Ciudad de México, 4 de marzo (SinEmbargo).– El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) canceló 17 proyectos etiquetados por la Cámara de Diputados durante el año pasado, por tratarse de proyectos con costos “desmesurados”, “improcedentes” y “con numerosas inconsistencias”.
La Comisión de Cultura y Cinematografía de San Lázaro fue la encargada de aprobar y etiquetar estos “proyectos culturales” irregulares que hubieran representado un gasto fantasma de 91 millones 529 mil 283 pesos.
Asimismo, Conaculta informó que hubo cuatro proyectos no gubernamentales que sí fueron aprobados por los diputados en noviembre de 2013 pero que no fueron registrados ante la dependencia, cuyos presupuestos sumaban la cantidad de 4 millones 110 mil pesos, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2014.
La Diputada de Movimiento Ciudadano Zuleyma Huidobro González denunció la existencia o inexistencia de estos “proyectos culturales” cuyos montos suman 95 millones 639 mil, 283 pesos, casi los 100 millones del plan de austeridad de la Cámara de Diputados que pretende acumular con el despido de trabajadores de honorarios y asesores.
“Si los diputados revisaran cada uno de los proyectos, no solamente estuvieran preocupados por sus diezmos, por sus moches, sino que se darían cuenta de las atrocidades que estuvieron aprobando”, afirmó la Diputada Zuleyma Huidobro, también secretaria de la Comisión de Cultura y Cinematografía.
Hace poco más de un año, la legisladora federal denunció esta serie de inconsistencias al interior de la citada comisión. Aseguró que no existía metodología, ni criterios, ni análisis para decidir los proyectos de organizaciones no gubernamentales que se beneficiarían del presupuesto del año 2014.
“Por este mismo tema hasta sufrí amenazas por denunciar actos de corrupción”, recordó la legisladora.
Aproximadamente dos semanas atrás, presentó un punto de acuerdo para solicitar información a las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Educación Pública (SEP) y a Conaculta información para conocer qué había pasado con esos proyectos de 2014.
La Cámara de Diputados se resistió a presentar el punto de acuerdo. Sin embargo, por su cuenta la legisladora solicitó la información a las dependencias en comento. Dos de ellas no respondieron.
La dependencia informó que se aprobaron 272 proyectos culturales no gubernamentales de 470 publicados en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2014 por un monto de 1 millón 175 mil pesos.
Detalló que el años pasado hubo cuatro proyectos culturales no gubernamentales que no se registraron ante la oficina del Programa Anual de Proyectos Culturales, con un monto de 4 millones 110 mil pesos.
Además detalló que fueron cancelados 17 proyectos no gubernamentales, con un presupuesto total de más de 91 millones de pesos.
“Desde aquí mi reconocimiento al Consejo Nacional para la Cultura y la Artes por hacer de la transparencia su trabajo, algo que ha carecido esta Cámara de Diputados”, apuntó la Diputada Zuleyma Huidobro.
VIDA Y CULTURA, UN PROYECTO FANTASMA
De los 17 proyectos sobresale uno en particular por el monto de recursos etiquetados por la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados. Este es el proyecto “Vida Cultura” para el cual se presupuestaron 61 millones 400 mil pesos ($61,400,000.00).
Para su ejecución se designó como beneficiario a la empresa denominada “Desarrollo, Promoción y Fomento a la Cultura, A.C.” a pesar de que ésta no contaba con experiencia previa, pues había sido constituida apenas en febrero de 2013.
El objetivo del proyecto es realizar actividades de “iniciación artística para el desarrollo personal de niños y adolescentes”, de los cuales supone que “viven en la cultura del aburrimiento” y “no saben qué hacer con su tiempo libre”.
En el marco conceptual el proyecto afirma que “los adolescentes carecen de motivaciones para estudiar o trabajar”, lo cual se agudiza por la falta de espacios para la recreación artística. de niños y adolescentes de entre 10 y 17 años, procedentes de las delegaciones Azcapotzalco, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero.
Para atender el problema, el proyecto “Vida Cultura” plantea la apertura de un centro cultural, que cuente con condiciones óptimas y equipos adecuados para impartir talleres y organizar actividades diversas.
Pese a que Conaculta consideró que el proyecto estaba bien fundamentado con argumentos sociales, filosóficos, psicológicos y pedagógicos avalados por especialistas, el proyecto fue rechazado porque no contaba con detalles técnicos que lo hicieran viable.
“Se trata de un proyecto desmesurado aprobado por la Comisión de Cultura de y Cinematografía de la H. Cámara de Diputados por un total de $61,400,000.00 a la asociación denominada ‘Desarrollo, Promoción y Fomento a la Cultura, A.C.’ que no posee ninguna experiencia previa en la promoción cultural y fue constituida apenas el 20 de febrero de 2013”.
En la respuesta de Conaculta a la Diputada Zuleyma Huidobro también se lee que para crear el “Centro Cultural Vida Creativa” el proyecto proponía habilitar un espacio vacío que una inmobiliaria ofrecía en renta como fábrica o bodega.
Respecto a los costos, algunos de ellos estaban muy por encima del costo promedio comercial o simplemente inventaba objetos con costos muy altos.
“El presupuesto es inconsistente e impreciso, contiene partidas desarticuladas con la descripción de las cuatro estrategias propuestas”.
Agrega que la mayoría de los conceptos estaban cotizados de manera genérica sin ninguna especificación. Por ejemplo, planteaba la necesidad de comprar 15 “laptop” para el uso de los niños y adolescentes a un costo de 35 mil pesos cada una.
Otro ejemplo, proponía comprar 15 mil “rompecabezas volumétricos” (sic) a razón de 400 pesos cada uno, con un costo total de 6 millones de pesos ($6,000,000.00), sin justificar claramente su uso o utilidad.
El proyecto tampoco contaba con presupuesto adicional para el acondicionamiento del espacio (bodega) ni para el mantenimiento del inmueble o de los equipos.
“Se informó al beneficiario que el proyecto contaba con numerosos inconsistencias, por lo que se determinó su improcedencia técnica dado el alto riesgo que representaba su implementación, sobre todo en lo que respecta a la participación del Gobierno federal en un proyecto que pone en riesgo la integridad física de la población objetivo”.