John Negroponte, James Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual, Earl Anthony Wayne y Roberta Jacobson, ex embajadores de Estados Unidos en México, alertaron al Gobierno de su país del riesgo que implica imponer aranceles a su vecino del sur, tanto en lo económico como en lo político y social, y afirman que los productores y consumidores estadounidenses tienen mucho por perder.
“Nosotros, los antiguos embajadores de los Estados Unidos, hemos trabajado para transformar a México y los Estados Unidos de ‘vecinos lejanos’, como se los llamó en la década de 1980, a socios. Bajo las administraciones republicanas y demócratas, buscamos generar prosperidad en ambos países y llegamos a comprender cómo nuestras economías, sociedades y culturas están tan interrelacionadas”, establecieron en un posicionamiento conjunto.
Ciudad de México, 5 de junio (SinEmbargo).– Siete ex embajadores de Estados Unidos en México –tanto republicanos como demócratas– rechazaron este miércoles la aplicación progresiva de aranceles a su vecino del sur, con la que el Presidente Donald Trump amenaza al país que gobierna el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y calificaron ese camino como “peligroso” para ambas naciones, especialmente para los productores y consumidores estadounidenses.
John Negroponte, James Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual, Earl Anthony Wayne y Roberta Jacobson, todos conocedores de México, publicaron un posicionamiento en el que llaman al Gobierno de Estados Unidos a desvincular el comercio y la migración, y encontrar vías para abordar los problemas reales relacionados con la migración centroamericana. “De lo contrario, nos enfrentamos a perder-perder”, plantearon.
“Dañar la economía de México perjudicará su capacidad para hacer frente a los flujos de migrantes, así como el crecimiento económico que contribuyó a la migración «neta cero» que se tiene hoy desde México a Estados Unidos. México enfrentaría el imperativo político de tomar represalias contra las exportaciones estadounidenses”, advirtieron los siete ex embajadores.
Además, expusieron, en medio de la creciente batalla comercial con China, EU y México se necesitan mutuamente para comerciar, manejar el flujo de centroamericanos que huyen de la violencia en sus países de origen y luchar contra la delincuencia transfronteriza.
“Nosotros, los antiguos embajadores de los Estados Unidos, hemos trabajado para transformar a México y los Estados Unidos de ‘vecinos lejanos’, como se los llamó en la década de 1980, a socios. Bajo las administraciones republicanas y demócratas, buscamos generar prosperidad en ambos países y llegamos a comprender cómo nuestras economías, sociedades y culturas están tan interrelacionadas”, establecieron.
LAS RAZONES DEL “NO»
Además, los ex cancilleres destacaron cinco razones por las ambos países deben colaborar.
1. Los consumidores, las empresas y los agricultores de los EU enfrentarían miles de millones de dólares en costos adicionales por los aranceles que aplicara el Gobierno de Trump más que cualquier impuesto de represalia en México. Bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los sectores privados de Estados Unidos y México establecieron una relación comercial de 1 millón de dólares por minuto (678 mil millones en 2018). “Las empresas producen productos en forma conjunta, pero muchas están muy alarmadas por la incertidumbre de las nuevas tarifas amenazadas”.
2. La relación económica apoya a 5 millones de empleos en Estados Unidos. Ayuda a las empresas estadounidenses a competir contra China y otras potencias comerciales. Para los agricultores de EU, México es su mercado número tres y les compró 9 mil millones en productos agrícolas en 2017. Si EU impone nuevas tarifas debe esperar lo mismo de México en sus productos agrícolas que, además, tendrán posibilidades de encontrar nuevos mercados rápidamente.
3. Si EU y México inician un camino de duelo en aranceles, ambos volverán a centrar la atención en la construcción de la prosperidad. El presidente del Comité de Finanzas del Senado republicano, Chuck Grassley, y otros, señalan que imponer aranceles podría poner en peligro la aprobación del Acuerdo entre EU, México y Canadá (USMCA o T-MEC) para modernizar el TLCAN. Las empresas estadounidenses, los agricultores y los trabajadores perderían la opción de tener un conjunto actualizado de reglas comerciales.
4. Una batalla por el comercio y la migración socavará la confianza necesaria para forjar una asociación mejorada contra la delincuencia transfronteriza. Ese crimen alimenta las sobredosis de drogas en EU y la violencia generalizada en México. El progreso será más difícil si se percibe que Estados Unidos daña los empleos mexicanos con aranceles.
5. México soporta una carga significativa de estos flujos migratorios. El Secretario de Relaciones Exteriores de México dice que más de 25 mil solicitantes de asilo están esperando en México las acciones de las autoridades de los EU, y 24 mil han solicitado refugio en México este año. El Gobierno mexicano está devolviendo muchos migrantes a sus países de origen, incluso a través de la cooperación con los Estados Unidos para identificar a aquellos con conexiones criminales.
Para los siete ex embajadores de Estados Unidos en México, el número de migrantes en la actualidad requiere nuevas estrategias y más fondos, así como personal en ambos lados de la frontera, incluido el personal de EU. Para adjudicar las solicitudes de asilo, el gobierno de México debe resolver cómo proteger los derechos humanos de los migrantes, como se ha comprometido a hacer, en una situación en la que las agencias de inmigración y refugiados de México carecen de capacidad, personal o fondos suficientes.
Además, las autoridades de México están trabajando para manejar mejor la situación y dicen que ahora están deteniendo a 877 inmigrantes indocumentados por día y que han enviado a unos 80 mil a sus hogares en los últimos seis meses. Sin embargo, añadieron los ex funcionarios federales, las instituciones de México están bajo un gran estrés, y un gran número de centroamericanos todavía están llegando a la frontera de EU, lo que desató la amenaza estadounidense de aranceles.
“Las relaciones entre México y Estados Unidos afectan la vida cotidiana de los estadounidenses más que las relaciones con cualquier otro país debido al comercio y la inversión, las conexiones fronterizas, el turismo, los lazos familiares y, sí, los flujos ilícitos a través de la frontera. Lo mismo ocurre con los mexicanos”, destacaron.
Los ministros del gabinete de ambos países que se reúnen hoy en Washington tienen la oportunidad de comenzar a solucionar problemas y crear un proceso continuo para superarlos, consideraron.
“Instamos a todos los esfuerzos para aprovechar este momento con una diplomacia efectiva para construir y no destruir la confianza, y para captar y no socavar las mejoras reales en el comercio que están a su alcance a través de la USMCA [T-MEC]”, concluyeron, John Negroponte, James Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual, Earl Anthony Wayne y Roberta Jacobson.