Guatemala, 4 oct (EFE).- Las labores de búsqueda de las 300 personas desaparecidas por un alud que arrasó con un asentamiento y que produjo al menos 112 muertos en Guatemala se ven amenazadas por la posibilidad de nuevas lluvias, informaron hoy fuentes oficiales.
Eddy Sánchez, director del Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), explicó a Efe que esta tarde y esta noche se esperan lluvias «dispersas» en la zona afectada, ubicada en El Cambray II, municipio de Santa Catarina Pinula, a unos 20 kilómetros de la capital.
Estas condiciones, agregó, obligan a paralizar las labores de búsqueda y rescate en la zona de la tragedia debido a la inestabilidad del terreno.
Hasta el momento se contabilizan 112 muertos según las cifras oficiales, de estos, 38 están identificados (26 adultos y 12 menores) y 52 sin identificar (33 adultos y 19 menores de edad).
La cifra restante, 22, corresponde a restos humanos de los que las autoridades hasta el momento no han podido determinar ni el sexo ni la edad.
El alud se registró el pasado jueves por la noche en un barrio al sureste de la Ciudad de Guatemala, situado en medio de dos pequeñas montañas, una de las cuales se derrumbó por las lluvias y enterró a más de 25 metros de profundidad a 125 casas.
Las condiciones meteorológicas, debidas a un «cambio de viento del sur», según Sánchez, ya obligaron esta tarde a cesar los trabajos durante una media hora.
El portavoz de los bomberos, Julio Sánchez, indicó a Efe que la suspensión se produjo a las 14.30 hora local (20.30 GMT) por las lluvias registradas en la zona, pero que según terminaron, las labores de rescate se reanudaron.
El director del Insivumeh aclaró que las precipitaciones, que se prolongarán durante la jornada de mañana, no serán «ni fuertes ni copiosas, sino bastante moderadas», pero debido a que la zona es «susceptible» a deslizamientos se pueden producir más incidentes.
Aunque la cantidad de agua que se espera no es mucha y la tendencia es que disminuya a lo largo de la semana, es poco probable que se produzcan más derrumbes, aunque Sánchez advierte que esta situación puede cambiar y se puede ver afectada por la vibración de la maquinaria.
En este sentido, recordó que se recomendó que los helicópteros no sobrevuelen el área afectada.
El Insivumeh mantiene una «vigilancia permanente» en el sector afectado y prevé que las lluvias cesen de manera momentánea el próximo 9 de octubre, para terminar definitivamente la segunda o tercera semana del mes.
Sánchez reconoció que la época de lluvias de este 2015, que va de mayo a octubre aproximadamente, fue «deficitaria», pero que asentamientos como El Cambray II son más «vulnerables» a estas situaciones debido a las condiciones de extrema pobreza y a que están ubicados en laderas de pequeñas colinas.
Fuentes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) habían explicado Efe que la tragedia «se podría haber evitado» ya que estos asentamientos son una «responsabilidad compartida» de instituciones como la municipalidad, que no hace cumplir el Plan de Ordenamiento Territorial.
También afirmaron que la propia población no atiende las recomendaciones que alertan del riesgo que supone construir viviendas en barrancos o laderas.
De acuerdo con la misma fuente, solo en el área metropolitana hay 232 asentamientos considerados «de riesgo», al estar ubicados en laderas o barrancos, y se calcula que en ellos viven unas 300.000 personas.
Esta noche a las 22.30 hora local (04.30 GMT) se cumplen las 72 horas de búsqueda establecidas en el protocolo internacional, pero fuentes oficiales avanzaron a Efe que las labores de rescate continuarán, al menos, durante la jornada de mañana. EFE