Kabul, 4 oct (EFE).- Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció hoy que ha dejado de estar operativo el hospital de Kunduz (norte de Afganistán) bombardeado ayer durante un ataque aéreo estadounidense, en el que murieron 12 miembros de su personal y 7 pacientes.
«El hospital de MSF en Kunduz ya no está operativo. Algunos miembros de nuestro personal médico están trabajando en dos hospitales a los que fueron trasladados algunos heridos», afirmó Kate Stegeman, portavoz de la ONG en Afganistán, en su cuenta de Twitter.
Las imágenes difundidas tras el ataque, perpetrado durante la madrugada de ayer, mostraban parte del austero centro sanitario de planta baja calcinado por las llamas, mientras los supervivientes se amontonaban en las zonas que no habían sido dañadas.
El hospital, el único con servicios de traumatología y cirugía en toda la región y en el que trabajaban 80 miembros de MSF, atendía a un centenar de pacientes en el momento del bombardeo, según la ONG.
«Además del fallecimiento de colegas y pacientes, este ataque ha cortado de golpe el acceso a los servicios de traumatología de la población de Kunduz justo cuando más lo necesitaban», aseguró en un comunicado la presidenta de MSF-Bélgica, Meinie Nicolai.
Lajos Zoltan, un enfermero de MSF que se hallaba en el hospital en Kunduz en el momento del ataque, narró tras el bombardeo que el centro sanitario, en el que había trabajado desde mayo, era el único en el que podía ser atendida la población y «ahora ya no existe».
El enfermero relató, según recoge MSF en un comunicado, cómo al finalizar el bombardeo salió del refugio en el que se encontraba durmiendo cuando empezó el ataque y se encontró «el hospital destruido, en llamas».
«Intentamos echar un vistazo en los edificios que ardían. No existen palabras para describir lo horrible que fue. En la Unidad de Cuidados Intensivos seis pacientes ardían tumbados en sus camas», explicó el enfermero, aún conmocionado.
MSF aclaró que entre los siete pacientes que murieron en el bombardeo había tres niños y añadió que además 37 personas se encuentran heridas de gravedad, la mayor parte de las cuales fueron trasladadas al centro de Puli Khumri, situado a dos horas de Kunduz.
El Gobierno afgano reconoció que el bombardeo fue obra de las fuerzas aéreas estadounidenses después de que «entre 10 y 15 terroristas» talibanes, que fallecieron en el ataque, se refugiaran en el hospital.
Un portavoz militar estadounidense en Afganistán confirmó que se había realizado un ataque en Kunduz a la misma hora en la que MSF informó del bombardeo y señaló, sin entrar en detalles, que la acción pudo producir «daños colaterales a un centro médico cercano».
El bombardeo se produjo en el marco de la toma de Kunduz el pasado lunes por los talibanes, la victoria más importante de los insurgentes desde que fueron desalojados del poder en 2001, y la posterior reconquista el jueves de la ciudad por parte de las tropas afganas, con apoyo aéreo estadounidense.