¿Hipo en los recién nacidos? Un estudio revela que ayuda al bebé a regular su respiración

04/12/2019 - 12:05 am

«La actividad resultante de un hipo puede ayudar al cerebro del bebé a aprender a controlar los músculos de la respiración para que eventualmente la respiración pueda controlarse voluntariamente moviendo el diafragma hacia arriba y hacia abajo»

MADRID, 04 de diciembre (EUROPA PRESS).- Cada vez que un bebé recién nacido tiene hipo, desencadena una gran ola de señales cerebrales que podrían ayudar al bebé a aprender cómo regular su respiración, según un nuevo estudio del University College de Londres (UCL) publicado en Clinical Neurophysiology, basado en escáneres cerebrales de recién nacidos.

«Las razones por las cuales tenemos hipo no están del todo claras, pero puede haber una razón de desarrollo, dado que los fetos y los recién nacidos tienen hipo con tanta frecuencia», explica el autor principal del estudio, la investigadora asociada Kimberley Whitehead, del Departamento de Investigación de Neurociencia, Fisiología y Farmacología del UCL.

Los bebés prematuros son particularmente propensos al hipo, ya que pasan aproximadamente el 1 por ciento de su tiempo con hipo, aproximadamente 15 minutos al día. De hecho, el hipo comienza en el útero a las nueve semanas de edad gestacional, lo que los convierte en uno de los primeros patrones de actividad establecidos.

El presente estudio incluyó a 13 recién nacidos de una sala de neonatología que tuvieron un ataque de hipo. Los bebés eran tanto prematuros como nacidos a término, con un rango de edad gestacional de 30 a 42 semanas, por lo que su desarrollo podría reflejar lo que es típico en el último trimestre del embarazo.

La actividad cerebral se registró con electrodos de electroencefalograma colocados en el cuero cabelludo, mientras que los sensores de movimiento en los torsos de los bebés proporcionaron un registro vinculado de cuándo tenían hipo.

Los mismos investigadores han sugerido previamente que los bebés que patean en el útero pueden estar creando mapas mentales de sus propios cuerpos, y dicen que sus nuevos hallazgos pueden reflejar el mismo proceso para el cuerpo interno.

Los investigadores descubrieron que las contracciones del músculo del diafragma a causa de un hipo provocan una respuesta pronunciada en la corteza cerebral: dos ondas cerebrales grandes seguidas de una tercera.

Como la tercera onda cerebral es similar a la provocada por un ruido, el cerebro de un bebé recién nacido puede vincular el sonido del hipo con la sensación de la contracción del músculo del diafragma. Los investigadores dicen que el procesamiento postnatal de entradas multisensoriales es importante para desarrollar conexiones cerebrales.

«La actividad resultante de un hipo puede ayudar al cerebro del bebé a aprender a controlar los músculos de la respiración para que eventualmente la respiración pueda controlarse voluntariamente moviendo el diafragma hacia arriba y hacia abajo», explica el autor principal del estudio, el doctor Lorenzo Fabrizi, del Departamento de Investigación de Neurociencia, Fisiología y Farmacología del UCL.

«Cuando nacemos, los circuitos que procesan las sensaciones corporales no están completamente desarrollados, por lo que el establecimiento de tales redes es un hito crucial para el desarrollo de los recién nacidos», continúa.

La investigadora Kimberley Whitehead concluye que estos hallazgos les han llevado a preguntarse si el hipo en los adultos, que parece ser principalmente una molestia, «puede ser un reflejo vestigio de la infancia, cuando tenía una función importante».

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Europa Press
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