Macho Man XXI, un espectáculo de danza que invita a reflexionar sobre los feminicidios en México

04/05/2019 - 6:04 pm

La compañía, que lleva el nombre de la coreógrafa, se fundó en 1994 con la idea de convertirse en un referente de la danza contemporánea en México y se ha presentado en las principales capitales de Estados Unidos, Europa, Asia y el Medio Oriente.

Por Jorge Ignacio Pérez

Miami, 4 de mayo (EFE).- La belleza de la danza y su plasticidad y virtuosismo «trabajan» para mostrar el horror en el espectáculo Macho Man XXI, una puesta en escena que firma la mexicana Tania Pérez-Salas con la que denuncia todo tipo de violencia hacia la mujer, en concreto los feminicidios ocurridos en su país.

Mediante «cuadros» que impactan visualmente, como uno de cadáveres amontonados con el que la coreógrafa no oculta una línea de conexión con las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, el montaje, de una hora de duración, llega por primera vez íntegro a Estados Unidos este sábado, luego de un largo proceso de trabajo de ocho años.

Aunque el tema de la violencia hacia las mujeres ha sido ampliamente tratado, «ni el cine ni la literatura alcanzan el impacto visual que tiene la danza en determinado momento. La danza tiene otra capa de conciencia», asegura en entrevista con Efe la directora y también bailarina.

Pero Macho Man XXI es también un divertimento, aunque parezca un contrasentido. Pérez-Salas esgrime su denuncia a través de un recorrido por la música «sana» de Latinoamérica.

La Compañía Que Lleva El Nombre De La Coreógrafa Se Fundó En 1994 Con La Idea De Convertirse En Un Referente De La Danza Contemporánea En México Y Se Ha Presentado En Las Principales Capitales De Estados Unidos Europa Asia Y El Medio Oriente Foto Efe

«Las letras de esta música no hablan de la violencia de género; hablan de las relaciones sanas latinas que son muy cachondas, que tienen una feminidad y una masculinidad muy propias», explica la coreógrafa.

En Latinoamérica, en su opinión, «los hombres se han apropiado de esa belleza masculina de la mujer».

«Me fascina particularmente la relación entre una pareja latina. Descubrí que en la música, entre líneas, hay un sentido del humor que tiene mucho que ver con el machismo y con esa alegría en la relación, que puede ser muy ligera pero también puede tratarse de un amor eterno», matizó.

Trece bailarines, entre hombres y mujeres, dan «vida» a este espectáculo que de acuerdo con Pérez-Salas fue creándose con el tiempo, en la medida en que «llegaban los dineros».

La compañía, que lleva el nombre de la coreógrafa, se fundó en 1994 con la idea de convertirse en un referente de la danza contemporánea en México y se ha presentado en las principales capitales de Estados Unidos, Europa, Asia y el Medio Oriente.

Macho Man XXI significó un proceso muy personal para Pérez-Salas, quien es madre divorciada y se identifica como «defeña» (por el sitio donde nació y vive, la capital de México, anteriormente llamada DF).

«Yo viví en una familia donde éramos muy liberales, éramos puras mujeres y de pronto, sin querer, por error, sin conocimiento, estuve envuelta en una relación que tenía unas patologías brutales, y fue muy difícil porque es un círculo vicioso, dejas de crear tu camino, estás simplemente sin moverte», confiesa.

«Tienes que hacer modificaciones para que el otro no llegue a un estado de neurosis y te vuelvas culpable de su estado y de la zozobra en general», asegura la mexicana.

Macho Man XXI, que en la boca de su directora se pronuncia «equis equis uno», habla de la cotidianidad, de lo que pasa durante el día y la noche.

«Esto es un tema que no tiene cupo limitado. Es para los ricos, para los pobres, es algo que te enseña, lo mismo a un rey que a un albañil. ¿De dónde surge esta locura de maltratarlas, violarlas, cortarlas en pedacitos, hacer bultos de mujeres muertas?», pregunta la autora.

«En México desaparecen mujeres, hombres y niños, pero en esta obra desaparecen las mujeres», remarca.

«Son estas las muertas de Juárez. Son mujeres de diferentes edades, de diferentes características, algunas turistas y otras oriundas. No hay interconexión entre ellas pero tampoco hay investigación. ¿Por qué no podemos saber la verdad sobre algo tan cotidiano?», vuelve a preguntar.

Según el recuento de la ONG local Red Mesa de Mujeres, de 1993 a 2017 se registraron más de mil 600 feminicidios en Ciudad Juárez. Los peores años fueron 2010 y 2011, con 191 casos cada uno.

«Yo de niña veía a mujeres empoderadas en la televisión y me pareció que era divertido plantear el contraste: ¿tienes que recorrer tanto y llegar a la televisión para empoderarte y ser una mujer que avanza?», cuestiona nuevamente Pérez-Salas.

Con solo dos funciones este fin de semana en el Auditorio del Condado de Miami Dade, la obra hilvana cuidadosamente ocho escenas y 15 piezas de música latinoamericana, entre ellas un vallenato, un bossa nova y la impresionante interpretación de «La llorona» de Chavela Vargas.

Sobre el desconcierto que cobran sus imágenes, Pérez-Sala es directa:

«Los cuerpos apilados siempre son un horror y a México le ha tocado tenerlos en muchas ocasiones. Yo le digo a los bailarines: ‘ustedes son unos perros de la calle que mordisquean toda la basura que hay. La muerden, regresan y le jalan el pelo; regresan y hablan con el cadáver. Nadie los ven en la oscuridad de la noche'».

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