Economía

Vuelos cancelados, subastas en paro y afectación turística por coronavirus enfrían la economía

05/02/2020 - 11:00 am

China ya estaba lidiando con las consecuencias de una guerra de aranceles con Washington y de un brote separado de fiebre porcina que no infecta a las personas pero ha interrumpido el abastecimiento de carne de cerdo, con la subsiguiente alza de precios.

China sufrió penurias similares durante el brote de SARS de 2003. El crecimiento repuntó rápidamente después y tuvo secuelas limitadas a nivel global.

Por Joe McDonald

BEIJING, 5 de febrero (AP).- Las actividades económicas a nivel mundial han empezado a enfriarse debido al brote del nuevo coronavirus en China.

Los criadores de visón en Dinamarca cancelaron una subasta debido a que los compradores chinos no pueden asistir por las restricciones impuestas a los viajes para contener la enfermedad.

Las aerolíneas han cancelado 25 mil vuelos hacia China, así como en el interior del país, debido a la caída de las ventas de boletos, según el proveedor de información de viajes OAG. General Motors Co., y otros fabricantes de autos han recomendado a sus empleados restringir sus viajes a China, su mercado más grande.

El martes, el enclave chino de Macao anunció que los casinos dos semanas como medida de precaución.

Por su parte, Hyundai Motors dijo que suspendería su producción en Corea del Sur debido a una interrupción en el suministro de partes a causa del brote. Dijo estar buscando proveedores alternativos en otras regiones.

Las compañías internacionales dependen cada vez más de China, la segunda mayor economía del mundo, porque se ha convertido en un importante mercado para alimentos, vehículos, boletos de cine y otros productos. Sin embargo, ello los deja más expuestas que nunca a las secuelas de esta abrupta picada.

La Muestra Aérea de Singapur, cuya inauguración está prevista para la semana entrante, anunció el martes la cancelación de una conferencia de negocios debido a la ausencia de participantes chinos.

Los ingresos por turismo en Tailandia y otros destinos en Asia, donde los chinos representan el 30 por ciento de los visitantes extranjeros, se desplomaron porque Beijing canceló la salida de grupos de turistas. Se indicó a los empresarios posponer sus viajes al exterior.

“Muchos eventos nacionales e internacionales ya fueron cancelados”, dijo Jesper Lauge Christensen, director general de Kopenhagen Fur, en un comunicado.

La cooperativa de mil 500 criadores daneses que aportan 40 por ciento de la producción global de mink canceló una subasta de 2 millones de pieles que estaba prevista para este mes. La mayoría de las exportaciones del grupo tienen usualmente como destino China y Hong Kong.

Italia podría perder este año hasta 4 mil 500 millones de euros (5 mil millones de dólares) en ingresos turísticos si los temores al virus ahuyentan a los visitantes, dijo la agencia encuestadora Demoskopika en un estudio difundido el martes.

En el lujoso distrito comercial MonteNapoleone, de Milán, decenas de marcas de lujo habían decorado sus aparadores con motivo del Año Nuevo Lunar. Sin embargo, los clientes chinos ricos no llegaron en sus números habituales.

La Cámara Nacional Italiana de Modas dijo que las ventas del sector declinarán 1.8 por ciento en el primer semestre debido al virus en contraste con el pronóstico inicial de un crecimiento de 3 por ciento.

Los visitantes chinos representan aproximadamente un tercio de todas las compras de artículos de lujo a nivel global. En Italia, los chinos gastan más que rusos, árabes y estadounidenses en conjunto.

Las autoridades chinas mantienen casi en aislamiento a Wuhan, una ciudad industrial epicentro del brote, y a otras localidades cercanas en la provincia de Hubei que conforman una región de 50 millones de habitantes.

La ciudad oriental de Hangzhou, sede de Alibaba Group y centro de operaciones de compañías de tecnología de telecomunicaciones, impuso restricciones al tránsito de personas en la ciudad y señaló que instalará retenes para detectar a transeúntes que pudieran tener fiebre si están infectados con el virus.

El Gobierno alargó la fecha de la conclusión de las festividades del Año Nuevo Lunar para mantener a las personas en sus casas y reducir el riesgo de contagios.

China ya estaba lidiando con las consecuencias de una guerra de aranceles con Washington y de un brote separado de fiebre porcina que no infecta a las personas pero ha interrumpido el abastecimiento de carne de cerdo, con la subsiguiente alza de precios.

Las calles y el metro en muchas ciudades continúan estando principalmente vacíos, aun cuando la mayor parte de China reanudó esta semana oficialmente sus labores. Miles de restaurantes y cines fueron cerrados para impedir las aglomeraciones. Los estudios de Hollywood perdieron las ventas de boletos durante el Año Nuevo Lunar, una temporada de altos ingresos para el sector cinematográfico.

Las autoridades manifestaron confianza en que China pueda capotear las dificultades más recientes, aunque los expertos proyectan que la enfermedad podría restar un punto porcentual al crecimiento económico de este año, que podría bajar a 5.2 por ciento. Ya se había pronosticado de antemano que la economía iba desacelerarse tras su crecimiento en 2019 de 6.1 por ciento, el más bajo en varias décadas.

Según analistas, entre ellos Barclays y Morgan Stanley, el brote podría deprimir el crecimiento económico global de este año entre 0.2 y 0.4 puntos porcentuales.

China sufrió penurias similares durante el brote de SARS de 2003. El crecimiento repuntó rápidamente después y tuvo secuelas limitadas a nivel global.

Esta vez, aun si China se recupera con rapidez, las secuelas a nivel mundial podrían rebasar las del SARS. Esto porque China representa en la actualidad el 16.3 por ciento de la actividad económica global, más del triple respecto al 4.3 por ciento que representaba en 2003, según el Fondo Monetario Internacional.

Las medidas contra el virus lastrarán este trimestre las actividades chinas, lo cual “apremiará a la economía global y suscitará temores en los mercados financieros”, dijo en un informe Louis Kuijs, director de economía asiática de Oxford Economics.

El aislamiento de emergencia impuesto a Wuhan, un centro industrial de 11 millones de habitantes, ha trastocado la producción de pantallas de cristal líquido y de diodos emisores de luz, según una investigación de HIS Markit. Esta situación ha deprimido el abastecimiento y propiciado alzas para los fabricantes que utilizan las pantallas en computadoras, televisiones y otros aparatos.

Aunque disminuyan las restricciones, las consecuencias podrían propagarse, deprimiendo la producción y ventas de autos, y arrastrando a la baja los precios del petróleo, mineral de hierro y otras materias primas procedentes de proveedores de Australia, Brasil y África con destino a grandes empresas en China, según los expertos.

China es el mayor importador del mundo de muchas materias primas, incluido el petróleo. El precio del crudo Brent, de referencia internacional, ha caído a unos 55 dólares el barril, desde los 70 dólares a principios de enero, debido en parte a la débil demanda china.

La baja del petróleo se traduce en gasolina más barata para los consumidores occidentales, pero perjudica a exportadores como Indonesia, que financia con el crudo escuelas, atención médica y servicios sociales.

La demanda y los precios “dependerán de la rapidez con la que el transporte y las actividades industriales se normalicen”, dijo Fitch Ratings en un informe.

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