En 2012 el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto anunció un tren de alta velocidad que para 2018 conectaría a la capital del país con la ciudad de Querétaro. Tres años bastaron para descarrilar ese sueño que nunca abandonó la primera estación: el proyecto de planeación. En 2015, en medio del escándalo por la «casa blanca», el Jefe del Ejecutivo Federal anunció la cancelación de la licitación de la obra que se llevaría a cabo con inversión privada. Sin embargo, si se toma en cuenta la deuda que ocho ex gobernadores -también señalados por corrupción- acumularon durante sus gobiernos alcanzaría para desarrollar en más de tres ocasiones el proyecto del tren que nunca abordamos.
Ciudad de México, 4 de diciembre (SinEmbargo).- El monto de la deuda estatal generada durante la administración de ocho ex gobernadores mexicanos acusados de corrupción asciende a 186 mil 535.7 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Suma de dinero que alcanzaría para desarrollar más de tres veces el proyecto del Tren de Pasajeros de Alta Velocidad (TAV) México-Querétaro, que en 2015, fue suspendido indefinidamente por recortes presupuestarios y en medio de los escándalos de corrupción que en ese momento rodeaban al Presidente Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con la versión pública del documento “Análisis Costo-Beneficio TAV: México-Querétaro” (2014) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), el monto de inversión del proyecto asciende a «43 mil 579 millones de pesos con IVA”.
Si a ello le sumamos el costo de operación de 7 mil 723 millones de pesos, estimado por la empresa China Railway Construction Corp (CRCC) líder del consorcio que se encargaría de materializar la obra de infraestructura mexicana, obtenemos que el presupuesto inicial para la construcción del TAV es de 51 mil 302 millones de pesos.
Un monto 3.6 veces menor que la deuda contraída por los ex gobernadores de Chihuahua, César Duarte Jáquez; Coahuila, Humberto Moreira Valdés; Durango, Jorge Herrera Caldera; Nuevo Léon, Rodrigo Medina de la Cruz; Quintana Roo, Roberto Borge Angulo; Sonora, Guillermo Padrés Elías; Tamaulipas, Egidio Torre Cantú; y Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.
El proyecto para el desarrollo del TAV México-Querétaro fue anunciado en diciembre de 2012 por el Presidente Enrique Peña Nieto. La obra conectaría a ambas ciudades con un tramo ferroviario de 210 kilómetros que sería recorrido en 58 minutos, situación que beneficiaría a «27 mil usuarios diarios» que se ahorrarían “4 horas en viaje redondo”, según la SCT.
Sin embargo la construcción del tren fue suspendida indefinidamente en febrero de 2015 por recortes presupuestarios anunciados ese mismo año, según lo señalado por Luis Videgaray Caso, entonces titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Ese mismo mes, en medio de una polémica de opacidad y conflicto de interés, el Gobierno federal dio a conocer que suspendería la licitación de construcción obtenida por el consorcio de empresas nacionales y extranjeras liderado por la compañía china CRCC -del que participaba Grupo Higa (a través de su filial Constructora Teya), una empresa ligada al Presidente Peña Nieto y al escándalo de corrupción de la denominada “casa blanca” en la que se vio implicada la Primera Dama Angélica Rivera-.
En noviembre de 2015, Gerardo Ruiz Esparza, titular de la STC anunció la construcción de cuatro carriles adicionales para el transporte de carga en la autopista México-Querétaro. No mencionó el costo de la inversión.
Irónicamente el proyecto del TAV suponía el ahorro de ese tipo de inversiones. Con su construcción se hubieran ahorrado 5 mil 300 millones al evitar la ampliación de la autopista -que está programada para el próximo año-, según refiere el documento citado de la SCT.
LA DEUDA DE LOS GOBERNADORES
El incremento en la deuda estatal que acumularon los ocho ex gobernadores acusados de corrupción, lavado de dinero, delincuencia organizada y malos manejos en el país -que asciende a un total de 186 mil 535.7 millones de pesos- es más elevado que el recorte al gasto que hizo el Gobierno federal en el Presupuesto de Egresos 2017 el pasado 11 de noviembre (175 mil 849 mdp respecto a 2016), y es superior a la disminución en el gasto de operación de las dependencias de Gobierno prevista para el próximo año (de 33 mil 498 mdp).
También es superior a los 121 mil millones de pesos aprobados para la Secretaría de Salud; 2.7 veces mayor que los 69 mil millones de pesos asignados al Seguro Popular que cubre a 65 mil afiliados en el país; y 5.2 veces más elevado que el recorte de 35 mil 331 millones de pesos al presupuesto de la Secretaría de Educación Pública.
A continuación un recuento de las deudas contraídas por estos ocho políticos publicado en días recientes por SinEmbargo con datos de la SHCP.
Chihuahua: César Duarte Jáquez (PRI) incrementó el endeudamiento de la entidad en 42 mil 453 mdp -recibió la entidad con una deuda de 12 mil 547 mdp y a su salida dejó una deuda de 55 mil mdp-.
Nuevo León: Rodrigo Medina de la Cruz (PRI) aumentó a más del doble la deuda estatal con 35 mil 878.8 mdp -pasando de 27 mil 70 mdp a 62 mil 946.8 mdp-.
Coahuila: Humberto Moreira Valdés (PRI) incrementó el endeudamiento de la entidad en 35 mil 859.6 mdp -la deuda de 323 mdp que recibió, al final de su sexenio, alcanzó los 36 mil 182.6 mdp-.
Veracruz: Javier Duarte de Ochoa (PRI) aumentó la deuda de la entidad que gobernó en 24 mil 276.1 mdp -recibió una deuda de 21 mil 499.9 mdp y dejó un endeudamiento (al 31 de marzo de 2016) por 45 mil 775 mdp-.
Tamaulipas: Egidio Torre Cantú (PRI) incrementó la deuda del estado en 12 mil 511.9 mdp -pasando de un endeudamiento de mil mdp a uno de 13 mil 511.9 mdp-.
Quintana Roo: Roberto Borge Angulo (PRI) incrementó la deuda estatal en 12 mil 405 mdp -recibió una deuda total por 10 mil 37 mdp y al concluir su mandato dejó un endeudamiento por 22 mil 442 mdp-.
Sonora: Guillermo Padrés Elías (PAN) aumentó la deuda de la entidad en 11 mil 522 mdp -recibió una deuda de 11 mil 258 mdp y dejó un endeudamiento por 22 mil 780 mdp-.
Durango: Jorge Herrera Caldera (PRI) aumentó la deuda de su entidad en 11 mil 302.3 mdp durante su sexenio -recibió una deuda de 3 mil 697 mdp y a su salida dejó un endeudamiento de 15 mil mdp-.
EL SUEÑO DESCARRILADO
México pareciera ser el país de “nunca jamás”, es decir, de los “hubiera”. Si no hubiera tanta corrupción e impunidad… Si se hubiera hecho esto y aquello…
El desarrollo del Tren de Pasajeros de Alta Velocidad México-Querétaro es un ejemplo de ello.
Esta obra no sólo le hubiera ahorrado “4 horas en viaje redondo” a 27 mil usuarios diarios o hubiera evitado un desembolso de 5 mil 300 millones de pesos para ampliar la autopista.
En un documento emitido por la SCT, titulado “Investigación de Mercado para la Contratación de Servicios Integrales” para el proyecto del TAV, especifica que dicha obra de infraestructura hubiera generado 20 mil empleos directos y 41 mil indirectos.
Si uno considera los 186 mil 535.7 millones de pesos de deuda contraída por los ocho ex gobernadores mencionados -siete priistas y un panista-, deuda que es 3.6 veces más grande que el presupuesto previsto para el desarrollo del TAV, podríamos pensar que se perdió la oportunidad de generar aproximadamente 220 mil empleos.
Además, un tren de alta velocidad hubiera permitido que cerca de 18 mil vehículos dejaran de circular diariamente, lo que según el documento de la SCT, supone un decremento de 95 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2) que dichos automóviles liberan en la atmósfera, o bien, un equivalente al oxígeno producido cada día por 76 hectáreas de bosque.
Otros beneficios que hubiera traído el TAV:
-Se hubieran economizado 47 mil mdp en gastos de operación vehicular en un periodo de 15 años (3 mil 204.17 mdp por año de operación) al reducir las distancias recorridas por los conductores de vehículos particulares.
-La reducción del tiempo en el traslado de la Ciudad de México a Querétaro -de cuatro horas a poco menos de una hora- hubiera implicado un ahorro anual de 432.9 mdp -en función de la distancia recorrida- y, a lo largo de un periodo aproximado de 30 años, los ahorros en tiempo de viaje para los usuarios de red carretera ascenderían a 22 mil 641.2 mdp.
-Los usuarios de transporte público y privado (a gran escala) se hubieran visto beneficiados con la disminución de transportes en la carretera. Además el decremento en el uso de camiones de pasajeros hubiera generado un ahorro de 230 mil dólares por unidad comprada -considerando un autobús con WC y aire acondicionado-, lo que supone un gasto acumulado de 7 millones de dólares (aproximadamente 138 mdp) en un periodo de 30 años.
Por otro lado, si la corrupción no hubiera pasado tal factura millonaria, se hubiera podido construir la infraestructura necesaria para que cientos de miles de ciudadanos mexicanos se trasladaran por al menos 756 kilómetros en un transporte con tecnología de punta -considerando que el monto del endeudamiento podría generar 3.6 veces la infraestructura del proyecto TAV que contemplaba un recorrido de 210 kilómetros-.
¿A dónde podría llegar uno con una infaestructura ferroviaria de más de 700 kilómetros de longitud? Considerando una ruta basada en distancias en línea recta, hubiera sido posible -no necesariamente factible- conectar a la Ciudad de México con estados como Tabasco (710 Km), Chiapas (701 Km), Nuevo León (700 Km), Nayarit (650 Km), Tamaulipas (540 Km), Zacatecas (520 Km), Colima (483 Km), Jalisco (462 Km), Aguascalientes (427 Km), Oaxaca (367 Km), San Luis Potosí (360 Km), Guanajuato (326 Km), Veracruz (320 Km), Michoacán (270 Km), Guerrero (230 KM), entre otros.
La corrupción indudablemente nos limita como nación, como ciudadanos. Mientras México continúe siendo la tierra del hubiera, seguiremos soñando con un desarrollo más amplio.
Con información de Shaila Rosagel