El país asiático aprobó para su uso de emergencia la vacuna de Oxford y AstraZeneca, producida bajo licencia por el Instituto del Suero de la India, y la Covaxin, elaborada por la empresa local Bharat Biotech, suceso que hasta el momento ha dejado muchas preguntas en el aire.
Ciudad de México, 4 de enero (RT).- La aprobación en la India para el uso de emergencia de dos vacunas contra la COVID-19 —la de Oxford y AstraZeneca producida bajo licencia por el Instituto del Suero de la India (SII, por sus siglas en inglés) y la Covaxin elaborada por la empresa local Bharat Biotech—, ha desatado la polémica entre legisladores y representantes de la comunidad médica del país, que califican la decisión de prematura y el proceso de poco transparente.
Recientes ensayos mostraron que la vacuna de Oxford tiene al menos un 62 por ciento de efectividad, un valor considerablemente más bajo que el de los medicamentos de la competencia. Entretanto, Covaxin aún no ha publicado los datos del ensayo de la fase tres.
«PREOCUPACIONES INTENSAS»
En este contexto, el organismo de control de la salud All India Drug Action Network se mostró «conmocionado» por la aprobación de la vacuna «Covaxin», subrayando la existencia de «preocupaciones intensas derivadas de la ausencia de datos de su eficacia». La falta de transparencia y la aprobación apresurada «plantea más preguntas que respuestas y, probablemente, no reforzará la fe en nuestros órganos de toma de decisiones científicas», advirtió el grupo médico.
En la misma línea, el diputado Shashi Tharoor aseveró que, mientras la India tiene «una buena reputación» en el mundo de las vacunas, tanto como productor como consumidor, «esta prisa indecorosa corre el riesgo de poner en peligro a ambas, especialmente si la ‘Covaxin’ resulta ser ineficaz» o, peor aún, si resulta que no es segura. La decisión del Gobierno demuestra que «prefiere los eslóganes a la sustancia», advierte el político, agregando que «el ‘nacionalismo de las vacunas'» ha superado «al sentido común y a una generación de protocolos científicos establecidos».
En cuanto a la vacuna Oxford-AstraZeneca, Debkishore Gupta, microbiólogo clínico consultor y jefe de control de infecciones en CK Birla Hospitals, apunta que, mientras el Contralor General de Drogas de la India (DCGI) asegura que tiene una efectividad general de un 70 por ciento, esta mención es «engañosa». El analista explica que el 70.4 por ciento es la cifra promedio entre el grupo que recibió dos dosis completas (con la eficacia de un 62.1 por ciento) y el que recibió media dosis seguida de una dosis completa (90 por ciento). Entretanto, la India aprobó el régimen de dosis completas, que había demostrado una eficacia de un 62 por ciento, «mucho más baja que la de cualquier otra vacuna que haya sido aprobada en muchos países, pero que aún no ha sido aprobada por el DCGI», destaca el experto.
Ashish Bharadwaj, decano y director ejecutivo de la escuela de derecho Jindal, enfatiza que se debe dar prioridad a la vacuna candidata que tiene «la mejor eficacia probada y la menor probabilidad de efectos secundarios graves». Entretanto, puntualiza que AstraZeneca ha informado en la revista The Lancet de una tasa de eficacia «que es la más baja entre los principales contendientes».
A su vez, Gagandeep Kang, una de las expertas médicas más distinguidas de la India, se mostró «completamente confundida» por la aprobación de las dos vacunas. «Veo un momento difícil por delante para tratar de explicar a la gente por qué vamos a trabajar así», confiesa la científica en declaraciones a The Times of India, para agregar que, «estás entregando a las personas que están en contra de las vacunas y de la ciencia un arma que pueden usar».
«UN 110 POR CIENTO SEGURAS»
En un intento de aplacar las preocupaciones, Venugopal G. Somani, contralor general de drogas en la India, aseguró en declaraciones a los medios locales que las vacunas son «un 110 por ciento seguras», y que su agencia «nunca aprobaría nada si existiera la más mínima preocupación por la seguridad».
Dharmendra Pradhan, el ministro indio de petróleo y gas natural, fue más lejos al anunciar que las vacunas contra el coronavirus desarrolladas en la India son «un logro especial» de las empresas farmacéuticas del país, y que aquellos que se preocupan por la eficacia de tales medicamentos no tienen «fe en los científicos y el poder de la India» y tienen «problemas mentales».
SOLO EN DETERMINADAS OCASIONES
Bajo las reglas actuales, que fueron implementadas el viernes, los antídotos pueden administrarse solo en determinadas condiciones. En cuanto a la vacuna «Covaxin», el ministro de Información y Radiodifusión del país, Prakash Javadekar, indicó que se emplearía «en situaciones de emergencia de interés público» como precaución, y «en modo de ensayo clínico, especialmente en el contexto de infección por cepas mutantes». El uso de la vacuna de Oxford estará «sujeto a múltiples condicionantes regulatorios», agregó sin ofrecer más detalles.
La India también está considerando la aprobación de varias otras vacunas, incluida la rusa «Sputnik V», que ha demostrado tener una efectividad del 91.4 por ciento.