Según el acuerdo, las cuatro empresas recolectarán pequeñas cantidades de un material lunar conocido como regolito, que pasará a ser propiedad de la NASA. Será utilizado por la agencia para el programa Artemis, cuyo objetivo es llevar a un hombre y a una mujer a la Luna en 2024 y así sentar las bases para una eventual misión a Marte.
Ciudad de México, 5 de diciembre (RT).- La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) firmó el jueves contratos con cuatro compañías para recolectar muestras de material lunar en los próximos años.
La agencia estadounidense le pagará a la compañía Lunar Outpost, con sede en Colorado, tan solo un dólar por muestra de polvo lunar. Con las otras tres compañías se cerraron contratos por cinco mil dólares (ispace Japón e ispace Europa) y 15 mil dólares (Masten Space Systems, California), informa AFP.
La cifra es tan baja porque la NASA pagaría únicamente por el material recolectado, sin contar los costos de desarrollo de esas empresas.
Las compañías planean llevar a cabo la recolección durante misiones no tripuladas ya programadas para 2022 y 2023.
Según el acuerdo, las cuatro empresas recolectarán pequeñas cantidades de un material lunar conocido como regolito, que pasará a ser propiedad de la NASA. Será utilizado por la agencia para el programa Artemis, cuyo objetivo es llevar a un hombre y a una mujer a la Luna en 2024 y así sentar las bases para una eventual misión a Marte.
Cada conjunto de muestras de material lunar pesará entre 50 y 500 gramos.
Mike Gold, administrador interino de la NASA para las relaciones internacionales e interagenciales, dijo a AFP que «es muy importante establecer el precedente de que las entidades del sector privado puedan extraer, puedan tomar estos recursos, y que la NASA pueda comprarlos y utilizarlos para impulsar no solo las actividades de la agencia, sino también una nueva era dinámica de desarrollo y exploración públicos y privados en la Luna».
Gold agregó que las lecciones que se aprenderán allí serán cruciales para una futura misión humana a Marte, que será «aún más exigente y desafiante».
Funcionarios de la NASA aseguraron que estas actividades se llevarán a cabo de conformidad con el Tratado del Espacio Exterior (OST, por sus siglas en inglés), documento de 1967 que da base al derecho espacial internacional. El OST prohíbe a las naciones reclamar soberanía sobre territorios situados fuera de la Tierra, pero no impide el uso y venta de los recursos respectivos.