Bruselas, 5 may (EFE).- Un grupo de organizaciones no gubernamentales tiene previsto denunciar el despliegue de militares en las calles de Bruselas, Amberes y Lieja para vigilar lugares «sensibles», medida aplicada desde el pasado enero dentro de un plan antiterrorista del Gobierno belga.
Según han indicado hoy la Coordinadora Nacional de Acción por la Paz y la Democracia (CNAPD), la organización Vrede VZW (Paz, en flamenco), la Liga de los Derechos del Hombre y la Red de Abogados por el Progreso, la presencia militar en las calles instaura «un clima de miedo permanente y una atmósfera social deletérea y aumenta el sentimiento subjetivo de inseguridad».
Las organizaciones creen además que la normalización de la presencia del Ejército en las calles hace temer que se recurra a los militares durante los momentos de tensiones sociales o políticas.
Asimismo, las ONG opinan que el despliegue de militares en las calles es ilegal, ya que la normativa que lo regula lo somete a una doble condición: la existencia de una amenaza inminente y la ausencia de medios suficientes de la policía local y/o federal para responder al nivel de la amenaza.
El ministro belga del Interior, Jan Jambon, del partido nacionalista flamenco N-VA, considera sin embargo que este despliegue está «totalmente cubierto desde el punto de vista legal» y que los soldados son aptos para asegurar este tipo de misiones, informa la agencia Belga.
Jambon estima que la disposición a la que se refieren las ONG para rechazar la presencia militar en las calles no es pertinente en este caso dado que es una decisión adoptada por el Gobierno, «que siempre tiene el derecho de hacerlo, y sin duda en circunstancias particulares», según ha dicho en una entrevista en Radio 1.
«Actualmente nos encontramos en una situación excepcional», ha añadido el ministro, quien ha insistido en que el despliegue «está totalmente cubierto desde el punto de vista legal».
El nivel de alerta terrorista en Bélgica se elevó al nivel 3 después del desmantelamiento de una supuesta célula yihadista en el país el pasado enero, quedando a un peldaño del máximo.
Alrededor de 300 unidades militares fueron desplegadas entonces para proteger «objetivos potenciales», incluidas sinagogas, embajadas y edificios institucionales.
Pese a que hace dos meses el grado de alerta fue rebajado al nivel 2, los soldados siguen estando desplegados en algunos lugares considerados sensibles. EFE