El ex médico del equipo olímpico de gimnasia, de 54 años, ya contaba con dos sentencias previas por sus abusos sexuales. «Esto culmina el procedimiento legal criminal que involucra a Larry Nassar. Comprendo que esto no termina con el sufrimiento físico y emocional que ha causado», declaró la jueza Janice Cunningham en una Corte de Charlotte, Michigan.
Michigan, EU, 5 de febrero (AP) — El ex médico deportivo cuyo abuso sexual serial hacia niñas y adolescentes ha sacudido el mundo de la gimnasia fue sentenciado este lunes a una tercera condena de 40 a 125 años tras las rejas por cometer abuso sexual en un centro de entrenamiento de elite en Michigan.
Larry Nassar escuchó a decenas de víctimas por dos días la semana pasada y estuvo cerca de ser agredido por un hombre cuyas tres hijas afirmaron que fueron abusadas sexualmente por el médico.
Nassar se declaró culpable de haber penetrado a atletas sin cubrirse las manos con guantes, cuando acudían a él para atender alguna lesión en Twistars, un club de gimnasia que fue operado por un entrenador de la federación de gimnasia estadounidense de 2012.
La conducta de Nassar «ha arrebatado a estas niñas y mujeres una de las cualidades humanas más importantes: la confianza», escribió la jueza Janice Cunningham.
La sentencia fue más que nada simbólica dado que el acusado de 54 años de antemano tiene asegurado pasar el resto de su vida en prisión. Antes de cumplir alguna de sus dos sentencias estatales, deberá primero cumplir una pena de 60 años en una cárcel federal por delitos de pornografía infantil.
Además de la pena que recibió el lunes en el condado Eaton, Nassar de antemano había sido sentenciado a entre 40 y 175 años de prisión por violencia sexual. Cumpliría ambas sentencias al mismo tiempo.
En un breve comunicado antes de ser sentenciado, Nassar trató de ofrecer disculpas a las víctimas.
«Es imposible expresar el cuan arrepentido estoy de todos y cada uno de los casos», declaró.
Nassar trabajó para la Universidad Estatal de Michigan y para USA Gymnastics, la federación que entrena a los gimnastas olímpicos.
Más de 260 mujeres y niñas se dijeron sus víctimas, algunas en incidentes ocurridos incluso en la década de 1990. El juez subrayó que el abuso «abarca al país y al mundo».
El viernes, Randy Margraves tuvo que ser derribado por policías antes que pudiera acercarse a Nassar en la corte. Pidió que le dieran sólo un minuto a solas en un cuarto con el «demonio».
«Esta no puede ser una sociedad sin leyes. Yo lo sé», dijo Margraves a los reporteros durante una disculpa pública. «Perdí el control, pero luego lo recuperé en una celda de detención».
El escándalo ha estallado en la Universidad Estatal de Michigan, institución que ha sido acusada de haber dejado pasar varias oportunidades de frenar a Nassar, que tenía una oficina en el campus y era una figura respetada en la medicina deportiva.
Lou Anna Simon renunció como presidenta de la universidad el 24 de enero y el director deportivo Mark Hollis hizo lo mismo dos días después.