El pingüino nació el 31 de diciembre de 2021, durante los primeros 28 días los papás cuidan al bebé, pero después los cuidadores adoptan ese rol para protegerlos porque el área es más reducida a su hábitat natural.
Guadalajara (México), 4 de febrero (EFE).- Un polluelo de pingüino adelia nació el último día de 2021 en un zoológico de de Guadalajara y es «entrenado» por sus cuidadores para adaptarse a la colonia de esta especie originaria de la Antártica con la que convivirá el resto de su vida.
El pingüino bebé nació el 31 de diciembre de 2021, tiene 35 días de edad y es resguardado en una especie de guardería en la que los cuidadores evitan que se ponga en peligro al estar cerca del agua y le enseñan a conocerse y a adaptarse a su grupo.
Paola Mendoza, auxiliar en el pingüinario llamado Antártida, explicó este viernes a Efe que los primeros 28 días los papás cuidan del bebé, pero después los cuidadores adoptan ese rol para protegerlos, ya que el área es mucho más reducida que su hábitat natural.
Esos primeros días de esta especie son fundamentales para su identidad y su supervivencia cuando lleguen a la edad adulta.
«Son cruciales, es para que aprendan que son un pingüino, cómo canta un pingüino y cómo se ve un pingüino, lo que hacemos en este periodo es proveerle el alimento, ellos ya aprendieron a comer con sus papás y van a regresar después con la colonia. Les ponemos un espejo para que pueda verse y no sentirse solos», dijo.
A esta edad los polluelos de pingüino aún no desarrollan su sexo y además tienen el llamado plumón, que son plumas que no tienen grasa repelente al agua, por lo que aún no puede flotar.
Al llegar a los 40 o 60 días de nacido desarrolla su plumaje tradicional blanco y negro y en ese momento podrá recibir sus clases de natación que le ayudarán a afinar su instinto natural para mover sus aletas y su colita y saber cómo entrar y salir del agua, explicó Mendoza.
«Cuando su plumaje está cambiando tenemos una clase de natación, un buzo viene a sumergirse al estanque y que tenga noción de qué es el agua, que la sienta y pueda controlar los músculos de sus aletas para saber que le ayudan a dirigirse. Son movimientos nuevos para él y todavía está regulando su energía», expresó.
Explicó que su primera incursión en el agua es un momento importante ya que es cuando lo padres «presentan» al polluelo a la colonia.
Hugo Ríos, otro de los cuidadores del pingüinario, contó a Efe que cuando está listo el polluelo se integra a la colonia y en un futuro se reproducirá con alguna de las hembras.
Aunque la especie Adelia está en estatus de estable y sin peligro de extinción es importante cuidarla debido a que el cambio climático está provocando el deshielo de los polos, lo que causa la desaparición de su hábitat.