Lo más importante es no dejar pasar la aparición repentina de un bulto en la piel, y sobre todo no retirarlo sino hasta después de consultar a un experto. A continuación, información importante sobre papilomas y otros bultos benignos en la piel.
Por Consumer Reports
Ciudad de México, 5 de abril (SinEmbargo/LaOpinión).- Es natural que con los años aparezcan protuberancias e imperfecciones nuevas en tu piel. Las neoplasias comunes que se describen en este artículo normalmente se pueden dejar resolver por sí solas. En el caso de algunas de ellas, es mejor que las dejes en paz. Si prefieres que te las quiten, es crucial que lo hagas de la manera más segura posible y que acudas al profesional correcto.
Hoy en día, los médicos de familia y los esteticistas (personas que aplican faciales, exfoliantes y otros tratamientos en la piel) promueven este tipo de atención, en ocasiones ofrecen hacerlo con poderosos láseres. Incluso las clínicas de atención médica en Walgreens ofrecen remover los papilomas cutáneos.
Sin embargo, “nunca pidas que te remuevan nada de la piel sin antes consultar a un dermatólogo”, señala la doctora Jessica Krant, M.D., dermatóloga y miembro de la junta de asesoría médica de Consumer Reports. La Academia Estadounidense de Dermatología concuerda, y nos advierte sobre los riesgos de pedir a alguien que no sea un dermatólogo que remueva una neoplasia (crecimiento o tumor).
Una de las principales razones: los tumores cancerosos pueden parecer neoplasias benignas. Además, hay investigaciones que han encontrado que las personas que no son dermatólogos a menudo no las detectan. “Estos profesionales médicos no están capacitados en dermatología”, señala la doctora Lauren Ploch, M.D., miembro de la Academia Estadounidense de Dermatología. “En algunos casos, puede que solo hayan tomado un curso de un fin de semana. Me preocupa que no noten algo o que lo traten de forma inapropiada”.
Cuando los médicos de familia deciden referir a las personas con un dermatólogo para que evalúe una marca sospechosa, a menudo encuentran que es benigna.
CUATRO NEOPLASIAS COMUNES
DERMATOFIBROMAS
Estas protuberancias redondas, duras, de color café rojizo pueden tener el centro hundido. En la mayoría de los casos aparecen en las piernas o los brazos y pueden desarrollarse luego de una picadura de un insecto o de cortarse al afeitarse.
Remoción segura: Lo mejor que puedes hacer es no tocarlos. “Removerlos a menudo deja una marca peor”, indica el doctor Bruce Robinson, M.D., dermatólogo del Lenox Hill Hospital en New York City y portavoz de la AAD.
Si el fibroma está en un área sensible o causa comezón o sangrado, un dermatólogo puede removerlo quirúrgicamente. No es posible rasurarlo, cortarlo con tijeras o borrarlo con un láser. ¿Lo pagará el seguro? Es posible, pero solo si es muy grande o si cambia de forma y luce sospechoso.
QUISTES EPIDERMOIDES
Estas protuberancias de color carne se presentan más a menudo en la cara, el cuello, la espalda o el tórax. Algunas se infectan y revientan.
Remoción segura: En caso de un quiste infectado, puede ser necesaria una incisión y drenaje. Una vez que la infección disminuya, el quiste se puede remover quirúrgicamente. ¿Lo pagará el seguro? Si es grande, está infectado y es doloroso.
QUERATOSIS SEBORRÉICA
Estas son neoplasias cerosas de color negro, café o canela con pequeñas protuberancias que les dan una apariencia superficial similar a una verruga.
Remoción segura: Mediante crioterapia, la cual utiliza nitrógeno líquido para congelar la lesión y endurecerla, provocando que se caiga. Otra opción es la cauterización (calentamiento) con una herramienta quirúrgica. ¿Lo pagará el seguro? Si está inflamada, da comezón o sangra.
PAPILOMAS CUTÁNEOS
Estos tallos de piel tienden a crecer en altas con mucha fricción, como la axila y el cuello. Aproximadamente la mitad de los adultos estadounidenses tienen un papiloma cutáneo.
Remoción segura: Un dermatólogo puede rasurarlas o cortarlas con tijeras y cauterizarlas para detener el sangrado de ser necesario. Evita los tratamientos de venta libre que alegan que disolverán los papilomas cutáneos. Dado que estos productos eliminan las células cutáneas, “podrías dañar el área alrededor del papiloma, lo cual podría provocar mayor cicatrización”, comenta la dermatóloga Lauren Ploch, M.D. ¿Lo pagará el seguro? Es posible, si el papiloma está irritado, enrojecido o sangra; o si luce sospechoso.
CUÁNDO CONSIDERAR UN TRATAMIENTO CON LÁSER
Pocas neoplasias cutáneas requieren tratamiento con láser. De hecho, los láseres son más propensos a causar dolor y cicatrices que congelar, cortar o rasurar una neoplasia. Es por eso que “muchos dermatólogos no sienten que sea necesario integrar el láser en su práctica médica”, comenta la doctora Lauren Ploch, M.D.
Sin embargo, estos se utilizan para tratar los hemangiomas capilares, que son protuberancias de color rojo brillante compuestas de vasos sanguíneos, a menudo en el pecho. El calor de pulso-tinte del láser provoca que la neoplasia forme un hematoma y desaparezca en alrededor de una semana.
Esta poderosa herramienta debe utilizarse con moderación, y por las personas correctas. A menudo es aceptable que personal de enfermería o técnicos lleven a cabo el procedimiento, de acuerdo con Ploch, si los han capacitado y están siendo guiados por un dermatólogo que evaluó la neoplasia. Sin embargo, el seguro no lo cubrirá.
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