Por María Peña
Ciudad de México, 5 de septiembre (SinEmbargo/La Opinión).– El premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, fue espiado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), entre 1961 y 1985, por motivos poco esclarecidos, según el diario The Washington Post.
Sin que se conozca exactamente por qué el FBI tomó interés en el autor colombiano, García Márquez se suma a la lista de otros grandes autores, como los estadounidense Ernest Hemingway y John Steinbeck, entre otros, que fueron blanco de las operaciones de espionaje de la agencia federal, a veces sin pruebas de actividades sospechosas.
Citando 137 páginas desclasificadas por el FBI, y a las que tuvo acceso exclusivo, el diario indicó que el entonces director del buró en 1961, J. Edgar Hoover, ordenó que se abriera un expediente sobre el narrador y periodista colombiano cuando éste se instaló con su esposa e hijo en Manhattan y se preparaba para abrir una oficina de Prensa Latina, una agencia de noticias cubana.
FBI MANTIENE ARCHIVOS SECRETOS
El FBI aún mantiene bajo llave unas 133 páginas adicionales sobre el escritor, conocido afectuosamente como “Gabo”, pero los archivos que divulgó al diario no dan indicio alguno de que la agencia haya abierto jamás una investigación criminal en su contra, según el Washington Post.
El FBI mantuvo un archivo de García Márquez durante 24 años, aún cuando el autor de “Cien años de soledad” desarrolló una estrecha relación con líderes mundiales y obtuvo el premio Nobel de Literatura (1982) por sus novelas y cuentos que, recurriendo al “realismo mágico”, reflejaban la realidad de América Latina.
ERRORES Y BURLAS
Pero, al adentrarse en el mundo literario, el FBI erróneamente archivó los datos de inteligencia que acumuló sobre el escritor bajo el nombre de “José García Márquez”, indicó el diario. El nombre completo del autor era Gabriel José de la Concordia García Márquez.
En una ocasión, cuando un funcionario del FBI pidió actualizar fotos del escritor y periodista, los agentes “simplemente copiaron la funda de una de las novelas de mayor venta de García Márquez y la pegaron en archivo con el sello de ‘secreto’”.
Según los documentos, los agentes del FBI se burlaban de su limitado inglés, y buena parte del archivo contiene los artículos que éste escribió para publicaciones como la revista Time, el diario The New York Times y otras en español.
En un artículo publicado por Newsday en 1982, que trataba sobre la entrega del premio Nobel a García Márquez, un agente subrayó una frase que lo describía como “un amigo cercano de Fidel Castro”, que entonces gobernaba en Cuba.
SU FAMILIA A OSCURAS
En declaraciones al Washington Post, el hijo mayor de García Márquez, Rodrigo García, dijo que su familia jamás sospechó que el FBI espiaba a su padre.
Sin embargo, García, productor de cine y televisión en Los Angeles (California), recordó que su padre, en más de una ocasión comentó que, en 1960 o 1961, de camino a casa al concluir su jornada laboral, fue seguido a pie “por dos hombres que parecían comunicarse a través de silbidos”.
Irónicamente, García Márquez fue despedido por Prensa Latina en cuestión de meses porque no se le consideraba lo suficientemente “radical”, explicó su hijo, quien aseguró que el autor nunca perteneció a ninguna organización política.
“No era un miembro del Partido Comunista…había publicado algunos artículos sobre sus viajes a países socialistas que contenían reseñas mixtas. Así es que no se le consideraba un verdadero comunista, y perdió su trabajo”, dijo García.
UN ÍCONO CULTURAL
Considerado un ícono de la literatura universal, el autor de otros clásicos como “El amor en los tiempos del cólera”, “El otoño del patriarca”, y “El coronel no tiene quien le escriba”, García Márquez entabló amistad con dignatarios mundiales, incluyendo al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton (1993-2001), a quien visitó en varias ocasiones en la Casa Blanca.
García Márquez, el creador del fantástico terreno llamado “Macondo”, falleció a los 87 años de edad, el 17 de abril de 2014, en Ciudad de México.