A pesar de la firma de los 30 miembros de la OTAN para que ingresen Suecia y Finlandia, aún está pendiente la integración total tras la serie de condiciones que ha impuesto Turquía, destacando la extradición de sospechosos de terrorismo vinculados con grupos kurdos ilegalizados.
Por Raf Casert
BRUSELAS, 5 de julio (AP).— Los 30 países aliados de la OTAN firmaron el martes los protocolos de acceso de Suecia y Finlandia, lo que remitía las solicitudes de ingreso de los dos países a las capitales de los estados miembros para obtener aprobación parlamentaria.
El trámite aumentaba el aislamiento estratégico de Rusia tras su invasión de la vecina Ucrania en febrero y los combates que continúan desde entonces.
“Este es un momento de verdad histórico para Finlandia, para Suecia y para la OTAN”, dijo el Secretario General de la alianza, Jens Stoltenberg.
Los 30 embajadores y representantes formales aprobaron oficialmente las decisiones de la cumbre de la OTAN de la semana pasada, en la que la alianza tomó la histórica decisión de invitar a Finalndia, vecino de Rusia, y Suecia, un socio escandinavo, a unirse al club militar.
We just concluded an historic #NATOSummit, making our transatlantic Alliance bigger, stronger & safer. Leaders agreed to invite #Finland & #Sweden to join #NATO; a fundamental shift in our deterrence & defence; a new Strategic Concept; & more support for #Ukraine. pic.twitter.com/rM0cUR27G7
— Jens Stoltenberg (@jensstoltenberg) June 30, 2022
Pese al acuerdo en la alianza, la aprobación parlamentaria en Turquía, un estado miembro, aún podría complicar su incorporación definitiva como miembros.
El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió la semana pasada que Ankara aún podría bloquear el proceso si los dos países no cumplen por entero las exigencias turcas de extraditar a sospechosos de terrorismo vinculados con grupos kurdos ilegalizados o con la red de un clérigo exiliado acusado de un golpe fallido en Turquía en 2016.
El Parlamento turco podría negarse a ratificar el acuerdo, dijo Erdogan. Es una amenaza considerable, dado que el ingreso en la OTAN requiere la aprobación de los 30 estados miembros, lo que les da a todos derecho de veto.
Stoltenberg dijo que no esperaba un cambio de parecer. “Había preocupaciones de seguridad que debían resolverse. E hicimos lo que siempre hacemos como OTAN. Encontramos terreno común”.
Cada país de la alianza tiene distintos procesos y desafíos legislativos, y podrían pasar varios meses antes de que los dos sean miembros oficiales.
“Deseo un proceso rápido de ratificación”, dijo el Ministro finlandés de Exteriores, Pekka Haavisto. La invasión rusa de Ucrania le ha dado al proceso urgencia añadida. Su incorporación ofrecerá a los dos países el cobijo de la alianza militar occidental y dará más influencia a la OTAN, especialmente ante la amenaza militar de Moscú.
“Seremos aún más fuertes, y nuestra gente estará aún más segura ante la mayor crisis de seguridad en décadas”, dijo Stoltenberg.
La firma del martes ya acerca a los dos países al seno de la OTAN. Como socios cercanos ya habían asistido a algunas reuniones sobre asuntos que les afectaban directamente. Como invitados oficiales, pueden asistir a todas las reuniones de embajadores, aunque aún no tengan derecho de voto.