A través de una iniciativa llamada Unseen Art, un artista aspira a proporcionar a las personas con diferentes tipos de discapacidad visual la enriquecedora experiencia del arte. Unseen Art pretende transformar las obras de arte más icónicas de la historia en relieves tridimensionales utilizando impresiones en 3D.
Ciudad de México, 5 de diciembre (SinEmbargo/ The Huffington Post).- Durante siglos, las personas invidentes han oído hablar de obras de arte como la Mona Lisa a través de descripciones verbales, imaginando su misteriosa sonrisa sin poder experimentar de primera mano la obra maestra de Leonardo da Vinci. Marc Dillon, un entusiasta delsoftware abierto y programador de Helsinki (Finlandia), quiere cambiar las reglas del juego.
A través de una iniciativa llamada Unseen Art [que podría traducirse por ‘arte invisible’], Dillon aspira a proporcionar a las personas con diferentes tipos de discapacidad visual la enriquecedora experiencia del arte. Unseen Art pretende transformar las obras de arte más icónicas de la historia (la mayoría, bidimensionales) en relieves tridimensionales utilizando impresiones en 3D. Las obras palpables darán a millones de personas ciegas y con problemas de visión la oportunidad de leer una pintura como si leyeran una cara.
El proyecto quiere agrupar a una serie de artistas internacionales para que contribuyan a crear de forma voluntaria versiones en 3D de sus obras favoritas. Caroline Delen, una artista afincada en Londres, fue la primera en unirse con su interpretación de la Mona Lisa, que aparece arriba. «Mediante el crowdsourcing queremos que artistas del 3D donen su tiempo para recrear pinturas clásicas», explicaba Dillon en una entrevista a Dazed Digital. «El artista empieza con un escaneado de alta resolución o una fotografía de la pintura, y luego crea una interpretación de la obra utilizando herramientas 3D en su ordenador. Después se trata de dar profundidad al arte de forma que resulte más fácil y accesible para las manos. Se pueden resaltar algunos detalles y simplificar otros para destacar algún efecto de la pintura».
No es este el primer intento por hacer el mundo del arte más accesible a aquellos con problemas de visión. El museo Guggenheim de Nueva York cuenta con una aplicación que ofrece descripciones de las obras en profundidad para visitantes ciegos. El Museo de Arte Moderno de Nueva York permite que se toquen ciertas obras —previa aprobación de los curadores— con unos finos guantes. Organizaciones como Art Beyond Sight [Arte más allá de la vista] también abogan por una mayor accesibilidad y programación para las personas con visión reducida.
Unseen Art, sin embargo, se distingue por ofrecer una visión más amplia y esencial. Dillon aspira a expandir las obras de arte concebidas por los clásicos —fácilmente disponibles en la actualidad—, y reclutar a artistas contemporáneos para que cedan también sus obras para adaptarlas en 3D. Este emprendedor quiere que, con el tiempo, los modelos en 3D se expongan en museos, en casas privadas y en cualquier otra parte.
Unseen Art ha lanzado una campaña para recaudar fondos en IndieGogo, con el objetivo de alcanzar los 30 mil dólares (unos 27 mil 500 euros) antes del 17 de diciembre.