En dos sesiones, el crudo nacional levantó 2.56 dólares respecto al último dato de la semana anterior. El 28 de febrero el barril de petróleo mexicano se vendió en 39.76 dólares y el 5 de marzo cotizó hasta los 40.32 dólares.
El precio del barril de referencia estadounidense avanzó por las estimaciones de que durante la semana pasada se produjo una importante caída en las reservas de crudo del país.
Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo/EFE).- En una jornada marcada por las esperanzas entre los productores de que pronto se alcance un acuerdo entre demócratas y republicanos en Washington respecto al nuevo paquete de estímulos para paliar los efectos económicos del coronavirus, la mezcla mexicana anotó su mejor dato desde febrero.
Al cierre de las cotizaciones, el barril de petróleo de exportación de Petróleos Mexicanos se vendió en 39.50 dólares, un avance de 1.15 puntos porcentuales, equivalentes a 45 centavos. Con la subida registrada la jornada anterior, en un par de días el crudo nacional levantó 2.56 dólares respecto al último dato de la semana anterior.
El petróleo mexicano sólo había visto una mejor jornada el 28 de febrero, cuando se vendió en 39.76 dólares por barril. El 5 de marzo la mezcla mexicana cotizó hasta los 40.32 dólares, por lo que este martes se acercó a los mejores resultados antes de los efectos de la pandemia de la COVID-19.
El petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este martes con una subida del 1.7 por ciento, hasta los 41.70 dólares el barril. Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en septiembre sumaron 69 centavos respecto a la sesión previa del lunes.
El precio del barril de referencia estadounidense avanzó asimismo por las estimaciones de que durante la semana pasada se produjo una importante caída en las reservas de crudo del país que podrían traducirse como un fuerte repunte de la demanda tras las caídas achacadas a la pandemia.
Así, analistas encuestados por S&P Global Platts auguran una caída en las reservas de crudo durante la pasada semana de unos 4,1 millones de barriles, mientras que se pronostica que las existencias de gasolina disminuyan en 1,3 millones y los suministros de destilados aumenten en 100 mil barriles.
«El petróleo nuevamente rechazó moverse en menos de 40 dólares por barril a medida que comienza a circular la noticia de que podríamos ver una reducción significativa en los inventarios de petróleo», dijo en una nota el analista de Price Futures Group, Phil Flynn.
El optimismo respecto a la recuperación de la demanda convivía con cierto pesimismo por la vuelta a los mercados de más barriles procedentes de los estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+).
El cártel petrolero a partir de agosto ha reducido su histórico recorte de producción, por lo que espera que se añadan a la oferta alrededor de 1.5 o 2 millones de barriles por día (bpd), hasta situar el recorte en unos 7.7 millones de bpd.
Además, también lastraba la subida los avances de la pandemia del coronavirus y las preocupaciones en torno a la posibilidad de que tanto Estados Unidos como Asia y Europa estén a las puertas de una segunda ola del virus.
«Agosto será un mes de cierta volatilidad de precios. (…) En Asia y Europa están aumentando las preocupaciones por el crecimiento en el número de infectados ahora, que no solo se limita solo a los Estados Unidos y Brasil, sino también al resto del mundo a través de una segunda ola», aseguró hoy en una nota la analista de Rystad Energy Paola Rodriguez-Masiu.
Por otra parte, los contratos de gasolina con vencimiento en septiembre se quedaron planos en los 1.21 dólares el galón, y los de gas natural para entrega en el mismo mes aumentaron más de nueve centavos hasta los 2.19 dólares por cada mil pies cúbicos.