I
A los 17 me fui de casa sin motivo aparente Una tarde calurosa pero nublada tomé un libro mi chaqueta de piel un sombrero y no volví más Algo buscaba y no sabía qué era sin embargo sabía cómo conseguirlo Al poco tiempo comencé a vivir con una chica de 24 en ella y no con ella fui consciente del amor y descubrí la miseria que es encontrarse solo al final de un camino estrecho fangoso Luego ella se fue o se quedó Viví un tiempo en la calle no mucho cuatro semanas tal vez Me gusta recordar esas noches del mes de diciembre me ponía a beber café con brandy en las plazas públicas escuchando a los viejos sabios de la calle hasta que llegaba el amanecer Al mismo tiempo dentro de mí un incendio imparable avanzaba destruyendo para construir El incendio de los jóvenes que dejan todo y se lanzan a los caminos Descubrí que por las noches las plazas públicas son tan importantes para los vagabundos que deberían tener el nombre de un país aunque al amanecer el país desaparezca y las personas también Hasta ahora no sé decir a dónde van porque tirados en las calles en los parques o entre los autos pidiendo dinero no se encuentran He llegado a pensar que son los fantasmas de la poesía que está por escribirse la que se te presenta para enseñarte un profundo sol negro al que puedes o no entrar y es mejor tirarse dentro pues ella no te dejará solo Luego encontré un cuarto en la azotea de cualquier edificio de la ciudad Un espacio de 3 metros por 3 metros convertido en un tren cósmico si uno se pone a escribir y sólo se preocupa por divertirse La juventud mi único tesoro Conocí los excesos me perdí en el túnel de cientos de piernas abiertas día y noche Piernas de mujer sin rostro Sólo piernas como armas flotantes en medio de un escenario oscuro y yo jalé de sus gatillos que apuntaban directo a mi cabeza Vivir vivir explotar antes de apagarse
II
Esa consigna me sigue hasta este momento Escribo en medio de la habitación tres luces me acompañan la brasa del cigarrillo que cuelga de mis labios la luz de mi laptop máquina vieja que aguanta el tic dap top dap tic de mis dedos golpeando las teclas que sé de memoria pues las letras se han borrado y la luz del faro justo afuera de la ventana Marian está desnuda bajo las sábanas Los labios entreabiertos pintados de rojo descansan del delirio De su boca escurre un hilo de saliva con olor a tabaco He pasado toda la noche escribiendo cualquier cosa palabras sueltas pelota rodillas árbol nena sube miran sueño llamas primavera llamas al final he escrito las piezas de un puzle que de armarse formaría un continente donde habite mi infancia el sitio donde convergen recuerdos afilados que sangran componentes que forman pesadillas de las que crees no despertarás y al final lo consigues en medio de la noche casi ahogándote como cuando bebes un largo trago de mezcal directo de la botella o como atravesado por la mirada de fuego de un ángel a la entrada de una cantina en llamas Ya sé que todo es llamas fuego y arder pero son los tres puntos cardinales que he seguido estos últimos años He pasado toda la noche despierto escribiendo escribiendo fumando un cigarrillo liado tras otro No puedo dormir Escucho los primeros ladridos de los perros que despiertan y buscan morder al sol aunque en el intento pierdan los ojos Es como un hechizo del barrio de vivir estos días Últimamente he mirado tantos perros sin un ojo así que la semana pasada decidí observarlos Justo antes del amanecer andan al asecho sé que miran lo que escapa al ojo humano Un perro lanza el primer ladrido que se extiende por un par de calles luego viene otro ladrido despunta el sol Ladran al astro rey en intervalos durante unos diez minutos La gente pasa rumbo a su trabajo a la escuela a cualquier parte dan por hecho que es normal que los perros ladren pero no los miran a los ojos no saben que ya los perdieron en el intento de morder al sol
III
Marian viene de la noche Su vientre es el cielo de la noche que es el paraíso de los felinos La noche abrió las piernas y ella bajó para gritar por vez primera al universo y luego su grito fue canto diamante afilado corta las venas del cielo Tiene los ojos más lindos de la city Intentar describirlos no tendría sentido prefiero hablar de la belleza de sus ojos por lo que no son Los ojos de Marian no son dos casetas telefónicas bajo la tormenta ni dos lagos tranquilos y profundos No son dos monedas antiguas bañándose a la luz de la luna No son naranjas maduras borrachas de sol ni globos aerostáticos como la única posibilidad de salvarse del mundo Se cuida del día que es cuidarse de lo cotidiano y de lo aburrido Pero pronto vendrá el aburrimiento absoluto y buscará algo que va más allá de decorar la ciudad antes del derrumbe Cuando la ciudad se enciende mi chica y yo salimos al mundo Tomo el auto y conduzco a velocidad sin rumbo fijo Ella canta yo canto varios botellas de vino Cada vez es más difícil robarlo de los supermercados Ya cambiamos de zona barrios más lejanos donde las cámaras de las tiendas no nos han captado pero para guardar una botella de vino se necesita una chaqueta larga y abultada El verano no ayuda Recién entramos al supermarket ya nos miran los policías a veces hasta un empleado va detrás nuestro ¿Cómo pueden ser tan malos para disimular que nos ponen los ojos encima? ¿Qué nos encuentran en el rostro en el modo de andar qué aurea maligna nos rodea? Inevitablemente llamamos la atención de los animales adiestrados Extraño los días en los que nada se conseguía con dinero sí existieron yo los viví pueden decir que miento pero sé que no Fue la época en la que al menor descuido te cocían a balazos
IV
Llueve llueve llueve es lo único que pasa en estas noches Marian Hace semanas que no sé del día soy un astro que gira alrededor de los sueños y siempre da la espalda al sol Relámpagos de whisky me nublan la vista El pájaro abre la garganta y entrega su canto a la ciudad los primeros rayos de sol entran por su pico y se ilumina por dentro aunque nadie lo sepa Me gusta pensar que a mí me sucede algo parecido que la luminosidad del alcohol es lo que me llena por dentro pero no logro ver el día Nosotros caímos de la noche y en la noche nos deslizamos Marian eres el estruendo de un tren lejano que echa chispas y atraviesa las montañas y se pierde en algún lugar desconocido
V
Marian es el nombre de ese sitio Marian es un país es el nombre de una guerra es el sueño
VI
Cuando estás anclado a la destrucción lo que en principio es básico para sobrevivir alimento techo y ropa es sustituido por drogas alcohol y sexo Es el primer paso para saber que el abismo está cerca La habitación cambió su pinta de nave espacial a la de un submarino anclado e inservible al sur de esta ciudad y en el submarino hay un mundo en ruinas Durante días y noches sólo nos preocupamos por hacer el amor y perder la cabeza No saldremos de ésta a mis 21 no puedo mirarme no puedo mirarnos viviendo en el futuro sería un asesinato
VII
Once de la noche baila gira baila baila en una fiesta de luces neón Lleva el cabello suelto y largo que es su mejor compañero de baile aunque yo estoy con ella Pone el dedo índice en el centro de mis labios y besa las comisuras Luego toma mi mano y salimos a respirar otro aire Lío un cigarrillo para mí y uno para ella Fumamos y nos hace bien Una ligera lluvia apenas humedece los hombros pero moja a los moribundos de la ciudad Antes de apagarme tengo que explotar digo y lanzo una botella a la calle Chica de piernas largas y asesinas tienes un revólver escondido bajo la chaqueta me adviertes mientras la noche llora nuevos ritmos y nos transformamos en animales brillando en la ciudad Vamos a divertirnos dices y apuntas con la pistola Apuntas a la fiesta apuntas al cielo apuntas a tu pasado apuntas a mi cabeza Estoy aburrida de hacer siempre lo mismo Juguemos a la ley fuga dices y en tus ojos miro la seguridad de quien sabe que el final está cerca Luego de la fiesta justo antes de que salga el sol tú y yo nos separamos durante el fin de semana si durante este par de días nos encontramos te dispararé sin pensarlo dos veces Si termina el domingo y no nos cruzamos dentro de la ciudad El lunes tomaré carretera Y acepto tu juego Marian porque ya no queda más que divertirnos jugando a encontrar lo desconocido Los días se han vuelto tan tediosos y la fiesta debe abrirse a otros invitados Entonces zarpamos otra vez enfermos y con el corazón a punto de explotar Nadie puede jodernos a esta altura Nada importa nos reímos de nuestros cuerpos revolcándose entre las flores del universo Marian digo tu nombre mira cómo te me escapas de entre los labios y junto a tus letras bailamos antes que acabe la noche Bailamos antes que llegue la policía
VIII
Amanece lío un cigarrillo hicimos el amor hasta llorar como dice ella en la oscuridad éramos diamantes en los ojos de una bestia la bestia que atraviesa la noche y regala alegría a quien sin pena ni miedo entrega la música que lo habita sólo para dar un poco de armonía al mundo como dioses Marian y yo llevamos orquestas dentro y juntos sonamos alto como para que titilen las estrellas allá a lo lejos
IX
Sangra la armonía Marian dando saltos en la cama Tiene una Smith & Weson limpia y alineada brilla brilla brilla como sólo puede hacerlo la sonrisa de la muerte la escena se congela
X
Armas nena armas Siempre queda la posibilidad de hacer el último disparo y que todo inicie otra vez
XI
Decidí dejar el auto y salir a caminar bajo la lluvia Fumo y pienso en la posibilidad de vivir mis últimas horas Entro a cualquier café y doy con el sitio más viejo y apestoso que pude encontrar Del otro lado de la barra un chino bucólico pasa el trapo sobre una vitrina que guarda rosquillas y pastelitos de colores Pido un café bien cargado Sobre la primera plana del periódico hago garabatos y letras que salen de un animal herido Voy a despedirme de la ciudad de sus monstruos y enfermedades Llueve llueve llueve es lo único que pasa en estos días Afuera unos niños juegan a la pelota debería salir a jugar con ellos bailar en la mañana limpia que dejó la lluvia lavar mi rostro y mirar al sol perder los ojos mientras ladro hacia el sol
XII
Amigos esta noche es todo lo que tengo estoy borracho y orino bajo las pocas estrellas que miran la ciudad Pienso que las estrellas son niños enfermos observando por la ventana en otro planeta o tal vez son muchachos ebrios que orinan la noche expandiéndose sobre mi cabeza Muchachos que sienten este momento como el más hermoso de su vida y lo es luego de haber esnifado carreteras de cocaína con sus amigos Ahora mismo podrían pegarme un tiro en parietal y caería con la sonrisa más ancha del barrio A mis 23 años camino por las ramas que se extienden en el árbol cósmico de la poesía Nada más importa Hace unas horas parecíamos niños haciendo una travesura seis siete personas encerradas en un baño compartiendo líneas mientras afuera la fiesta parecía congelarse sobre una larga canción chicos desnudos y mujeres bailando descalzas sobre un sofá manchado de vómito y vino rojo besos rojos los sueños sangran