La periodista de cine obtiene el premio Guerrero de la Prensa en el Festival de Cine de Morelia, un justo reconocimiento a su compromiso inclaudicable con el séptimo arte
Ciudad de México, 5 de noviembre (SinEmbargo).- “Menos dinero, el cine me lo dio todo”, comenta divertida Sonia Riquer, quien hace unos días fue merecedora del premio Guerrero de la Prensa en el Festival de Cine de Morelia, un más que justo reconocimiento a su dilatada trayectoria como divulgadora y crítica del séptimo arte.
Sonia es conductora y productora del programa Gente de cine, que se transmite todos los miércoles a través de Radio Educación y que este año arribó a su año 18.
Egresada del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), nacida en Veracruz en 1955, la hoy divulgadora siempre quiso filmar y ha trabajado como script en Sexo, pudor y lágrimas, hasta que la necesidad de consolidar un espacio de radio que permitiera analizar el fenómeno cinematográfico comenzó a albergar todos sus sueños del celuloide.
“Hablamos de cine, pero no contamos la película” es el slogan de Gente de cine, un programa insoslayable para los aficionados al séptimo arte y que le ha dado a su fundadora un estatus de prestigio en el siempre convulsionado ambiente de este arte sustancial en la cultura contemporánea.
Entrevistarla es unirnos al reconocimiento obtenido en el reciente Festival de Cine de Morelia, que Sonia vio crecer y que hoy alaba como el más importante en nuestro país.
Es conocer de primera mano, además, las valiosas opiniones de alguien que ama el cine desde la raíz y que descree de todo lo banal que a veces se relaciona con una expresión artística esencial para nuestro desarrollo emocional y mental.
_¿Qué eres, cronista o crítico de cine?
–Me siento rara, porque para los reporteros no soy reportera, para los críticos no soy crítico, en fin, mira, soy gente de cine, estudié en el CUEC y trabajo para Radio Educación. En el 87, cuando egresé era muy difícil filmar, por lo tanto encontré que hacer cine en radio me permitía estar cerca de lo que me gustaba. Empezamos el programa con la película Esculpir en el tiempo, de Andréi Tarkovski, y poco a poco incorporamos el cine mexicano, justo en ese año inició el Festival Expresión en Corto puede decirse que he hecho desde entonces crítica cinematográfica en la radio.
–¿Cómo fue lo del premio Guerreros de la Prensa?
–Bueno, fue una gran sorpresa para mí. Sabía que existía porque el año anterior se lo habían dado a Leonardo García Tsao, pero no tenía mucha idea. Ahora se ha formado la red de periodistas cinematográficos y ellos son los que me dieron este premio a la trayectoria. Me han contado Juan Manuel Badillo, Alex Cárdenas, Jorge Caballero y otros que cuando salió mi nombre en la votación todos aprobaron por unanimidad, lo que evidentemente me da mucha satisfacción. El espacio de Radio Educación, sin ser espectacular o glamoroso, ha dado un espacio único a los cineastas para analizar sus películas con un tiempo y un cuidado que tal vez no se dé en otros medios. Yo estoy muy involucrada con el cine y me encanta ver que el programa ha crecido enormemente.
–¿Por qué no hay un gran medio de cine en México, es decir, una revista especializada de largo aliento, un programa de televisión en los canales abiertos o de cable?
–Bueno, es interesante la pregunta primero porque no sé cómo definir lo que es un gran medio. En el caso del Reforma, El Universal, El Excelsior, la respuesta sería porque no les interesa. La excepción es La Jornada que publica a tres importantísimos críticos de México, Carlos Bofil, Luis Tovar y Leonardo García Tsao, pero no hay medios de información grandes interesados en formar público, análisis, lo que les interesa es la comidilla del día, el estreno comercial, el chisme, cosas que no tienen nada que ver con el cine.
–¿Qué es lo importante en el cine?
–El cine mismo, el lenguaje, las historias, la temática…
–Ese interés por el chisme es injusto hasta con Hollywood, donde mucha gente tiene verdadera pasión por el cine
–Tienen pasión y siempre se molestan por el nivel de preocupación que se da en esos medios grandes por cosas como la ropa o con quien van a la alfombra roja y no por su trabajo.
–Estoy educada en la vieja escuela, voy a ver una película y al otro día busco la crítica desesperadamente
–Bueno, ese es el espectador ideal, cuando la película provoca más deseos de saber de ella . Existen revistas como Toma Cine, lo que hace Jorge Ayala Blanco en sus distintos blogs, a El Financiero se le hizo fácil botarlo, justamente a él, el crítico más importante de México para mí.
–La experiencia de la crítica alimenta tanto la experiencia del cine. Cuando descubres que al crítico le gustó la misma película que a ti te conmovió tanto…
–Y también cuando no estás de acuerdo, porque es muy nutritivo ese espacio donde puedes analizar mejor y discutir una película.
–¿Qué te ha dado dedicar toda tu vida al cine?
–Bueno, no el dinero que todos esperarían, pero me ha dado la libertad, algo que el dinero no paga, el placer de hacer lo que más me gusta, viajar, conocer gente, ver muchas películas. Nunca me agoto. Acaba de terminar el festival de cine más importante de este país, que es el de Morelia, y está por comenzar el de Los Cabos, inicia la Muestra Internacional de la Cineteca, esto no para. Como todo lo que te da tanto, también te quita algunas cosas. Yo tenía la fantasía de filmar y no pude…
–El documental se está abriendo como una posibilidad periodística, ahora que los grandes medios se han cerrado al periodismo, ¿cómo lo ves?
–Estoy totalmente de acuerdo. El documental para mí es lo más interesante del cine mexicano actual. Escribo para el periódico del Festival de Cine de Morelia una columna que se llama “Documenta: ¿No ficción?”, entrevisto a los creadores para dar a conocer su trabajo a la gente y en una de esas entrevistas me topé con Everardo González, quien acaba de presentar El Paso y me contaba de una escuela que está formando precisamente para los periodistas, para darle herramientas técnicas a los profesionales de los medios…
–Porque lo que no para son las historias…
-Para donde voltees hay historias que valen la pena ser contadas y ese es el valor del cine documental. En el cine de ficción falta imaginación, falta rigor en los guiones, es lo que no está debiendo la ficción en general, con excepciones, claro, como El monstruo de mil cabezas, de Rodrigo Plá y Laura Santullo, o Te prometo anarquía, de Julio Hernández. Lo importante es que el cine existe más allá de todo, está vivo, es maravilloso y es un punto importante de encuentro no sólo para entretenernos, divertirnos, pasarla bien, sino también de sensibilizarnos hacia otras realidades.