Moscú, 4 oct (EFE).- Rusia aseguró hoy que utiliza bombas guiadas de alta precisión en su campaña de bombardeos aéreos contra las posiciones del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y de otras organizaciones yihadistas en Siria.
«Los misiles J-29 están equipados con cabezas auto-guiadas por láser. Cuando tiene lugar el lanzamiento, el piloto ilumina el objetivo con el láser, mientras el avión puede continuar su maniobra», dijo Ígor Klimov, portavoz de las Fuerzas Aéreas rusas, a medios locales.
Los J-29 (AS-14 Kedge, según la terminología de la OTAN) tienen una desviación máxima del objetivo marcado de unos dos metros.
«La masa de la cabeza del misil es de 500 kilos. Es capaz de golpear objetivos con la máxima precisión», explicó el coronel ruso, quien agregó que dicho cohete también tiene efectos explosivos y rompedores (metralla).
El oficial, quien hizo estas afirmaciones en la ciudad siria de Latakia, en cuyo aeropuerto está emplazada la aviación rusa, precisó que los J-29 equipan los bombarderos Su-24 y Su-34.
De esta forma, Rusia salió al paso de las críticas vertidas por Estados Unidos y el Reino Unido sobre que el Ejército ruso utiliza en Siria bombas no guiadas («Dumb bombs»), es decir, que una vez soltadas por el avión quedan a merced de la gravedad.
Esa sería la causa, según las cancillerías occidentales, de que los bombardeos rusos hayan causado varias decenas de muertos desde el inicio este miércoles de la intervención rusa en el país árabe.
Moscú insiste en que sus ataques aéreos contra las posiciones del EI son altamente precisos y para ello ofrece diariamente dos partes que incluyen imágenes grabadas por satélites o drones.
Según informó ayer el Estado Mayor ruso, los bombardeos han obligado a los yihadistas a abandonar sus posiciones y batirse en retirada.
«Los servicios de inteligencia han informado de que los guerrilleros están abandonando los territorios bajo su control. En sus filas cunde el pánico y la deserción. Cerca de 600 mercenarios han abandonado sus posiciones e intentan llegar a Europa», dijo Andréi Kartapólov, subjefe del Estado Mayor.
El general destacó que Rusia ha logrado «minar la base técnico-militar de los terroristas y también reducir en gran medida su potencial de combate» y adelantó que «los ataques no sólo continuarán, sino que se incrementará su intensidad».