El programa Cats Meok Bang, emitido en directo, muestra un giro en una tendencia en internet entre hombres y mujeres jóvenes surcoreanos, que observan los festines en tiempo real, al tiempo que envían mensajes y en ocasiones dinero virtual.
Por Youkyung Lee y Yong Jun Chang
JANGSEONG, Corea del Sur (AP) — Las estrellas de la última moda en internet en Corea del Sur permanecen ocultas durante la mayor parte del día. A los espectadores parece no importarles esperar horas sin que pase nada. Cuando los gatos callejeros finalmente se acercan a tomar la comida que se les ha dejado, quienes observan online quedan embelesados por sus encantos felinos.
El programa Cats Meok Bang, emitido en directo, muestra un giro en una tendencia en internet entre hombres y mujeres jóvenes surcoreanos, que observan los festines en tiempo real, al tiempo que envían mensajes y en ocasiones dinero virtual. En un país donde cada vez más jóvenes adultos viven y cenan solos, el programa se ha convertido en tan popular que algunos de los presentadores amasan fortunas más o menos grandes con el dinero virtual que le envía su público.
Mientras las estrellas de este tipo de programas buscan tener buena relación con sus seguidores, Cat TV ha ganado espectadores a pesar de la falta de novedades. Algunos fans dicen que dejaron de ver telenovelas, de leer noticias en internet o de jugar al juego de celular de turno. Uno apunta que en lugar de fumar cada vez que se estresa en el trabajo, ver a los gatos restaura su paz mental. Aunque los gatos en general han fascinado a la red, un programa para observarlos comiendo es algo inusual. Sin embargo, ha ayudado a cambiar la imagen negativa de los gatos callejeros en el país, donde tradicionalmente se les consideraba ladrones.
Cats Meok Bang, una combinación de palabras en coreano para referirse a emisión y alimentación, comenzó por accidente. Durante una visita a su suegra en una localidad de montaña en el suroeste de Corea, Koo Eun-je vio un gato en el exterior, se preguntó cómo sobrevivía y le dejó unas sobras de pescado. Al día siguiente, el gato regresó por lo que Koo siguió alimentándolo, y también a los otros que empezaron a rondar la zona. Finalmente, colocó una cámara de vigilancia y comenzó a emitir la escena por internet.
«Abrimos el canal simplemente para verlo mi esposa y yo, pero otros espectadores empezaron a verlo también», explicó Koo, de 35 años y que antes había trabajado como diseñador web, en una entrevista cerca del lago donde pesca para alimentar a los gatos. «Nos imaginamos que habría uno o dos gatos, pero ahora resulta que vienen a comer 17 gatos».
Cuatro meses después, una media mensual de 110 mil surcoreanos ven el programa y más de 10 mil de ellos es seguidor habitual. Algunos espectadores le envían dinero virtual para ayudar a cubrir sus necesidades básicas y a pagar la comida para los gatos. Otros le envían comida y condiciones. A medida que crecía la popularidad de su programa, surgió al menos otro copiando la fórmula.