Las roscas de cereal están hechas con tal cuidado que los arqueólogos creen que fueron usadas para algún ritual desconocido. Las rosquillas datan de entre 900 y 1.000 años a.C.
Washington, 5 de junio (EFE).- Arqueólogos han encontrado unas poco habituales rosquillas de cereales, que representan formas únicas, en una excavación de un sitio que data de la Edad del Bronce, en el este de Austria, según un artículo que publica este miércoles la revista PLOS ONE.
Los científicos han acumulado un amplio conocimiento sobre las práctica agrícolas y la dieta de los humanos a lo largo de miles de años, pero poco se conoce sobre las artes culinarias de las culturas antiguas.
Un equipo encabezado por Andreas Heiss, del Instituto Arqueológico Austríaco, que ha estado trabajando en el sitio de Stillfried an der March, unos 45 kilómetros al noreste de Viena y en la frontera con Eslovaquia, ha hallado fragmentos quemados de tres objetos con forma de anillos.
Las rosquillas de ese sitio datan de entre 900 y 1.000 años a.C., y los investigadores han determinado que el asentamiento fue el centro de un almacenamiento de grano, donde hay unos 100 pozos que, se cree, funcionaban como silos para la preservación de los cereales.
«Los panaderos prehistóricos producían mucho más que simples panes», dijo Heiss.
El análisis de los objetos confirmó que están hechos de masa derivada de cebada y trigo, y los científicos fueron capaces de concluir que esa masa estaba hecha de harina de molienda fina, moldeada con una mezcla húmeda de cereales y secada sin hornear.
Este es un proceso que debe haber consumido más tiempo que la preparación de otros alimentos encontrados en el lugar, por lo que los autores sugieren que las rosquillas de cereal no fueron hechas para ser consumidas.
Las roscas «son similares a los tarallos italianos y fueron descubiertas junto con un gran número de pesos de arcilla para los telares, con la misma forma de anillo, lo cual nos da nuevos conocimientos sobre la cultura culinaria, el simbolismo y la diversidad de comidas», añadió Heiss.
Las roscas de cereal están hechas con tal cuidado que los arqueólogos creen que fueron usadas para algún ritual desconocido, lo cual amplía la lista de formas en que las culturas de esa época usaban los productos de cereales.
Los restos de tales productos son escasos y en este artículo los investigadores indican que los estudiosos deberían analizar con más cuidado los objetos similares, hechos de plantas, que de otra manera pasan inadvertidos. EFE