga nuclear podrían emplearse entonces como elementos disuasorios y herramientas de negociación diplomática —y en concreto con Estados Unidos, a quien Pyongyang presiona desde hace años para que retire sus tropas de la región y firme un tratado de paz que ponga fin formalmente a la Guerra de Corea.