En 2003 el virus SARS rebajó el PIB de China un 1.1 por ciento. Casi dos décadas después el país se convirtió en la segunda economía mundial. Sin embargo, brotó otro virus en vísperas del Año Nuevo Lunar. Pese al llamado de la Organización Mundial de la Salud, grandes trasnacionales, aerolíneas y hoteles están cercando los flujos comerciales y de turismo.
Ciudad de México, 5 de febrero (SinEmbargo).– El mundo se ha infectado de desconfianza y racismo hacia China, epicentro del coronavirus, que ha causado más de 500 muertes, así como desinformación y un impacto en el turismo e intercambio comercial. En el Año Nuevo Lunar no hubo el consumo esperado, se han cerrado atracciones turísticas como la Ciudad Prohibida de Pekín o el Disneyland de Shangai y empresas trasnacionales, aerolíneas y hoteles también han cercado su contacto por prevención, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reitera que es innecesario.
«Una de las diferencias entre el coronavirus de hoy en día y el SARS de 2003 es sobre todo el tamaño de la economía, el turismo, el comercio y la inversión de China», dijo Enrique Dussel Peters, economista especializado en la relación entre México y China. «Desde el 2014 la economía china ya es la más grande del mundo [en paridad de poder adquisitivo], según el Fondo Monetario Internacional. Ese es el reto».
De manera temporal, el gigante tecnológico Google cerró todas sus oficinas en China, Hong Kong y Taiwán; y otras grandes como Amazon, Apple, Microsoft, Nike, Adidas, Tesla, Starbucks, McDonald’s, Yum China (KFC y Pizza Hut), Mango, H&M e IKEA también bajaron las cortinas de sus tiendas o están restringiendo los viajes de negocios hacia allá. Walt Disney cerró sus parques temáticos de Shangai y Hong Kong; Toyota Motor restringió los viajes a China y, al igual que Samsung y la cervecera IB Inbev, detuvo operaciones en fábricas en el país asiático, el cual representa el 18 por ciento del PIB mundial.
«Considerando que alrededor del 10 por ciento del comercio de México lo realiza con China, si esto se ve interrumpido por los flujos marítimos o aéreos, por su puesto que puede afectarnos. China es el tercer destino de las exportaciones mexicanas y el 20 por ciento de las importaciones mexicanas provienen de allá», expuso Dussel sobre nuestro segundo socio comercial después de Estados Unidos.
Facebook, Alibaba, Volkswagen y Novartis pidieron a los empleados con residencia en China que trabajen en casa, HSBC mandó a cuarentena a sus trabajadores que hayan viajado recientemente al origen del virus, y Honda y Exxon Mobil limitaron los viajes con ese destino.
«El virus se transmite a través de la saliva, el líquido intersticial, etc. El paquete frío no puede permitir que el virus se adhiera al parásito y se propague al exterior. Por favor no te preocupes, ¿está bien para ti?», escribió por correo electrónico un vendedor de China a una compradora de la Ciudad de México que decidió cancelar en Amazon un paquete que venía del epicentro del virus. Los envíos desde Japón, otra nación con casos identificados, van retrasados.
La OMS declaró el pasado 30 de enero que el brote que inició a finales de diciembre en la ciudad china de Wuhan, y que se ha extendido a más de 20 países, constituye una emergencia sanitaria de alcance internacional, principalmente contra un impacto significativo en países en desarrollo con sistemas sanitarios más vulnerables.
En aquella ciudad en cuarentena productora de automóviles la mayoría de los negocios están cerrados y la demanda principal son los cubrebocas. Sin embargo, el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus ha insistido en que no hay ninguna razón para cerrarse a los viajes o al comercio internacional con la segunda economía global.
«Las reglas del juego son solidaridad, solidaridad y solidaridad, pero vemos que esto está faltando en muchas áreas», lamentó el lunes, cuando el índice chino Shanghai Composite se desplomó un 8.7 por ciento al reabrir después de las vacaciones extendidas, la mayor caída desde 2015. Más tarde se estabilizó después de la intervención del banco central para inyectar liquidez en el mercado.
Asimismo, las aerolíneas British Airways, American Airlines, United Airlines, Delta, Finnair, Air Canada, Taiwan’s China Airlines, Saudi Arabian Airlines, Turkish Airlines, Jetstar Asia, Korean Air, Lion Air, Egyptair, Grupo Lufthansa, Iberia, Air France, Seúl Air, Cathay Pacific e IndiGo cancelaron o reducido sus viajes a China.
En México, Aeroméxico e Interjet no permiten el abordaje a vuelos con destino a los Estados Unidos, a las personas que hayan pasado por territorio chino 14 días antes de su vuelo hacia el país estadounidense.
«Esto afecta a miles de vuelos todos los días, lo cual hace 15 años era muy inferior. El turismo a China alcanzó más de 150 millones de personas en 2019», afirmó Enrique Dussel Peters, del Centro de Estudios México-China (Mexichem) de la UNAM.
Como un destino importante para los viajeros de retorno, Beijing se encuentra en un «período crítico de prevención y control epidémico», al enfrentar un número ascendente de casos locales y un creciente riesgo de propagación del virus, advirtió Pang Xinghuo, subdirector del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades de la capital china.
El InterContinental Hotels permite a los clientes cancelar o reprogramar reservas en China, Hong Kong, Macao y Taiwán; y Hyatt Hotels, en Asia sin ningún costo. La Cruise Lines International Association, que representa a más de 50 líneas de cruceros, también niega el acceso a tripulación o huéspedes que han viajado por China en los 14 días anteriores, el periodo máximo de incubación del virus.
Pese a ello, «tenemos plena confianza y capacidad para minimizar el impacto de la epidemia en la economía”, dijo Lian Weiliang, subdirector de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, en una conferencia de prensa en Beijing.
Dussel expuso que en la última década la dinámica de crecimiento del PIB chino ha registrado una tendencia a la baja. «Las autoridades chinas han destacado este concepto de la ‘normalización del crecimiento chino’, es decir, de una dinámica de dos dígitos superior al 10 por ciento a una que ha ido cayendo al 6 por ciento. La expectativa para 2019 y 2020 es que la economía del país asiático creciera entre el 6 y el 7 por ciento. Todo indicaba que así iba a suceder en 2020 hasta que apareció el coronavirus. Hay algunas estimaciones que al menos en el primer trimestre la economía china crecería más bien a un nivel cercano al 4 por ciento», aseguró.
«Estamos apenas empezando y hay cantidad de expectativas, pero poner en cuarentena a una ciudad como Wuhan, de 11 millones de habitantes, afecta», estimó.
En 2003 el virus SARS, que causó la muerte de 765 personas y no llegó a México, rebajó el PIB de China un 1.1 por ciento, un 2.5 por ciento el de Hong Kong, y solo 0.1 por ciento el PIB de Estados Unidos, el principal socio comercial de nuestro país seguido de China, de acuerdo con datos de la gestora de inversiones AXA IM.
«NO TODOS LOS ASIÁTICOS SON CHINOS»
Hua Chunying, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, acusó que Estados Unidos «no ha cesado de crear y sembrar el pánico, lo que da un muy mal ejemplo». Además de la primera potencia mundial, Filipinas vetó la entrada a todos los no filipinos llegados desde China tras identificar dos casos del virus en su territorio, incluida la única muerte hasta ahora fuera de China. Japón, Singapur, Indonesia, Nueva Zelanda, Corea del Norte y Australia impusieron restricciones similares. Rusia cerró su frontera con el país.
«Esperamos que los países relevantes hagan sus juicios y respondan de forma razonable, tranquila y basada en los hechos», pidió la portavoz, quien también reconoció que Francia, Reino Unido, Japón y Corea del Sur ya les enviaron material médico como cubrebocas o guantes.
Sin embargo, ciudadanos chinos y otros asiáticos han señalado ser víctimas de racismo en Europa, Estados Unidos y Canadá. «Todos los asiáticos no son chinos, ni todos los chinos están afectados por el virus, malditos racistas», tuiteó una mujer desde Francia con el hashtag #YoNoSoyUnVirus. Restaurantes de Corea del Sur, Japón, Hong Kong y Vietnam han prohibido la entrada a comensales chinos.
En Estados Unidos, donde han habido casos, se cancelaron los festejos por el Año Nuevo Lunar. Gregg Orton, director nacional del Consejo Nacional de Americanos del Pacífico Asiático con sede en Washington, dijo que es comprensible que los eventos se cancelen por precaución.
«Queremos tomar esto en serio, pero no queremos caer en el racismo y la histeria al final del día», aseguró Orton.
Las precauciones como el uso de mascarillas se ha visto en ciudades estadounidenses con población mayoritariamente asiática en el sur de California como Alhambra, San Gabriel y Arcadia.
«El negocio está muy abajo. Todos se quedan adentro y muchas personas usan máscaras», dijo Leo Peng de Beyond Services en Alhambra, un negocio normalmente bullicioso donde las personas pueden notarizar documentos, tomar huellas digitales y usar otros servicios necesarios para obtener formas de identificación.
–con información de Xinhua, AP y EFE