El video de ‘El Sabor Chingón de Nuestras Manos’ muestra una parte de la riqueza gastronómica y cultural de México, la comida tiene un papel fundamental y celebra las manos que cada día crean sabores y se colocan como el ingrediente clave.
Ciudad de México, 5 de junio (SinEmbargo).- El sabor de la comida mexicana es inigualable, las tortillas, gorditas, sopes, tamales y muchos otros platillos son preparados con manos mexicanas en una especie de ritual que caracteriza a la gastronomía mexicana. Con esto en mente nace ‘El Sabor Chingón de Nuestras Manos’, una campaña que enaltece la magia detrás de todas las manos que cautivan el paladar con unos ricos tacos, un delicioso guacamole y que día con día, deleitan con creaciones de otro nivel.
Cerveza Victoria nació hace 155 años y siempre ha sido una gran opción para acompañar la gastronomía mexicana. El video de ‘El Sabor Chingón de Nuestras Manos’ muestra una parte de la riqueza gastronómica y cultural de México, la comida tiene un papel fundamental y celebra las manos que cada día crean sabores y se colocan como el ingrediente clave. Este video es resultado del trabajo creativo que de Ogilvy, quienes lograron traducida la idea de las manos como parte esencial del gran sabor en un film que Oriental Films plasmó.
«Cuando por primera vez vimos ese descubrimiento me puse a pensar cómo realmente con las manos hacemos todas las cosas que nos gustan, desde dar un abrazo, una caricia, desde cocinar, comer y dije aquí hay algo que conectó bien con la campaña porque me hizo sentido a un nivel personal», señaló Martín Raygoza, Director de Cerveza Victoria, en entrevista a SinEmbargo.
Martín sabe que no hay nada como la comida de mamá y de la abuela, sabe que es algo que se pasa de generación en generación y que permite que algo tan importante como la gastronomía se mantenga vivo y sea una tradición. «Para mí la gastronomía mexicana representa más que sólo el sabor, representa conocimiento, representa herencia, representa amor, incluso creo que para el mexicano el regalarle a alguien una cena que tú cocinaste es una muestra de amor», dijo Raygoza.
«Es muy fácil hablar de la comida mexicana, es muy fácil hablar de la gastronomía mexicana porque es de las mejores del mundo y tiene muchísimos valores, pero entender y meterte realmente al porqué, entender de dónde viene ese valor es lo que creo que muy pocos hacen y cuando encontramos eso me hizo un match personal y con la marca», agregó Martín Raygoza.
Como parte de la campaña pronto abrirán una convocatoria con un filtro que cumpla varias características para crear una especie de guía o reconocimiento llamado ‘El sabor chingón’ en donde Cerveza Victoria reconocerá a todos los restaurantes y cocinas que enaltecen las tradiciones y herencias mexicanas gastronómicas.
«El punto de ‘El sabor chingón’, de esa guía, reconocimiento es darle esa voz a todos los lugares, grandes, chicos, reconocidos, no reconocidos, pero que la única medición que les dé el reconocimiento tenga que ver con la forma en cómo ellos han mantenido la cultura y la tradición de nuestra gastronomía», afirmó.
RUTA DE LA MILPA
Como parte de la presentación participamos en una experiencia en la «Ruta de la Milpa» que nos permitió conocer a Laurencia Meloy, mayora de los pueblos de Milpa Alta. Los maíces que conocimos, nativos de Santa Ana Tlacotenco y orgánicos, se siembran en febrero en las partes altas; Laurencia compartió que ellos cuidan mucho las semillas y todo el proceso hasta que se cosecha la mazorca en noviembre, en ese momento la mazorca está húmeda por lo que deben dejarla secar en un almacén durante 2 meses, esto quiere decir que en febrero la desgranan. Antes de almacenar las mazorcas seleccionan las mejores para la siguiente siembra.
Laurencia contó que para desgranar el maíz usan la olotera, esto se hace a mano lo que ayuda a que no se rompan los granos; la forma de usar la olotera es tomar una mazorca en cada mano y empujar hacía abajo sobre la olotera para que poco a poco los granos vayan cayendo. En la comunidad de Santa Ana Tlacotenco siembran maíz rojo, azul y blanco con hoja morada, además del cacahuazintle para los pozoles pero en menor cantidad.
Otra de las actividades fue la de hacer tortillas; el tortillero usado por Laurencia es diferente al que normalmente se conoce, ya que en esté hay que colocar la masa en la orilla de la tabla y empujar. De acuerdo con Laurencia, si se tiene una buena masa, la tortilla infla al estar en el comal, el nixtamalizado juega un papel muy importante.
Todo lo aprendido y vivido en la «Ruta de la Milpa» es un ejemplo de cómo las manos son parte esencial del sabor espectacular de la gastronomía mexicana, las personas que preparan esos deliciosos platillos forman parte de la riqueza cultural de México.
