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Redacción/SinEmbargo

04/03/2017 - 7:10 am

Corrupción en Pemex / Juguemos a la «Icazita» / Las facultades mentales de Moreira

Corrupción en Pemex El caso de la constructora brasileña Odebrecht cada vez toma más fuerza y parece que en México se vislumbran algunas iniciativas para investigar como ya lo hacen los países de América Latina involucrados en actos de corrupción. En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: «después del expediente Odebrecht, […]

Corrupción en Pemex
El caso de la constructora brasileña Odebrecht cada vez toma más fuerza y parece que en México se vislumbran algunas iniciativas para investigar como ya lo hacen los países de América Latina involucrados en actos de corrupción. En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: «después del expediente Odebrecht, sobre la constructora brasileña que pagó sobornos en al menos 11 países de América Latina —incluido México, a un funcionario de Pemex— para obtener contratos, la Comisión de Investigación del Funcionamiento de Organismos Descentralizados y Empresas de Participación Estatal de la Cámara de Diputados, encabezada por el perredista Waldo Fernández, prepara reuniones con los titulares de la Secretaría de la Función Pública, Arely Gómez, y de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, para que expliquen las labores que han llevado a cabo en sus dependencias para combatir la corrupción en Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, nos adelantan. ¿Hasta dónde llegará la presunta corrupción en la petrolera mexicana? Lo sabremos a finales de mayo…»

Las candidaturas la gubernatura del Edomex
Los que ya tienen candidatos para contender por la gubernatura del Estado de México son el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN). En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: «luego de que el PRI ya entregó la constancia de validez a Alfredo del Mazo como candidato a la gubernatura del Estado de México, este domingo a las 11 de la mañana el líder del PAN, Ricardo Anaya, oficializará en un hotel de Toluca “la designación” de la candidatura —con la toma de protesta— a la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota. El tricolor ya presume que Del Mazo fue avalado con el voto a favor de más de 26 mil 180 delegados y no por dedazo, mientras que en el PAN argumentan que se privilegió el resultado de encuestas internas que ubican a la ex secretaria de Estado como la más conocida y mejor posicionada entre los panistas mexiquenses».

También, en el periódico Excélsior, el periodista especializado en temas parlamentarios, Francisco Garfías, escribe principalmente sobre la toma de protesta de Vázquez Mota: «nos adelantan que la toma de protesta de Josefina Vázquez Mota como candidata del PAN al gobierno del Estado de México se llevará a cabo este domingo al mediodía en la ciudad de Toluca. Diez gobernadores ya confirmaron su asistencia. La plana mayor del partido también. Senadores y diputados estarán presentes. ‘La intención es mostrar el músculo azul’, nos dicen. La convocatoria que lanzó el Comité Estatal del PAN, sin embargo, no incluye a los medios. Los dirigentes quieren cuidar las formas. No vaya a ser que lo sancione el INE por ‘actos anticipados de campaña’. Pero si los reporteros y camarógrafos llegan al acto, tendrán libre acceso».

Juguemos a la «Icazita»
El periodista Hugo García Michel, reflexiona en Milenio sobre la candidatura independiente a la Presidencia de la República de Emilio Álvarez Icaza, misma que «muchos comentaristas ya tenían previsto y que él había negado sistemáticamente […]. El caso es que el antiguo presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y, más recientemente, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, esa que tanto ha complicado las investigaciones sobre el destino de los 43 normalistas de Ayotzinapa quién sabe con qué fines (bueno, algunos dicen que el fin principal era, precisamente, el lanzamiento de Álvarez Icaza a la grande), ya está en la misma fila de Jorge G. Castañeda, El Bronco, don Noroñas, el joven Kumamoto y Denise Dresser, más los que se acumulen esta semana. Con su look a la Panchito Madero, don Emilio ya pintó su raya con respecto a AMLO, al decir que éste […] forma parte de la misma clase política […] a la que tanto critica y que por ello se deslinda de él para conformar un nuevo ‘movimiento’ que por ahora no pasa de ser una etiqueta más en el proceloso mar de la polaca a la mexicana: Ahora. Ahora o nunca, parece decir este sociólogo y maestro en Ciencias Sociales, quien se muestra muy seguro de captar el voto de las mayorías, algo que todos sabemos no habrá de suceder. Lo que sí sabemos es que le puede robar algún pequeño porcentaje de sufragios al dueño de Morena, cosa que tiene un tanto afligidos a éste y a sus simpatizantes, a quienes yo diría que no se angustien, porque no es imposible que al ver sus mínimas probabilidades de ganar, Emilio decida sumarse al carro del tabasqueño y negociar con éste su futuro. Algo parecido a lo que ya anunció (pero sin candidatura independiente de por medio) el senador Miguel Barbosa con todo y su bici eléctrica».

Núremberg
Las medidas adoptadas por el gobierno de Trump contra los migrantes que viven en Estados Unidos son el tema de análisis hoy más que nunca. La percepción es que han sucedido en otros momentos de la historia y que, de no tener una postura firme, pueden repetirse aunque con otros matices. En Reforma, el escritor Jorge Volpi, escribe que: «el 15 de septiembre de 1935, convocado por el Partido Nacionalsocialista Alemán […], el Reichstag aprobó la Ley sobre ciudadanía del Reich y la Ley para la protección de la sangre y el honor alemanes […]. Las Leyes de Núremberg regulaban minuciosamente la relación entre los sujetos con sangre alemana […] con los judíos, a los que se agregarían luego los gitanos, los negros y sus ‘bastardos’. En el kafkiano inventario destinado a diferenciar estas razas, establecían quiénes podían ser considerados ciudadanos de pleno derecho […] y los que perdían la ciudadanía […]. Según afirmó Hitler tras los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, las nuevas leyes tenían como objetivo que los no ciudadanos (es decir, judíos y gitanos) abandonasen cuanto antes las fronteras del Reich. […]. Los que se quedaron, como sabemos, sufrieron un destino aún más cruel […]. Pero no es necesario adelantarnos a ese momento. Mejor quedémonos en esos oprobiosos meses que corrieron de 1936 a 1939 para compararlos con lo que sucede, hoy, en Estados Unidos. En un desasosegante eco de lo que ocurre en nuestros días, muy pocos ciudadanos alemanes se opusieron con firmeza a las Leyes de Núremberg […]. Resulta absolutamente increíble constatar que un impulso semejante reine hoy en Washington, donde Donald Trump y sus secuaces han firmado regulaciones que recuerdan a las infames Leyes de Núremberg […]. Igual que entonces, miles de familias asentadas en aquel país desde hace años, que no han hecho más que emigrar en busca de una vida mejor, viven en el pánico ante las redadas y detenciones masivas anunciadas […]. Pero lo más alarmante es que el resto del mundo -incluido el propio gobierno mexicano- no repare en el aciago paralelismo y no denuncie con toda la energía posible y ante todas las instancias internacionales esta aproximación al fascismo que desprecia las vidas de millones y que, como entonces, usa todo su arsenal propagandístico para hacernos creer que los inmigrantes son ‘ilegales’ o que su expulsión es un asunto de política interna en la que no debemos involucrarnos».

Las facultades mentales de Moreira
En estas últimas semanas Humberto Moreira se ha sometido a estudios psicológicos para demostrar el «daño moral» que le causaron las palabras que usó el periodista y analista Sergio Aguayo en una de sus columnas. En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: «a ver si el ex gobernador de Coahuila Humberto Moreira no acaba con una camisa de fuerza y en un cuarto de paredes acolchonadas. Ya se supo que fue sometido a una evaluación psicológica por el caso legal que trae contra el investigador Sergio Aguayo, y a otro estudio sobre sus facultades mentales en el pleito que trae en tribunales con Pedro Ferriz. Sin duda sería muuuy interesante conocer ambos resultados, nomás para ver si la mente del profesor Moreira es consistente… o si resulta un extraño caso como el del Dr. Jekyll y Mr. Hyde».

¿Independencia judicial?
En el Reforma, la columnista Ana Laura Magaloni Kerpel, escribe que: «todo indica que la Constitución de la Ciudad de México va a ser cuestionada ante la Suprema Corte precisamente en aquello que toca tangiblemente un arreglo social basado en la desigualdad y el privilegio. […] varios magistrados del Poder Judicial de esta ciudad, encabezados por su presidente, van a promover una controversia constitucional en contra de los preceptos de la Constitución de la CDMX que buscan terminar con el control que ejercen las cabezas del Poder Judicial […] sobre el sentido de las sentencias de los jueces. Gracias a este control, en algunos casos que tienen un valor económico significativo o que afectan a un personaje ‘importante’, se puede pactar el sentido de la sentencia desde las cabezas del Consejo. […]. la Asamblea Constituyente […] decidió modificar la integración del Consejo de la Judicatura, así como la forma de designación de los consejeros. […] Ello busca romper con el perverso equilibrio de que la carrera judicial y la disciplina de los jueces esté en manos de los propios impartidores de justicia. Es decir, terminar con la contradicción de que los vigilados sean los vigilantes. Al mismo tiempo, la designación de esos consejeros será a través de un órgano ciudadano […]. Lo que subyace en el fondo de la controversia que está en ciernes no es la independencia que tiene que ver con la no intromisión de los poderes electos en el Poder Judicial, sino la que protege la autonomía de los jueces para impartir justicia sin intromisiones de sus superiores jerárquicos. Esto último es un cambio indispensable para que el Poder Judicial de la CDMX pueda comenzar a ser un poder al servicio de todos los ciudadanos y no sólo de un pequeñísimo club selecto de personas.

¿Por qué insisten?
La ley de seguridad interior es otro de los temas relevante para la agenda nacional dada la violencia que aqueja al país. Diversos analistas se oponen a que el ejército obtenga mayor poder para intervenir en las calles. El columnista Juan Ibarrola, escribe en Milenio que: «se ha insistido en diversos foros sobre la efectividad de las fuerzas armadas en las tareas contra la delincuencia. También se insiste en la letalidad que producen los militares enfrentando delincuentes. Se insiste en que soldados, marinos y pilotos son violadores sistemáticos de derechos humanos y más allá, con la intención de promulgar una ley de seguridad interior, se insiste en que con ella, los militares tendrán poderes plenos para hacer lo que les venga en gana. […] ¿Qué país sería este sin las acciones militares contra los criminales? Por el simple hecho de no buscar la respuesta violenta de los grupos delictivos, entonces, ¿no debe enfrentárseles? […] la efectividad militar es real; sin embargo, las demás instancias que deben enfrentar a la delincuencia simplemente no lo hacen, luego entonces deberían los militares regresar a los cuarteles y dejar las cosas tal y como están, ya que a los únicos que se les señala como responsables es a ellos. A nadie más. Quienes insisten con el tema de la letalidad, […] no toman en cuenta que la estructura delictiva es tan poderosa en México que no hay otra forma de enfrentarla, es decir, no son los militares quienes provocan esa letalidad; es la delincuencia la que amenaza y la que provoca esa respuesta. […]. Quienes insisten en los altos índices de violaciones de derechos humanos por parte de los militares se equivocan tanto en la estadística como en el discurso. La relación entre denuncias y recomendaciones por parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hacia las fuerzas armadas es menor a 1 por ciento, es decir, de las más de 130 mil denuncias en los últimos 10 años, menos de 100 se han vuelto recomendación. En los hechos, no son las fuerzas armadas quienes violan derechos humanos en México […]. Deberían insistir los que insisten en promulgar la ley de seguridad interior en buscar que todos los que tienen esa obligación se responsabilicen en generar las condiciones para que en este país se abata lo más posible la violencia, la delincuencia y la violación de derechos humanos».

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