El comisionado del Gobierno alemán para los Derechos Humanos, Christoph Strässer, visitó México el pasado febrero y reconoció que el empleo de armas alemanas en la tragedia de Iguala «no se puede descartar».
Ciudad de México/Berlín, 5 de noviembre (SinEmbargo/EFE).- La Fiscalía de Stuttgart de Alemania presentó hoy cargos contra seis empleados de la empresa armamentística alemana Heckler & Koch en un caso derivado de los rifles encontrados tras la tragedia del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
La Fiscalía explicó en un comunicado que acusa a estas seis personas de un presunto delito contra la Ley de control de armas de guerra y otro contra la legislación que regula el comercio exterior, mientras que ha archivado la causa contra otros 13 empleados de la compañía.
Los hechos de los que se acusa a estas seis personas tuvieron lugar entre 2006 y 2009, cuando los procesados presuntamente permitieron conscientemente que armas y sus accesorios, cuya venta había autorizado el Gobierno alemán para ciertos estados mexicanos, acabasen en otros lugares con problemas de violencia, como el estado de Guerrero.
La ley alemana prohíbe la venta de armamento a zonas en conflicto y algunos estados federados mexicanos están incluidos dentro de esta clasificación debido a la violencia alrededor del narcotráfico.
Los seis acusados trabajaban entonces para Heckler & Koch y eran, respectivamente, representante de ventas en México, empleada de la filial local y directivos. La empresa alemana Heckler & Koch vendió unos 10 mil rifles de asalto tipo G-36 a México en 16 envíos distintos.
El Gobierno de Alemania aprobó el pasado ocho de julio una disposición con miras a mejorar el control del destino final de las exportaciones de armas, luego de que el destino de las armas que vende el país germano ocasionara problemas como el de México, cuyo Congreso pidió que se investigue el supuesto ingreso ilegal de armas alemanas a zonas de conflictos armados.
El pasado mes de febrero el comisionado del Gobierno alemán para los Derechos Humanos, Christoph Strässer, visitó a familiares de los 43 estudiantes desaparecidos y reconoció que el empleo de armas alemanas no podía descartarse y pidió perdón en el caso de que así hubiera sido.
Alemania es el cuarto mayor exportador de armas del mundo. El año pasado fueron aprobadas ventas por 7 mil 200 millones de dólares, un 22 por ciento menos que en 2013 y el nivel más bajo desde 2010, según datos del gobierno alemán.
EL INGRESO DE ARMAS A MÉXICO
El pasado 20 de abril tres medios alemanes publicaron un informe de la Fiscalía de Stuttgart el cual detalló que la empresa Heckler & Koch vendió a México 9 mil 472 fusiles de alto poder G 36; de los cuales 4 mil 767 de esas armas se distribuyeron de forma ilegal por zonas con conflictos armados.
De acuerdo con el informe final de la Unidad de Delitos Aduaneros de la ciudad de Colonia, Alemania (ZKA) dado a conocer por el diario Süddeutsche Zeitung y las radios NDR y WDR , de 2003 a 2011, la empresa de armas Heckler & Koch no sólo violó leyes de comercio y de armas, sino además una prohibición de vender a esas entidades mexicanas con signos de violencia y corrupción.
La investigación, que terminó en agosto de 2014 y fue entregada a la Fiscalía de Stuttgart, determinó que funcionarios de la compañía “provocaron, promovieron, o al menos autorizaron” las exportaciones ilegales, con lo cual obtuvieron una ganancia aproximada de 3 millones de euros.
Tras los resultados del informe, el Ministro Federal de Alemania, Sigmar Gabriel, urgió controles más estrictos para las exportaciones de armas, puesto que el Gobierno alemán también se ve afectado por “las consecuencias de los escándalos de los últimos años”.
Desde los sucesos de Iguala, Guerrero, donde perdieron la vida seis personas y 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa fueron desaparecidos, el tema de las armas alemanas cobró nuevo impacto.
En diciembre del año pasado, el diario alemán Tages Zeitung TAZ reveló que al menos 36 armas fabricadas en ese país europeo fueron decomisadas a la policía de Iguala por el ataque a normalistas, a pesar de que las leyes alemanas prohíben su exportación a países con conflictos bélicos o donde se violen los derechos humanos.
El mismo diario publicó que rifles de asalto G36 fueron observados en el repliegue de estudiantes normalistas que bloquearon la autopista México-Acapulco en demanda de mayor presupuesto para la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrido el 12 de diciembre de 2014.
Asimismo, planteó que rifles alemanes han sido observados en manos de policías federales en Chihuahua y en Oaxaca.
Por su parte, el semanario alemán Der Spiegel informó que los policías de Iguala sí usaron armas la noche del 26 de septiembre de 2014.
Spiegel se basó en datos del llamado “Libro de Armas de Guerra de Heckler & Koch”, un documento que están obligados a rellenar por ley las empresas exportadoras de armas en Alemania sobre el destino de sus productos. La lista fue suministrada a pedido del Diputado alemán Hans-Christian Ströbele.
La firma Heckler & Koch es investigada desde hace años en Alemania por la supuesta exportación ilegal de fusiles G36 a la policía de estados mexicanos especialmente “convulsos”.
El Gobierno alemán dio permisos de exportación al fabricante desde 2006 con la condición de que no enviara armas a los estados de Chiapas, Chihuahua, Jalisco y Guerrero. Pero en los años siguientes aparecieron indicios de que se violó ese requisito.
Luego del escándalo, autoridades alemanas investigaron en abril a Heckler & Koch en el marco de la visita de familiares de los 43 normalistas mexicanos a ese país.
A pesar de las entrevistas y búsquedas en los registros de compra, así como careos en los domicilios particulares de los empleados, no se dictaron cargos contra nadie en el país europeo, aseguró la agencia de noticias Deutsche Welle (DW).
De acuerdo con el investigador de comercio de armas, Jürgen Grässlin, los rifles de asalto adquiridos ilegalmente, seguramente fueron utilizados por fuerzas de seguridad en zonas de conflicto en México, a pesar de que está prohibida la venta de armas.
El Consejo de Seguridad del gobierno alemán de Angela Merkel permitió la venta de armas a México, pero prohibió la comercialización en cuatro estados donde considera que la corrupción y la violencia son algo muy serio.
“Lo que pudo ser bien intencionado –el equipamiento de la policía mexicana contra los cárteles de la droga– se ha convertido hoy en día un desastre sin paralelo”, escribió Grässlin en un artículo de la revista Zivilcourage.
“Los tiroteos y asesinatos cometidos por las fuerzas de seguridad del Estado se presentan principalmente en los estados donde las armas … nunca debieron haber sido autorizados”, dijo.
Desde entonces se ha establecido que la policía implicada en la desaparición de 43 estudiantes el año pasado poseía algunos de los fusiles vendidos al gobierno mexicano. “Para evitar otro suceso peor, el gobierno debe exigir la devolución de todas las armas de H & K”, escribió Grässlin.