Hasta el 11 de septiembre de este año no había avances en el caso de Rodolfo, porque era su madre la encargada de darle seguimiento. Del caso de Alejandra tampoco, su progenitora (abuela de Rodolfo) ha tenido que unirse a un colectivo de familiares de desaparecidos, donde ha encontrado el apoyo que no recibió de las autoridades.
Guanajuato, 5 de diciembre (PopLab).- Guanajuato, “Grandeza de México”, arrastra una sombra de impunidad que cubre un caso de doble desaparición en una familia de Pénjamo: desde 2018 sufre la ausencia del hijo adolescente, en tanto que en septiembre de este año, tras un incidente violento donde fueron asesinadas otras dos personas, sujetos se llevaron a la madre del joven de 17 años y a otras dos mujeres.
Aunque ya hay detenidos por el primer caso, el del hijo, el drama de la familia Guevara Vázquez ahondó la herida con la desaparición de la madre, con llamadas a la familia para causarles más dolor y miedo.
José Rodolfo Guevara Vázquez, de 17 años de edad, está ausente desde 2018 tras salir de casa y aunque presuntamente detuvieron a uno de los hombres que lo privaron de la libertad y a quien procesan por otro delito, Rodolfo no ha regresado, sin embargo, la historia se volvió a repetir en su familia, cuando el 12 de septiembre de 2020 su madre Alejandra Vázquez Martínez desapareció junto con al menos dos mujeres más al ir de paseo a unas cabañas en renta entre la comunidad La Playita y Curva de Peña, donde además sujetos asesinaron a otra mujer y a su hijo de 15 años.
Guanajuato ocupa el segundo lugar nacional en personas desaparecidas con mil 235, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
En México hay 12 mil 181 personas desaparecidas en el periodo del 1 de diciembre de 2018 al 23 de noviembre de 2020; el vecino estado de Jalisco registró 3 mil 567 personas en la misma fecha.
Hasta el 11 de septiembre de este año no había avances en el caso de Rodolfo, porque era su madre la encargada de darle seguimiento. Del caso de Alejandra tampoco, su progenitora (abuela de Rodolfo) ha tenido que unirse a un colectivo de familiares de desaparecidos, donde ha encontrado el apoyo que no recibió de las autoridades.
UNA MADRE QUE BUSCA A SU HIJO
Entre la llanura de los cerros y sierra de Pénjamo están esparcidas más de 700 comunidades y rancherías, además de la cabecera municipal, ahí emerge Corralejo de Hidalgo, sitio donde nació Miguel Hidalgo y Costilla “el Padre de la patria”. Del inmueble hoy sólo quedan los cimientos, en su honor construyeron un monumento, pero entre la historia de la comunidad se oculta una triste realidad que solo es invisible para quien no la quiere ver, pero son decenas de familias las que sufren por la ausencia de un ser querido.
El municipio se empezó a conocer como el patio trasero o el cementerio del estado vecino de Michoacán por las decenas de cuerpos de personas ejecutadas que eran encontradas hasta hace unos años en las carreteras estatales y federales, situación a la que la autoridad local y estatal atribuyeron que criminales de aquella entidad venían a tirarlos a esta. Y fue también en esta localidad donde se comenzó a sentir la inseguridad que luego llegó a sentarse en todo el estado.
Poco se sabe de la cantidad real de personas desaparecidas en Pénjamo, aunque oficialmente, de 2018 a la fecha han desaparecido al menos 28 hombres y 9 mujeres, una de ellas fue localizada sin vida.
Entre los ausentes está Rodolfo, el mayor de los tres hijos de la familia Guevara Vázquez. Hace algunos años sus padres decidieron separarse y desde esa fecha, junto con su madre Alejandra Vázquez Martínez se fueron a vivir a la casa de su abuela materna, en la cabecera municipal de Pénjamo.
Con 17 años de edad, José Rodolfo llegó a su casa la tarde del martes 31 de julio de 2018, un familiar, al notar que se comenzó a cambiar de ropa le preguntó a dónde iba, él le contestó “voy a ir con la Burra” un amigo. El familiar le pidió que antes fuera al centro a comprar unas cosas, así Rodolfo salió de su casa, abordó su motocicleta Italika en color negro y amarillo, al pasar las horas su madre y abuela comenzaron a llamarle por teléfono pero no contestó, así comenzó su búsqueda.
VER MÁS
Guanajuato, el estado con más víctimas de “atrocidades” y asesinatos de menores de edad: ONG
En las investigaciones de la familia, lo único que lograron saber es que “lo vieron subir por San Juan en Pénjamo y ya no lo volvimos a ver”.
Alejandra, su madre, presentó denuncia en el Ministerio Público por la desaparición del adolescente, “anduvo constantemente con la judicial que la manda llamar, supuestamente la encararon con el que lo había desaparecido. Hubo personas detenidas por la desaparición”, relatan familiares, pero el presunto responsable está siendo procesado por el delito de homicidio, mas no por la desaparición. Los ministeriales le dijeron que investigarían, pero al parecer nunca lo hicieron.
La madre de Rodolfo visitó una y otra vez la agencia del MP para preguntar por avances del caso de su hijo, pero obtuvo pocas respuestas, así pasaron 25 meses y 11 días, hasta que otra desaparición se dio en la familia: la de la propia Alejandra Vázquez Martínez.
UN FATÍDICO PASEO
Alejandra trabajaba en una textilera de ropa, vendían manzanas caramelizadas para mantener a su familia y ayudar a su madre.
A principios del mes de septiembre, ella accedió a la invitación de una amiga para visitar unas cabañas privadas que rentan al público y que se ubican rumbo a la comunidad de Churipitzeo, entre la Playita y Curva de Peña, con ellas irían un grupo de amigas, incluso la madre y hermano menor de Karina, la organizadora del viaje.
Al paseo también invitaron a Piedad Estefanía Villalobos Valdez, de 20 años de edad, quien conocía a Alejandra porque es cuñada de una hermana de Alejandra, con quien había convivido varias ocasiones. Piedad, en el mes de julio de este año, decidió junto con su pareja ir a vivir con su abuela materna y su padre para ayudarla a cuidar a un tío a quien le detectaron cáncer. Además trabajaba en una tienda de plásticos para ayudar a la casa.
Piedad tenía comunicación constante con su madre luego de la separación de sus padres, dos días antes de la fecha para el paseo le habló por teléfono y le comunicó que iría, pero su pareja no podría acompañarla porque tenía que trabajar. Era un viaje corto.
El sábado 12 de septiembre, cada una, Piedad y Alejandra salieron entre las 8 y las 9 de la mañana de sus hogares, la camioneta donde viajaba la organizadora, su madre, un hermano de 15 años, el novio de Karina y al menos otras cuatro personas, todos se dirigieron a su destino.
Antes de salir de su hogar, Alejandra se despidió de su madre, “me dijo que me encargaba a sus hijos, que al rato regresaba, que iba a un paseo con Piedad, una amiga y su novio, vamos, a un paseo, «no te preocupes, al rato vuelvo»”.
Ocho horas después, a las 4:00 de la tarde de ese sábado, la madre de Alejandra le marcó por teléfono para preguntar por qué no había llegado, pero esta vez su hija no le contestó, “me contestó un señor y nos dice «ya no le estén marcando, ya se las maté, ya no me estén hablando porque vamos a ir por ustedes, ya las tenemos ubicadas». La madre colgó el teléfono aterrorizada.
En la casa de la familia de Piedad, al no saber de ella, también le marcaron por teléfono pero nadie contestó, la cuñada de Piedad le marcó a su suegra por teléfono para preguntar “qué estaba pasando, porque en el teléfono de Alejandra le marcaban y le decían que ya estaba muerta”, ella, pensó que era un broma, que había perdido el teléfono, “como andaban juntas le marqué a mi hija pero ya no contestaron”, ese día.
Ambas madres quienes también se conocen, siguieron marcando al teléfono, pero la respuesta fue la misma por una voz de un hombre “que ya no llamemos, que ya las habían matado, que no las busquemos ni nada”.
UN ATAQUE CON TRAZAS DE MASACRE
A las pocas horas de ese sábado, en las redes sociales comenzó a difundirse la noticia de un ataque por las cabañas. Las familias afectadas siguieron buscando a sus hijas pero no supieron nada hasta horas después, en las mismas redes informaron que en los sembradíos de agave a la orilla de las cabañas encontraron los cuerpos de una mujer y un menor, identificados como María de los Ángeles de 34 años y su hijo Darío de 15. Eran la madre y el hermano de Karina, la joven que había organizado el viaje.
Ese día, 12 de septiembre a las 11 de la mañana, habitantes de las comunidades La Playita y la Curva de Peña reportaron al 911 el estruendo de varios disparos de arma de fuego, la policía municipal presuntamente llegó al lugar y se retiró alegando que no habían encontrado nada. Sin embargo, a las 18:30 horas habitantes de la zona al caminar por los agaves, localizaron los cuerpos en cuclillas de la madre e hijo, presentaban impactos de arma de fuego y la policía tuvo que regresar.
De acuerdo a versiones extraoficiales, de personal de la Fiscalía General del Estado a POPLab, el día del hallazgo de los dos cuerpos y la desaparición de Alejandra, Piedad y Karina, agentes del ministerio público y los policías ministeriales ingresaron a las cabañas donde localizaron bolsas de comida, ropa, trajes de baño, identificaciones y artículos personales de las hoy desaparecidas, así como pertenencias de la madre e hijo asesinados y de otras cinco personas más.
Y aunque hubo el reporte de que hombres armados ingresaron a las cabañas disparando, lo que originó que madre e hijo trataran de esconderse en los agaves y que fueron asesinados, además que privaron de la libertad al menos a tres mujeres, un hombre y otras tres personas, la autoridad solo inició la investigación por el doble asesinato.
Las familias de Alejandra y Piedad, por separado, presentaron la denuncia por la desaparición de las dos mujeres el lunes siguiente, pero hasta esta fecha, no hay avances.
De la desaparición de Karina solo se sabe que los familiares presentaron denuncia.
La madre de Alejandra cuida de sus nietos y busca incansablemente a su nieto desaparecido y ahora ella se encargará de buscar a su hija, se acompaña con la madre de Piedad.
LA ABUELA BUSCA A LA MADRE, SU HIJA
En Guanajuato los delitos por desaparición no son importantes para las autoridades, así lo han constatado los familiares de personas que están ausentes oriundas del estado o visitantes y son las madres, padres, hijos, hermanos y amigos quienes comienzan la búsqueda porque si no lo hacen ellos mismos, aseguran, “la autoridad no lo hará”.
POPLab solicitó a la Fiscalía General del Estado, a través de Susana Montero, encargada de comunicación social, información sobre avances en las investigaciones y si hay detenidos por el asesinato de madre e hijo el 12 de septiembre, además se solicitó la cantidad de las carpetas de investigación que se iniciaron por la desaparición de las personas que se encontraban en las cabañas de las que el Ministerio Publicó sacó pertenencias del lugar, la única respuesta que se obtuvo fue que “estaba preguntando”.
Esas pertenencias no han sido entregadas a los familiares hasta la fecha.
Las madres de Alejandra y Piedad se unieron al colectivo A Tu Encuentro, en donde han encontrado atención y acompañamiento y desde ahí exigen a las autoridades se pongan a trabajar, les ayuden a buscar a sus desaparecidos, investiguen y “no nada más nos den el avionazo”. Les exigen demostrar ”Que sea verdad que están girando nuevas líneas de investigación”, porque hasta este momento no han podido acceder a las carpetas de investigación 84345/2020 y 84362/2020 para saber si hay un avance real.
TRATA DE PERSONAS, LA HIPÓTESIS PRINCIPAL
Del total histórico nacional reportado de 81 mil 431 personas desaparecidas, no localizadas y localizadas, el 24.5 por ciento son niñas, adolescentes y mujeres, de ellas, permanecen no localizadas 19 mil 450, informó Karla Osuna, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas.
Y solo en los últimos dos años, del 1 de diciembre de 2018 al 23 de noviembre de 2020, permanecen desaparecidas 3 mil 550 mujeres, adolescentes y niñas. Aunque otras 8 mil 473 han sido localizadas, 3por ciento de ellas han sido encontradas sin vida.
“Nos tenemos que preguntar por qué desaparecen y luego aparecen, son víctimas muchas de ellas de violencia sexual, violación sexual, una niña de 10 a 14 años que parte es víctima de violación sexual, una niña, adolescente que sale de su casa y la encontramos después, es muy probable que esté huyendo de violencias familiares” explicó Quintana.
“Con todo estos datos de las mujeres que están reportadas como desaparecidas la hipótesis principal es la trata de personas, dicha hipótesis tendrá que ser corroborada con la información que hagan llegar las fiscalías de los estados y todavía está pendiente”.
Ante ello, la comisionada nacional de búsqueda impulsó, en el Protocolo Homologado de Búsqueda, lo que hoy es un capítulo diferenciado para las niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas, en ello toda muerte violenta de mujer tiene que ser investigada como una hipótesis de feminicidio. Toda desaparición de mujeres tiene que ser investigada y abierta a una hipótesis de búsqueda que su desaparición sea por razón de diferentes tipos de violencias; sexual, violencia familiar, violación sexual, trata de personas y el feminicidio, ”porque la realidad así nos la muestra”.
Toda búsqueda debe tener perspectiva de género, además “ha sido invisibilizado desde la normativa que la mayoría de las buscadoras en el país son mujeres”, por ello “todos los servidores públicos, todas las autoridades que atienden a las buscadoras deben tener perspectivas de género, ser capacitadas para ello. Todas las buscadoras se han enfrentado a un sistema de justicia que es patriarcal”.
Recalcó que toda desaparición de mujer debe de ser investigado inmediatamente como un delito, “ningún ministerio público, funcionario público se tiene que esperar una hora en buscarla, se asume que existe un delito”.
LOS PENJAMENSES DESAPARECIDOS
De 2018 a noviembre de 2020, en el municipio de Pénjamo se ha reportado la desaparición de 9 mujeres, además de 25 hombres originarios de Pénjamo y 3 hombres originarios de La Piedad, Michoacán, desaparecidos en este municipio. A la fecha, solo una de estas 37 personas ha aparecido: una mujer, localizada sin vida.
Mujeres desaparecidas en Pénjamo:
Selene Martínez García desapareció el 5 de noviembre de 2020. Carpeta de investigación 103051.
Blanca Estela Cervantes Flores desapareció el 23 de enero de 2020, salió de Pénjamo y desapareció en Irapuato. Carpeta de Investigación 8954/20.
María Isabel Pérez Cervantes desapareció el 3 de octubre de 2020.
Andrea Guadalupe González Martínez 21 años, desapareció el 8 de octubre de 2020.
Piedad Estefanía Villalobos Valdés desapareció el 12 de septiembre de 2020.
Alejandra Vázquez Martínez desapareció el 12 de septiembre de 2020.Carpeta de Investigación 84362/20.
Gabriela Salazar desapareció el 30 de octubre de 2019.
Karina Guadalupe Pérez Alonso desapareció el 12 de septiembre de 2020.
Alma Delia Varela Águilas desapareció el 11 de mayo de 2018 y el 29 de octubre de 2020 informaron que fue localizada sin vida.
Hombres desaparecidos:
Eduardo Cervantes Cabello desapareció el 22 de abril en el camino a la comunidad de Potrero en Pénjamo.
José Antonio Domínguez Barrios desapareció el 18 de febrero de 2020.
Gabriel Rodríguez Rodríguez desapareció el 30 de octubre de 2019.
Jesús Alberto Gómez Rodríguez de 26 años desapareció el 14 de noviembre en la colonia de Palo Blanco.
Gustavo Navarrete González desapareció el 2 de agosto de 2019 en Pénjamo, la última vez que lo vieron fue en el salón Círculo.
Juan Carlos Aguilar Maciel de 32 años de edad desapareció el 27 de octubre de 2020, luego que salió de su casa ubicada en la colonia Granja Aurora en Santa Ana de Pénjamo.
Duvan Paul Pérez Hernández desaparece el 14 de abril de 2020 en la comunidad Estación Pénjamo.
Luis Alberto González Moreno desapareció el 26 de marzo de 2020, es originario de la comunidad Estación Pénjamo.
Francisco Cervantes Rodríguez desapareció el 19 de diciembre de 2019 en Pénjamo.
Luis Gustavo de La Paz Camarillo desapareció el 8 de octubre de 2020 junto a Andrea Guadalupe González Martínez en Pénjamo, ambos fueron vistos en una motocicleta de color azul itálica de modelo 2020 sin placas.
Jorge Adán Cervantes Mendoza desaparecido el 19 de noviembre de 2019 en Pénjamo.
Francisco Hernández Martínez desapareció el 27 de febrero de 2020 en Pénjamo.
Rodolfo Guevara Vázquez desapareció el 31 de julio de 2018, iba a bordo de una motocicleta itálica de color negra con amarillo en Pénjamo.
Ricardo Cruz Macías desapareció el 9 de noviembre de 2018 en Pénjamo.
Juan Eduardo Reyes Ventura desapareció el 15 de agosto de 2018 en Pénjamo.
Gustavo Ríos Guerrero desapareció el 24 de noviembre de 2020 en Pénjamo.
Gustavo Torres Ledezma desapareció el 21 de noviembre de 2020 en Pénjamo.
Salvador Varela Ramos de 30 años de edad desapareció el 30 de septiembre de 2020.
Los hermanos Juan Carlos y José de Jesús Perea Alanís desaparecieron el 24 de julio de 2019. Carpeta de Investigación 178027/2019.
Los hermanos Juan Carlos y Raúl Ramírez Chagoyán desapareció el 9 de septiembre de 2020 se dirigían rumbo a Corralejo en Pénjamo.
Los hermanos Francisco Javier y Efraín Alejandro Gómez Cuéllar desaparecieron el 18 de noviembre de 2020 en la colonia Los Conejitos en Pénjamo.
José Mayolo Villa Cruz de 55 años desaparece el 19 de diciembre de 2019 en Pénjamo. Conductor de Uber, a las 07:30 recibió un servicio del rancho El Infiernillo y se dirigió San Juan de Los Lagos.
Miguel Angel Herrera Magaña desapareció el 1 de marzo de 2018, es originario de La Piedad Michoacán, su vehículo fue localizado en el municipio de Pénjamo.
José Alberto Quiroz Hernández 27 años, originario de La Piedad Michoacán, desapareció el 12 de noviembre de 2020 en el rancho Ocotes de Pénjamo.
Alfonso Ramírez Solorio de 32 años, originario de La Piedad Michoacán, desapareció en la colonia Morelos el 6 de septiembre de 2020. Carpeta de Investigación 183145.
Guillermo Martínez Medina de 24 años de edad, desapareció el 5 de septiembre de 2019, lo único que se sabe es que regresaba de Estados Unidos a México, pero no ha llegado a casa.