Nueva York, 4 Feb. (Notimex).- La artista mexicana Marela Zacarías inauguró este fin de semana en el Museo de Brooklyn su exposición «Supple Beat», una serie de pinturas tridimensionales que parecen cobrar vida, basada en una serie de murales públicos de Nueva York.
«Los murales han estado desde los 80 en el Museo de Brooklyn, por haber sido los primeros murales abstractos en viviendas públicas para gente de clase trabajadora. Desaparecieron y regresaron cuando fueron restaurados, lo que se me hace una metáfora muy bonita», indicó Zacarías.
La artista se basó en dos murales pintados en la década de 1930 en el vestíbulo de un edificio de viviendas públicas del barrio de Williamsburg. Con el tiempo, los frescos fueron cubiertos con graffiti y redescubiertos y restaurados hasta la década de 1980.
«Los murales habían desaparecido, pero me gustó la idea de que las piezas tuvieron la fuerza necesaria pare regresar a la vida y para ahora estar en un museo», explicó Zacarías (ciudad de México, 1978) en entrevista con Notimex.
La muestra se conforma de tres «pinturas escultóricas o tridimensionales», que dan la impresión de que porciones del muro del interior del museo hubieran cobrado vida y se hubieran llenado de colores, independizándose y al mismo tiempo fundiéndose con el contexto.
Otra de las piezas, de menor escala, envuelve un televisor, lo que constituye un comentario sobre la función del arte en espacios públicos, y sobre la competencia que tiene con las formas de entretenimiento contemporáneas.
«Las piezas parecen muy livianas, como si se movieran. Pero al final son esculturas duras que tardan mucho tiempo en hacerse, y que tienen que lijarse y demás. Me gusta mucho jugar con esa tensión visual», señaló Zacarías.
«Supple Beat» abierta al público hasta el 28 de abril es parte de «Raw/Cooked», una iniciativa para mostrar el trabajo de cuatro artistas emergentes, que nunca hubieran realizado una muestra individual en un museo, y que radicaran en el condado de Brooklyn.
La anterior muestra de Zacarías en Nueva York fue como parte de la Bienal 2012 S-Files en el Museo del Barrio, en el este de Harlem.
