En caso de que aún desees adquirir ropa usada, puedes optar por lavar blusas, suéteres y camisas con agua caliente en abundancia y jabón para posteriormente sacar las prendas al sol.
Ciudad de México, 05 de septiembre (LaOpinión).- Adquirir ropa usada es una práctica común para muchas personas, ya que así pueden ampliar su guardarropas sin gastar mucho dinero. Sin embargo, es posible que esta práctica sea peligrosa para nuestra salud. A continuación ahondamos en este tema.
¿QUÉ PELIGROS HAY EN LA ROPA USADA?
Según un artículo del portal ClickSalud, la ropa usada o de segunda mano es capaz de inducir una serie de enfermedades o afecciones sobre nosotros. Dichas afecciones serían dermatitis y tina (sarna).
Es posible que la ropa usada o de segunda mano contenga ácaros, que son capaces de provocar sarna en nuestra piel y en la de nuestros familiares en caso de contagio. La tiña, o sarna, es una enfermedad que que provoca lesiones en la piel, además de comezón.
Lo anterior ocurriría porque la ropa usada puede no ser higienizada y desinfectada antes de su comercialización, lo que hace susceptible al comprador a contraer bacterias y agentes patógenos.
¿CÓMO EVITAR ENFERMARE POR USAR ROPA USADA?
Aunque la ropa usada sea un medio para las bacterias, nosotros podemos tomar acción para evitar que dichas bacterias comprometan nuestro estado de salud.
Muchos expertos coinciden en que evitar comprar ropa usada es el mejor modo de defendernos ante sus posibles peligros dado que no entraríamos en contacto con ninguno de sus agentes patógenos.
En caso de que aún desees adquirir ropa usada, puedes optar por lavar blusas, suéteres y camisas con agua caliente en abundancia y jabón para posteriormente sacar las prendas al sol. En el caso de las chamarras, es preferible colocarlas en bolsas de plástico herméticas por un periodo de 3 días para matar los piojos y ácaros que pueda contener.
Por otro lado, el uso de prendas íntimas de segunda mano no está recomendado, ni siquiera con un proceso minucioso de lavado.
El riesgo de enfermarse por el uso de ropa usada puede ser controlado por nosotros si seguimos las recomendaciones señaladas anteriormente. De ese modo, podremos garantizar nuestro propio bienestar y el de nuestro núcleo familiar.