El sistema identifica los compuestos inflamables en el laboratorio en menos de 15 minutos y puede ayudar a descubrir las posibles causas de un incendio.
Por Marcos Merino
Ciudad de México, 5 febrero (TICbeat/SinEmbargo).- Identificar los materiales involucrados en un siniestro resulta en muchos casos una tarea complicada e inexacta a causa no sólo de la propia naturaleza destructiva del fuego, sino también del contacto con el aire y otros materiales presentes en el incendio.
Por ello, científicos de la Universidad de Cádiz han desarrollado un método que hace uso de una «nariz electrónica» para detectar la presencia de compuestos inflamables (e identificarlos en menos de 15 minutos) en un incendio una vez finalizadas las labores de extinción. Este sistema facilita, además, apuntar la posible intencionalidad de un fuego.
“La detección inmediata tras el fuego resulta de gran utilidad, porque con el paso de las horas los hidrocarburos se transforman. Parte de sus componentes se evaporan y por esta razón, su naturaleza cambia“, explica la investigadora de la Universidad de Cádiz María José Aliaño, responsable de este trabajo. “La utilización de este dispositivo ofrece ventajas tanto en el tratamiento de la información, ya que facilita la selección de datos relevantes, como por el hecho de facilitar el tiempo necesario para salvaguardar en todo momento la seguridad de quienes realizan la toma de muestra”.
Tras realizar diversas pruebas, los expertos confirmaron que este sistema de identificación discrimina muestras de gasolina vaporizadas independientemente del soporte usado: “Observamos que, por ejemplo, seis horas después de un supuesto incendio, la gasolina había perdido la mayor parte de su intensidad y, después de este tiempo, también había cambiado su naturaleza drásticamente”.
Con estos datos, los investigadores están confeccionando una base de datos con huellas dactilares de líquidos inflamables (tanto materiales puros como combinaciones de los mismos): “La biblioteca que nos gustaría crear es incalculable porque encontraríamos desde líquidos mezclados con otros compuestos, restos que se adhieren a determinadas superficies y hasta casos en los que entran en contacto con agua o con sangre”.
Por ahora, los científicos han analizado la viabilidad de la nariz electrónica en la detección e identificación de restos de gasolina, que ampliarán al diésel y la parafina en estudios posteriores: “Comenzamos por este carburante porque es un líquido de fácil adquisición y, sobre todo, tiene un uso más extendido. Además, suele ser el origen de gran parte de los incendios intencionados”.