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La intérprete recuerda con humor todo lo que se ha especulado en las redes sobre cuál sería su papel en la serie de Netflix, aunque ninguna teoría se ha terminado acercando a la realidad: «Mucha gente apostaba cosas, se jugaba lo que fuera por sus teorías. Muchos decían que era policía, y nada que ver. Se siente…».
Ciudad de México, 4 de abril (ElDiario.es).– El fichaje de Belén Cuesta por La Casa de Papel era secreto que se guardó bajo llave durante meses. Nos enteramos de su participación al verla en pantalla en la parte tres, y no se sabía ningún detalle de Manila -su nombre en la banda- hasta la recta final de la cuarta temporada, que llegó a Netflix este viernes.
«Al principio fue muy raro tener que estar callada, pero también ha tenido su punto divertido. Tengo amigos que son muy fans y han intentado sonsacarme información, pero no me he vendido», cuenta entre risas la actriz a ElDiario.es en un junket de prensa más particular que de costumbre debido al confinamiento.
La intérprete recuerda con humor todo lo que se ha especulado en las redes sobre cuál sería su papel en la serie de Netflix, aunque ninguna teoría se ha terminado acercando a la realidad: «Mucha gente apostaba cosas, se jugaba lo que fuera por sus teorías. Muchos decían que era policía, y nada que ver. Se siente…».
MANILA, EL «AS EN LA MANGA» DEL PROFESOR
Ahora ya sabemos que ella es Manila, «el as en la manga que se ha guardado El Profesor por si las cosas empeoraban». Durante cuatro capítulos de la última temporada, Belén Cuesta se ha limitado a ser «como una cámara de vigilancia por si la cosa se ponía fea»: «Tenía un punto de ser espectadora que como actriz también ha sido divertido de hacer», confiesa.
Al preguntarle por qué tarda tanto en explotar, el guionista Javier Gómez Santander apela a la forma que tiene la serie de trabajar los personajes: «No solemos hacer que todos exploten juntos porque habría tanto ruido alrededor que no verías ninguna de las explosiones. Marsella o Gandía son un ejemplo perfecto», explica.
«AL FINAL SOY UNA MUJER QUE INTERPRETA A OTRA MUJER»
Tras conocer a Manila, muchos espectadores pueden preguntarse por qué se ha elegido a una actriz cisgénero para interpretar a una mujer transgénero y no a una de las intérpretes trans que piden un hueco en nuestra ficción. Álex Pina, el creador de La Casa de Papel, lo explica así: «Desde que trabajó con nosotros en Vis a Vis queríamos recuperarla para otro proyecto y era complicadísimo. Cuando conseguimos abrir un hueco era cuando estábamos terminando la parte tres y realmente el personaje vino casi después».
El productor y guionista defiende que «en nuestras series intentamos buscar esa normalización» y que en los otros proyectos que prepara para Netflix (White Lines y Sky Rojo) «hay personajes transexuales interpretados por actrices transgénero», pero que en este caso «fue sobre la marcha». «Sabemos que el colectivo de actores y actrices transgénero tienen esa reducción de espacio y en este caso fue una cosa excepcional». Además, se muestra «muy orgulloso del trabajo que hace Belén, ha bordado el personaje».
Belén Cuesta, por su parte, también comparte que «desde Vancouver siempre han dado visibilidad en todos sus proyectos» y que las únicas dudas que tuvo cuando aceptó el personaje «eran sobre cómo iban a plantearlo desde el guión». «En el momento en el que entendí el respeto máximo y la importancia de lo que se estaba contando, me pareció algo positivo (…) Estoy haciendo de una mujer trans siendo mujer cis, pero al final soy una mujer que interpreta a otra mujer. Me quedo con eso y con la alegría de poder hacer una mujer así», asegura.
LA ESPINITA DE VIS A VIS
En La Casa de Papel, tanto la actriz como el creador se quitan la espinita que les dejó Vis a Vis, donde Belén Cuesta era asesinada en el primer episodio. «Me quedé con ganas de más», recuerda. «Más allá del fenómeno que es esta serie, la ilusión de fichar era por volver a trabajar con este equipo y por hacer algo muy diferente a lo que estoy acostumbrada», explica.
La intérprete asegura que «en esta temporada no dejan de pasar cosas que son muy sorpresivas» y no piensa en el futuro, ni en el colectivo ni en el individual. «Lo importante es lo que esta serie ha sido y lo que es todavía».
