Una labor de crowdfunding permitió que se llevara a cabo el rodaje sobre la vida de uno de los más grandes músicos de la historia
Ciudad de México, 4 de febrero (SinEmbargo).- Decir Miles Davis es referirse a uno de los más grandes músicos de la historia. Sin embargo, no fue fácil obtener productor para un biopic que narra los cinco años en que estuvo en silencio, entre otras cosas para librarse del flagelo de las drogas.
Una labor de crowdfunding, tan en boga en estos tiempos, permitió la posibilidad de una película que, dirigida y protagonizada por Don Cheadle, se presentará en la próxima Berlinale, aunque ya pudo verse en octubre pasado en el marco del Festival Internacional de Cine de Nueva York.
El actor postulado a un Oscar por Hotel Ruanda encarna en Miles Ahead al genial trompetista. La biografía sobre Davis (1926-1991) cuenta también con Ewan McGregor en el papel de un periodista y el estreno internacional se celebrará en la serie Berlinale-Special, cuya edición 66, se celebra del 11 al 21 de febrero.
Mientras tanto, en la víspera se ha dado a conocer el tráiler del filme que marca el debut de Cheadle como director y que vuelve a traer al presente a un músico revolucionario, maestro de músicos, que dijo aquello tan célebre de “Fui a dar con una trompeta, estudié y toqué”.
El James Rhodes / War Machine de IronMan fue elegido por la propia familia de Davis, según contó el sobrino del célebre trompetista de jazz, Vincent Wilburn, en una entrevista otorgada a la revista All About Jazz.
En Miles Ahead se cuenta la historia del reportero de la Rolling Stone Dave Brill (Ewan McGregor), quien en busca de una entrevista exclusiva con el genio de la música se involucra en su vida al límite y es testigo de sus excesos y de su corazón despechado.
«Sus anárquicas subidas y bajadas en torno a la vida del músico son un estupendo ejemplo de estructura que imita el estilo siempre cambiante por un artista definido por la experimentación constante», dijo el crítico David Rooney, de The Hollywood Reporter.
«Errática, impredecible y fascinante, Miles Ahead es más como una de las composiciones de Davis que como un biopic tradicional, una farsa extravagante e intermitentemente disfrutable», opinó Eric Kohn, de Indiewire.
MILES DAVIS, UN GENIO SIN PAR
Nació en Alton, Illinois, el 26 de mayo de 1926 y un año más tarde su familia de clase media alta se mudó hacia el sur, a East St.Louis, una ciudad pequeña en el lado este del río Misisipi.
Hizo sus estudios de música en Nueva York, donde se gastó en una semana todo el sueldo que su padre le enviaba para un mes.
Cuenta su biógrafo Ian Carr que en Nueva York vivía como el Doctor Jekyll y Mr.Hide.
“Oficialmente estaba inscrito en la escuela Juilliard, una institución donde se impartía la enseñanza de música en la más pura tradición europea, pero sus intereses extraoficiales –la verdadera razón para estar en esa ciudad- tenía que ver con los garitos y los sórdidos clubes de la calle 52, donde se gestaba el nacimiento de la música verdaderamente revolucionaria, el bebop”, escribe Carr en Miles Davis, la biografía definitiva.
Cuando “Bird” Charlie Parker renunció al quinteto de Dizzy Gillespie. “Era hora de encarar formas nuevas. El trompetista de su elección no sería un virtuoso capaz de ejercicios de pirotecnia, sino un músico diferente, alguien que tocara con un estilo relajado y ligado, con un tono cálido, en los registros graves y medios, alguien como Miles Davis, que llegaría a Los Ángeles en una o dos semanas”, reveló Ross Russell, dueño del sello discográfico Dial.
Así que el muchacho de familia acomodada que llegó a Nueva York en búsqueda de Charlie Parker, acabó tocando en el grupo de Charlie Parker, con quien compartió escenario en forma regular entre 1946 y 1948. Fue sólo el inicio de una larga y vertiginosa carrera donde no sólo impondría un estilo trompetístico basado en el uso de la sordina como un susurro que hablara en lenguas, sino que también aprendería a subvertir las bases del jazz, un género del que renegaba a menudo.
Luego de tocar con los mejores músicos de la escena de jazz de la época, comienza su colaboración con el genial pianista Gil Evans (quien tuvo un hijo al que le puso el nombre Miles), que dieron frutos en discos como Miles Ahead y Sketches of Spain.
Milestones, el glorioso Kind of blue, Miles Smile y Nefertiti, son algunos otros títulos que constituyen el paradigma Davis, sin dejar de nombrar In a Silent Way y Bitches Brew, consideradas obras maestras por los críticos de todas las épocas.
En 1975 se llamó a silencio, hasta su regreso en los ’80 con músicos como Bob Berg, Bill Evans, Kenny Garret, Mike Stern, John Scofield, Adam Holzman, Robert Irving, Marcus Miller, Marylin Mazur, Mino Cinelu y Al Foster, entre otros.
Es esa época en la que se centra el filme donde Cheadle, transfigurado en Miles, narra con esa voz apagada y susurrante la vida de un artista que siempre está en nuestros corazones y que esperemos germine en el alma de las nuevas generaciones.