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La nueva adaptación del célebre vampiro tiene algunos elementos que si bien están presentes en la novela, han sido ignorados por algunas adaptaciones, entre ellas se encuentra que en un comienzo el Conde es un anciano y después poco a poco recupera su juventud.
Madrid, 5 de enero (EuropaPress).- Drácula, una de las series más esperadas de la BBC, ha llegado a Netflix. La nueva adaptación del célebre vampiro corre a cargo de Steven Moffat y Mark Gatiss, quienes en 2010 fueron los encargados de actualizar al detective de Baker Street con Sherlock.
A pesar de que en esta ocasión sí se ha respetado la ambientación original de la novela – parcialmente-, existen algunas diferencias entre la obra de Bram Stoker y su adaptación a la pequeña pantalla.
En EuropaPress analizamos todas las diferencias que existen entre a la novela y su última versión de carne, hueso… y sangre.
EL CONDE DRÁCULA
Según Stoker, el infame conde poseía un espeso bigote, así como unas profundas entradas en su cabello, debido a la ausencia de pelo en las sienes.
Un par de detalles en la caracterización que prácticamente todas las adaptaciones cinematográficas, con excepciones como la de Gary Oldman y ocasionalmente la de Christopher Lee, han ignorado.
Del mismo modo, el vampiro que se muestra en la serie cuenta con características cuya invención ha sido obra del séptimo arte. Entre ellas, la célebre capa, los colmillos o la debilidad ante el sol.
Sin embargo, este Drácula contiene otros elementos que si bien estaban presentes en la novela, han sido ignorados en las demás adaptaciones.
Por ejemplo, el hecho de que en un comienzo el Conde sea un anciano, cuando Jonathan Harker va a visitarlo por primera vez a Transilvania, para después recuperar poco a poco su juventud o su capacidad para convertirse en otros seres además de los murciélagos, son elementos que solo han podido verse previamente en la versiones muy concretas del personaje, como la de Francis Ford Coppola.
JONATHAN HARKER
En la novela original, Harker es un joven abogado que viaja desde Inglaterra hasta Transilvania para llevar acabo el que cree que será el negocio de su carrera. Un extraño Conde desea arreglar asuntos legales y de logística antes de mudarse a Reino Unido, labor para la que supuestamente requiere los servicios del muchacho.
Tras su llegada al castillo que sirve de «humilde morada» al Conde, comienza a darse cuenta de que el aristócrata esconde un oscuro y perturbador secreto.
Aunque las escenas que protagoniza Harker son hasta aquí muy similares a las de la novela original, existen varias diferencias, principalmente en referencia a los intereses del abogado y cuál acaba siendo su destino.
El Harker interpretado por John Heffernan asume la misión de liberar a la mujer que Drácula tiene atrapada en su castillo, una motivación ausente en el texto adaptado.
Lo mismo ocurre con el modo en que acaba el joven tanto en el libro como en la serie. Mientras que en el material original Harker logra escapar del castillo sin que se llegue a aclarar cómo, en la serie acaba convirtiéndose en un no-muerto con características similares a las de Renfield, un sirviente del vampiro en la novela.
A pesar de esto, Harker protagoniza varias situaciones idénticas a las de la novela de Stoker, como el momento en que el vampiro destroza el espejo para que el abogado no vea su ausencia de reflejo o cuando el conde le ordena escribir varias cartas que servirán después para justificar su desaparición.
LAS NOVIAS DE DRÁCULA
Un elemento clásico de la mitología de Drácula son sus esposas. Un perverso harén de mujeres vampirizadas a las que el Conde alimenta y junto a las que viaja a Londres. En la serie, el no-muerto parece optar por la monogamia, ya que solo cuenta con una prometida a la que, a diferencia del resto de adaptaciones, tiene enjaulada como a un animal. Otro cambio es el hecho de que el Conde sea bisexual, y pueda tener prometidas de diferentes géneros, algo inédito hasta este momento
EL DEMÉTER
Uno de los nombres más célebres de la mitología de Stoker no pertenece a un mortal ni a un vampiro, sino a un barco. El Deméter es el navío en el que Drácula viaja desde Transilvania hasta Londres.
En la novela original, el personaje hace la travesía dentro de un ataúd que contiene tierra de su país de origen, condición necesaria para que este pueda conciliar su descanso. Durante este tiempo, el no-muerto solo sale para alimentarse a costa de las pobres almas de los marineros que van cayendo uno a uno durante el viaje.
Moffat y Gatiss, conocedores del cariño que los fans tienen por este pasaje del libro que apenas se reduce a unas pocas páginas, han decidido expandir la narración y mostrar a los espectadores momentos, hasta ahora inéditos, a bordo del navío.
En la serie, el Deméter pasa de ser un barco mercante a uno de pasajeros, haciendo así que Drácula navegue como un viajero más en lugar de escondido entre el equipaje de la bodega. Esto ofrece una nueva subtrama en la que puede verse al hijo de la noche destripando viajeros y que ha sido comparada por sus creadores como «una versión de Alien, el octavo pasajero«.
VAN HELSING – LA HERMANA AGATHA
Uno de los principales cambios es la ausencia del Profesor Van Helsing. El personaje al que han dado vida actores tan insignes como Peter Cushing, Anthony Hopkins o incluso Hugh Jackman ha sido sustituido en la serie por la hermana Agatha, Agatha Van Helsing.
En la novela original, Van Helsing era el sabio al que se recurría para acabar con Drácula, una responsabilidad que en la serie recae sobre la hermana Agatha, quien en la obra de Stoker solo se limitaba a cuidar a Harker después de que este huyera del castillo del Conde.
En el tercer episodio, Agatha Van Helsing desempeña prácticamente las mismas funciones narrativas que su homólogo literario. Sin embargo, y a diferencia de la novela, donde el profesor conoce al vampiro en Londres, la serie establece un encuentro muy anterior, haciendo así que la rivalidad entre ambos sea más intensa que nunca.
EL VIAJE EN EL TIEMPO
Sin lugar a dudas, el mayor cambio que hay en la serie, respecto a su equivalente literario, es el hecho de que el último episodio transcurra en el presente. Aunque otras producciones ya han flirteado con esta idea, como el final de Drácula: La historia jamás contada, nunca se había materializado de este modo.
En la serie, la travesía a bordo del Deméter no acaba del mismo modo que en la novela original. Mientras que en libro de Bram Stoker, Drácula llega sin mayor dificultad a puerto británico, en la serie, la embarcación acaba hundiéndose con el vampiro a bordo.
Un entierro marítimo en el que el Conde pasa alrededor de un siglo antes de emerger ante una Inglaterra muy distinta a la victoriana. El último episodio de la serie transcurre en la actualidad, siendo por tanto el último tercio de la serie relativamente distinto a la conclusión de la novela original.
ECOS DEL PASADO
A pesar de las múltiples diferencias, lo cierto es que la serie guarda una infinidad de similitudes con la novela de Stoker, sobre todo en su tramo final, y aparentemente, el que más cambios podría tener.
Renfield, el abogado de Drácula, así como Lucy Westenra, la nueva víctima del conde, o su prometido americano, Quincey, son todos personajes que se encuentran presentes en la obra original y, aunque hayan sido actualizados, en esencia, sus personajes son prácticamente idénticos.