Greg Abbott también fue el artífice del recurso que mantiene bloqueadas en los tribunales las medidas migratorias con las que Obama pretendía regularizar a unos cinco millones de indocumentados.
Austin (EU), 5 ene (EFE).- Horas después de que el Presidente estadounidense, Barack Obama, presentara medidas ejecutivas para mejorar el control de la venta de armas en el país, el Gobernador de Texas, Greg Abbott, amenazó con «acciones» contra esa iniciativa.
«Texas tomará todas las medidas para proteger la Segunda Enmienda y los derechos de los ciudadanos», afirmó el republicano Abbott tras criticar a Obama por «recurrir una vez más a la acción ejecutiva en lugar del proceso democrático», en referencia al Congreso.
Abbott, quien antes de Gobernador fue Procurador general, se ha caracterizado en su trayectoria política por presentar decenas de recursos judiciales contra las iniciativas promovidas por Obama.
También fue el artífice del recurso que mantienen bloqueadas en los tribunales las medidas migratorias con las que Obama pretendía regularizar a unos cinco millones de indocumentados.
Su sucesor en la Procuraduría, Ken Paxton, dijo por su parte que Texas «está lista para defenderse» de las medidas con las que el Presidente quiere mejorar el control de la venta de armas.
«Una vez más, el Presidente Obama está impulsando su agenda política personal atacando esta vez los derechos consagrados en la Segunda Enmienda. Si el Presidente está verdaderamente preocupado por nuestras escuelas y comunidades debería resolver con la misma urgencia los problemas que han hecho de nuestra frontera una burla y que invitan a infiltrarse a terroristas», dijo Paxton.
Finalmente, el vicegobernador, Dan Patrick, afirmó que la comparecencia de Obama fue un acto de «postureo político» y «más propaganda».
En la conservadora Texas los ciudadanos suelen ver con recelo las medidas promovidas desde el Ejecutivo, al que consideran intervencionista, alejado e incluso ajeno, unas percepciones que con Obama al frente se han acentuado.
Las armas han formado parte de la agenda política texana durante los últimos meses, ya que los legisladores aprobaron una medida que entró en vigor este 1 de enero y que autoriza a los ciudadanos con licencia a que porten pistolas a la vista.
Los tiroteos han sido también un problema en este estado, el más reciente ocurrió en mayo pasado en Waco, cuando 9 personas murieron y 18 resultaron heridas en una balacera entre moteros.
En 2012, tras la matanza de 20 niños y 6 mujeres en Connecticut, Obama trató de presionar al Congreso para regular la venta de armas, pero los legisladores ni siquiera aprobaron la propuesta que generaba más consenso y que buscaba implantar un sistema universal de verificación de antecedentes de los compradores.
Las medidas presentadas hoy por Obama son limitadas, ya que sus asesores han considerado que acciones como establecer unilateralmente la universalidad de la revisión de antecedentes o prohibir los cargadores de munición de alta capacidad van más allá de su autoridad legal.
Una de las medidas clave del paquete ejecutivo es la que requiere que toda persona que haga negocio con la venta de armas se registre, obtenga una licencia federal y, por tanto, asuma la obligación de revisar los antecedentes criminales y de salud mental de sus compradores.