En el tercer día de 2017, la incertidumbre desborda al país y una jornada más de protestas tuvo eco en al menos diez estados. El “mega gasolinazo” va, al igual que el aumento en las tarifas de la luz y el gas, y no es un secreto que, junto con ellos, se viene toda una cadena de aumento de precios que abonará en el corto plazo a la crisis salarial en la que viven casi la mitad de los mexicanos.
A partir del 1 de enero, usted paga 2.01, 2.98 y 2.42 pesos más por las gasolinas Magna, Premium y diésel. Para llenar un tanque de 50 litros, se desembolsarán 100, 149 y 121 pesos más, respectivamente.
De acuerdo con datos del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana, los afectados por el alza de precios serán aquellos cuyos gastos en transporte y perecederos sea mayor en términos de su ingreso: el 10 por ciento más pobre gasta en transporte, gasolina y alimentos más del 50 por ciento de su ingreso; mientras que el 10 por ciento más rico, sólo el 15 por ciento.
Las protestas contra el “mega gasolinazo” han unido lo mismo a la iniciativa privada que a los transportistas, taxistas y gente común, que exigen al Presidente dar marcha atrás al aumento en los combustibles.
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Ciudad de México, 3 de enero (SinEmbargo).- Transportistas, campesinos, amas de casa, estudiantes y sociedad en general han salido a las calles a protestar en contra del alza a la gasolina, a la electricidad y al gas; los empresarios han hecho lo mismo desde sus agrupaciones porque la decisión del “mega gasolinazo” no distingue sectores. Una pregunta parece constante en medio de la indignación: ¿no que la Reforma Energética bajaría los precios de los combustibles?
La nueva política implementada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), no llega en el mejor momento para México. De acuerdo con la última medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), una de cada cinco personas recibió en 2014 un salario tan bajo que aunque lo hubiera destinado íntegro para comprar la canasta básica, ésta seguiría inalcanzable, por su valor de mil 243 pesos mensuales por persona; más de la mitad de la población tiene un ingreso inferior a los 2 mil 542 pesos mensuales.
La proporción de mexicanos que viven con ingresos inferiores a la línea de bienestar y línea de bienestar mínimo aumentó 0.5 y 1.6 puntos de 2012 a 2014, razón por la que hoy, 55.3 millones de personas viven en condiciones de pobreza.
Tan sólo ayer martes, la Comisión Nacional de Seguridad contabilizó 19 bloqueos en el país: en la refinería de Ciudad Madero, Tamaulipas; las autopistas México-Querétaro, Cuidad Mendoza-Córdoba y Texcoco-Lechería; en el servicio del Mexibús en el Estado de México y otros accesos en Quintana Roo, Chiapas, Chihuahua, Sonora y Morelos.
A lo largo de seis días, las manifestaciones han tenido como escenario 29 estados de 31, además de la Ciudad de México, donde para el lunes 9 de enero se tiene prevista una marcha a las 16:00 horas que partirá del Ángel de la Independencia al Zócalo.
Desde las 10:30 am de este martes, la Central Camionera del Norte anunció que suspendía actividades hasta nuevo aviso debido a las manifestaciones en carreteras. Pidieron a los clientes «esperar o regresar más tarde».
El día de mañana miércoles, Enrique Peña Nieto regresará de su estancia en Mazatlán, destino que eligió para pasar sus vacaciones decembrinas. Mientras, el descontento continúa y organizaciones campesinas han anunciado que las acciones se radicalizarán.
Expertos consultados por SinEmbargo, explicaron los aumentos no llegan en el mejor momento ya que, coincidieron, México debería estar preparado ante la llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos, enfocando su política al fortalecimiento del mercado interno, pero ahora, todo caminará en sentido contrario, ya que los salarios no alcanzan y el aumento, tan aplaudido hace unas cuantas semanas, se esfumará.
Coincidieron en que Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, falló al decir que el 20 de enero –fecha en que Trump ya será presidente– iniciará una película de terror para México, porque ésta empezó el 1 de enero de 2017 y fue provocada por el actual gobierno mexicano.
En Ocoyoacac, Estado de México, elementos de la Policía Federal replegaron un bloqueo que se mantuvo durante varias horas en la carretera Toluca-México. Foto: Cuartoscuro
ESCALONADA DE PRECIOS MÁS ALTOS
Para Adolfo Ramírez Cuéllar, dirigente de la organización campesina El Barzón, el gasolinazo es un elemento, pero lo que está en el fondo es el horror económico que ha desatado la administración actual y la enorme corrupción que es lo que tiene indignados a la mayor parte de los mexicanos.
El dirigente comentó, en entrevista con SinEmbargo, que la exigencia de productores, campesinos, agricultores y pescadores, es la derogación del incremento al precio de las gasolinas, el diésel, la energía eléctrica y del gas LP, principalmente, para el consumo doméstico y riego agrícola.
“No hay manera de encontrar mecanismos accesorios, sino que la decisión tiene que ser tajante: se deben suprimir estas medidas que afectan al bolsillo de las familias mexicanas”, comentó.
El campo es el primer eslabón de la crisis y ésta se resiente desde el primer momento ya que los costos de producción de los alimentos aumentan junto con la energía eléctrica, diésel, semillas y fertilizantes. Tan sólo la producción de hortalizas y de maíz para tortilla, se elevarán entre un 60 y 70 por ciento.
“Esto ya no lo pueden soportar los productores. Es una inflación en cadena que va a golpear severamente el bolsillo de las familias más necesitadas […] Los productores son los primeros en enfrentar las crisis, ya es insoportable y ya hay quiebra, incertidumbre. Nada más porque ya están sembradas casi millón y medio de hectáreas de otoño-invierno, sino sería imposible tener la mitad del maíz para tortilla suficiente para el consumo de 2017”, agregó.
El año 2016 cerró con precios de luz más altos; con un crecimiento sostenido de la pobreza; con el riesgo de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) finalice; con el tipo de cambio devaluado 63 por ciento, y con una estimación de inflación bastante discreta, poco acorde con la perspectiva económica del nuevo año.
Para este mes, el aumento del precio de la gasolina podrá ser el factor que reviente el límite de 4 por ciento previsto por Banxico, ya que los nuevos precios podrían provocar una oleada de aumentos en toda la cadena productiva, en la que el principal afectado sería el consumidor final, tomando en cuenta que a este incremento le anteceden tres más registrados en septiembre, octubre y noviembre de este año.
Para Alfredo Bravo Olivares, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el gobierno no dará marcha atrás a las decisiones que ya tomó y porque la experiencia les ha demostrado que las cosas se solucionarán tarde o temprano.
«Tenían previsto el escenario de protestas, ellos evalúan los niveles de descontento, el tiempo que pueden durar y ese es el escenario en el que se mueven. Por eso Peña Nieto siguió sus vacaciones. Ellos hacen su política de oídos sordos. Hagan lo que hagan la política económica continuará y el aumento de todo también», sostuvo.
Sin embargo, continuó Bravo Olivares, eso no garantiza que las protestas se salgan de control cuando a una población que está al borde de la hambruna se le aumenta el precio de todos sus servicios, de todo lo que mal comen. Ese aumento del 20 por ciento a los combustibles se traslada a los consumidores finales. Los transportistas o productores no lo absorben
«Hubo una visión miope de la economía. Las estimaciones de Hacienda no sirven porque nunca acertan. Si a eso se le suma un aumento de 20 por ciento al precio de los combustibles, el impacto es en todo. Es una lógica transparente, y aunque ellos en los Criterios de Política Económica, incluidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación, establecen el precio del barril de petróleo, el tipo de cambio y las principales variables, cuando eso no corresponde con la realidad, el ejercicio del gasto no coincide con las necesidades que se tienen y tienen que hacer ajustes, es decir, deuda, incremento a los impuestos, recortes presupuestales. Eso sucederá a mediados de año», prevé Olivares.
El Barzón tiene registro 22 estados en los que los campesinos y agricultores están protestando con la toma de carreteras: Chihuahua amaneció cercada y ayer se quemó un tractor en Zacatecas.
“Ya es un movimiento de la sociedad entera. Lo importante es que no son solo los dos pesos de aumento a la gasolina, explotó el hartazgo provocado por un régimen totalmente corrompido. La gente tenía acumulados grandes niveles de indignación por la ratería y la rapiña del presupuesto público, por el hecho de que los gobernadores hayan robado y sigan en libertad […] que la clase política siga con salarios insultantes, insolentes. Brotó la indignación frente a toda la corrupción, ya que la gente no tiene ninguna certidumbre ante el futuro y además le han dado un severo golpe a la posibilidad de tener prosperidad en el corto plazo”, sostuvo.
Las protestas han derivado en la detención de varias personas en el Estado de México, Sinaloa y Jalisco, donde la movilización fue dispersa por gases lacrimógeno.
Petróleos Mexicanos (Pemex) señaló que si continúan los bloqueos y ataques, el suministro de gasolina y diésel para los consumidores se verá gravemente afectado. Criticó que algunos políticos y grupos de activistas han alentado a los manifestantes a “detener y agredir” a conductores de camiones cisterna en terminales de distribución.
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LA CASCADA DE AUMENTOS
A la lista de aumentos se han sumado el gas LP y la electricidad. Además, como el “mega gasolinazo” afectará la cadena productiva, ya se prevén -y en algunas zonas ya se registran- incrementos en el costo de los productos de la canasta básica y en el transporte público.
A partir del domingo pasado, el precio del Gas Licuado de Petróleo (LP) fue liberado al mercado luego de 50 años de ser determinado por el Gobierno federal. De ese modo, las más de 350 empresas que lo distribuyen a nivel nacional fijarán los costos (por región) de acuerdo con las condiciones del mercado.
Aunque aún no hay estimados sobre el grado de aumento del valor del energético, usuarios de redes sociales han denunciado el incremento por kilogramo de gas LP hasta de 1.65 pesos en el Estado de México y hasta de 1.95 en Puebla.
De acuerdo con el investigador de la Universidad Autónoma Chapingo Gerardo Noriega Altamirano se prevé que el precio de la tortilla podría aumentar en un 20 por ciento por el incremento de los combustibles, con lo que el costo pasaría de 12.73 pesos a 14.40 pesos el kilo.
En Guerrero, los presidentes de Industriales de la Masa y la Tortilla de Guerrero y Acapulco, Arcadio Castro Santos y Ricardo Casimiro Maya, respectivamente, informaron que el precio por kilogramo de ese producto subirá un peso a partir de mañana en esa entidad.
En la Ciudad de México la Secretaría de Movilidad (Semovi) informó que habrá un ajuste a la tarifa del transporte público concesionado; en varios ciudades de Michoacán el precio del transporte público pasó de 7 a 8 pesos; en Villahermosa, Tabasco, el pasaje en combis pasó de 7.50 a 8.5; en Guerrero también se incrementó el costo del pasaje en autobuses de pasajeros: entre 3 y 14 por ciento dependiendo de la ruta.