«Un día de elecciones nunca es un día triste», dijo Costa, quien votó en un colegio electoral de Sintra, en los alrededores de Lisboa, sobre las 11.00 horas locales (12.00 GMT) acompañado de su mujer.

«Hacía tiempo que no había unas elecciones en las que cada voto fuese tan decisivo», comentó en declaraciones a periodistas, en las que también animó a los portugueses a ejercer su derecho al voto «con sentido de la responsabilidad».

A pesar de que las encuestas sólo otorgan al Partido Socialista cerca de un 30 % de los votos -frente al 35 % de la coalición conservadora del primer ministro, Pedro Passos Coelho-, el líder socialista aseguró que afronta los comicios con «gran optimismo».

«La campaña electoral reveló que los portugueses tienen muchas ganas de cambiar de política y de Gobierno», consideró.

Pocos minutos después, el secretario general de los comunistas, Jerónimo de Sousa, ejerció su derecho al voto en un colegio electoral de Santa Iría da Azoia, también cerca de Lisboa, y aseguró que la campaña electoral ha «revigorizado» su confianza.

«Estas elecciones pueden determinar mucho la vida política nacional de los próximos años», consideró el líder de la coalición de comunistas y ecologistas, a quien las encuestas otorgan cerca de un 10 % de los votos.

De Sousa se negó a comentar si después de esta noche podría ocupar un cargo de ministro en un Gobierno socialista, una pregunta que tampoco quiso responder la portavoz del marxista Bloque de Izquierda (BE por sus siglas en portugués), Catarina Martins, que votó en Vila Nova de Gaia -cerca de Oporto- pasadas las 11.00 horas.

«La abstención no es una forma de construir soluciones», defendió la líder bloquista, a quien los sondeos otorgan alrededor del 5 % de los votos.

Casi 9,7 millones de portugueses -de los cuales unos 240.000 residen en el extranjero- están llamados hoy a las urnas para elegir los 230 diputados que compondrán la Asamblea de la República entre las dieciséis candidaturas políticas que se presentan a las elecciones.