Un equipo de científicos de la Universidad Queen Mary afirma haber revelado la identidad de Banksy. Lo habrían hecho a través de una técnica matemática que ha analizado los patrones comunes del rastro de arte urbano en Bristol y Londres. De esa manera, calcula la probabilidad de que el autor viva en una zona determinada.
Ciudad de México, 4 marzo (SinEmbargo/eldiario.es).- Un estudio de la Universidad Queen Mary revela la supuesta identidad del grafitero más prestigioso, polémico y misterioso mediante una técnica matemática que se emplea para localizar a terroristas.
Un equipo de científicos de la Universidad Queen Mary afirma haber revelado la identidad de Banksy. Lo habrían hecho a través de una técnica matemática que ha analizado los patrones comunes del rastro de arte urbano en Bristol y Londres. De esa manera, calcula la probabilidad de que el autor viva en una zona determinada.
Se ha hecho mediante una técnica criminóloga cuyo objetivo es ubicar a terroristas. El llamado «perfilamiento geográfico» analiza los sitios donde ya ha actuado un criminal para cercar el lugar más probable donde habita. Se requiere un gran número de «escenarios del crimen», y recientemente se le han dado otros usos, como rastrear brotes de enfermedades infecciosas.
Según el estudio, el nombre del grafitero urbano más prestigioso y misterioso sería Robin Gunningham, otro grafitero al que ya se le vincula desde 2008. Pero ese resultado, reconocen los científicos que además se declaran fans de su obra, evidentemente no es concluyente.
El anonimato es en sí mismo parte de la obra de Banksy. De hecho, nadie ha confirmado ni desmentido esta información, pero según la BBC, el equipo de abogados del artista había bloqueado hasta hoy la publicación del estudio poniéndose en contacto con la Universidad Queen Mary. Tendría que haberse lanzado la semana pasada.
«Pensábamos que iba a sacar a unos diez sospechosos más probables y evaluar a todos. Pero rápidamente se hizo evidente que todo indicaba sólo a una persona», afirma a ese medio el biólogo Steve Le Comber, coautor del estudio junto al exdetective y criminólogo Dr. Kim Rossmo.
