Organizaciones internacionales alertaron en 2015 que el sistema de pensiones mexicano no sería suficiente para dar a las personas un ingreso que les garantice una vida digna, ya que sólo una de cada cuatro personas mayores de 65 años recibiría una pensión y que menos de la mitad de los trabajadores podría alcanzar una pensión de un margen de entre el 20 y 40 por ciento de sus actuales salarios.
Por Daniela Barragán y Xanath Lastiri
Ciudad de México, 4 de enero (SinEmbargo).– A finales del año pasado, la Cámara de Diputados aprobó la participación de la iniciativa privada en el Fondo Nacional de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado (Pensionissste). La madrugada del 9 de diciembre, los legisladores dieron su voto para la reforma que entraría en vigor –de ser aprobada en la Cámara Alta– en julio de este año, lo que impactaría en el actual panorama de las Afores en México.
El sistema de Afores en el país se puso en marcha en 1997, como una alternativa de ahorro para el retiro de los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La reforma de ese año, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), permitió que los trabajadores comenzaran a ahorrar de manera obligatoria en cuentas de capitalización y propiedad individual, con el fin de preparar un sistema acorde a los pronósticos demográficos del país, ya que se estima que en 2030 la población mayor a 60 años, será el 17.5 por ciento, mientras que para 2050 podría ser el 28 por ciento.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), “las Afores [Administradoras de Fondos para el Retiro] son entidades financieras dedicadas de manera exclusiva y profesional a administrar las cuentas individuales de ahorro para el retiro de los trabajadores, las cuales deben contar con la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y están sujetas a la regulación de la Consar”.
Datos de la Consar detallan que al cierre de noviembre de 2015 hay un total de 37 millones 52 mil 223 cuentas de trabajadores registrados en las Afores; 10 millones 668 mil 781 con recursos depositados en sistema Siefore (Sociedades de Inversión Especializada en Fondos para el Retiro); 6 millones 613 mil 347 con recursos depositados en Banco de México, lo que suma una un total de 54 millones 334 mil 351 cuentas administradas por las Afore.
Asimismo, el organismo indicó en su último informe que hay un total de 2 billones 555 mil 084 millones de pesos de los recursos recabados por los trabajadores a través de cuentas de ahorro para el retiro registradas en Banorte, Banamex Coppel, Sura, Inbursa, Invercap, Metlife, Azteca, Profuturo GNP, Principal y Pensionissste.
De ese universo, Pensionissste cuenta con un total de recursos registrados en las Afores por 337 mil 846 millones al cierre de noviembre de 2015 y tiene un millón 479 mil 372 cuentas de trabajadores administradas por las distintas entidades de fondos para el ahorro. Con la aprobación de la Reforma, se espera que dicho órgano compita con las demás Afore del mercado, pero con autonomía e independencia.
Las modificaciones constitucional se dan luego de que expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), alertaran que el sistema de pensiones mexicano no sería suficiente para dar a las personas un ingreso que les garantice una vida digna, ya que sólo una de cada cuatro personas mayores de 65 años recibiría una pensión y que menos de la mitad de los trabajadores podría alcanzar una pensión de un margen de entre el 20 y 40 por ciento de sus actuales salarios.
“La generaciones jóvenes no están teniendo el mínimo de protección de seguridad social que marca la norma en la OIT; no van a tener acceso a un sistema que les asegure una pensión para su vejez. Las nuevas generaciones, las que ya están o apenas se incorporarán al mercado laboral, tienen un panorama desalentador en términos y protección de la seguridad social”, afirmó la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Victoria Daniel Chichil.
EL SISTEMA DE PENSIONES EN MÉXICO
De acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), a finales del 2014, el sistema dispone de activos avalando las pensiones por un valor aproximado del 14.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que sitúa a México, en sólo 17 años, en el rango medio del organismo.
Además, los fondos de pensiones privados (Afores), que manejan los ahorros de los trabajadores que financiarán su jubilación, han obtenido rendimientos del 12.53 por ciento como media anual desde su implantación (un 6.2 por ciento en términos reales).
De la Junta de Gobierno de la Consar, las comisiones de las Afore bajarán 4.33 por ciento para 2016, siendo Pensionissste, Inbursa y Banamex y Banorte las as administradoras que cobrarán las comisiones más bajas a sus ahorradores en el próximo año con 0.89, 0.98 y 1.01 por ciento, respectivamente. Mientras, Azteca, Metlife y Coppel serán las más costosas con 1.14 y 1.13 por ciento.
La reforma al Pensionissste podría hacer que aumente su comisión para realizar mayores inversiones y generar altos rendimientos. A lo que Carlos Noriega, director general Amafore, explicó que en caso de que se considerara la Consar tendría que aprobarlo.
“Podría subir la comisión pero sería difícil que la Consar lo apruebe (…) La tendencia de las comisiones en las afores ha sido a la baja; será el comité de Pensionissste el que decida proponer un aumento o disminuir su comisión”, dijo en una reunión con medios de comunicación.
Asimismo, el director de la Amafore explicó que para el próximo año, las Afores —si la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) lo autoriza– podrán invertir a través de los instrumentos de inversión como la Fibra E y los Cerpis, que aunque tienen un mayor riesgo, también podrían ofrecer un beneficio mayor, lo que podría elevar el nivel de rendimiento en medio de un mercado volátil.
En ese contexto, las Afores lograron rendimientos de apenas 2.5 por ciento anual al cierre de noviembre de este año, mientras que el pasado el porcentaje fue de 10.51 por ciento.
LA REFORMA A PENSIONISSSTE
La reforma que convirtie a Pensionissste en una empresa en la que el Estado tiene la participación mayoritaria, el 51 por ciento, y permite a la iniciativa privada adquirir el 49 por ciento a través de acciones, dividiría las ganancias entre las empresas y los trabajadores.
El Pensionissste es hasta el momento, la única afore pública en el país, pues es la que cobra menos a los ahorradores y reparte más utilidades en comparación con las otras 12 que están en manos de entes financieros privados y con fines de lucro.
Los recursos de los trabajadores por concepto de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez sumaron a noviembre de 2015 111 mil 487 millones de pesos, mientras que se registraron 8 mil 489 millones correspondientes a ahorro voluntario y solidario.
Con los cambios aprobados, Pensionissste se convertirá en una empresa de participación estatal mayoritaria que tendrá por objeto la administración de los recursos de las cuentas individuales de los trabajadores en la que los bienes, derechos y obligaciones, así como el presupuesto se traspasarán.
Para Daniel Chichil, esta reforma arrebata a los trabajadores todas las promesas que sexenio tras sexenio se hacen en términos de seguridad social y deja a las nuevas generaciones un panorama desalentador.
Oliva López Arellano, coordinadora del Doctorado en Ciencias de la Salud Colectiva de la universidad la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo a SinEmbargo que se trata “de un despojo totalmente sin contención de los ahorros obligatorios de los trabajadores hacia las empresas privadas».
La especialista explicó que generalmente las Afores privadas reducen el monto que dispone el trabajador cuando el proyecto donde se invirtieron los recursos no produce ganancias, por lo que desarticular Pensionissste “es privatizar el último reducto de los trabajadores, traerá problemas de manejo económico y de fondeo para financiar una serie de proyectos del gobierno.
“Lo que es gravísimo es que no hay ningún elemento de contención a estos atropellos masivos contra los trabajadores, de la gente de a pie, de la vive de su trabajo”, comentó.
De acuerdo con Daniel Chichil, el Gobierno federal tiene una tendencia cada vez más marcada de desligarse de las obligaciones y de las promesas que le hizo al trabajador desde sus primeros años de actividad económica. Se le prometió obtener una pensión al final de su vida productiva en la cual ya estuviera calculado también el beneficio.
Ante los argumentos presentados por el Gobierno para la aprobación de la Reforma, la investigadora cuestionó el que se haya enfocado a hablar de la migración de usuarios de Pensionissste a otras afores, y lo consideró poco determinante para decir que ésta no ha realizado una labora eficaz y eficiente.
“No sé por qué el Gobierno federal dice que la actuación de Pensionissste ha provocado la migración de usuarios a otros administradores, pero eso no significa que el Pensionissste haya faltado a su desempeño […] Los trabajadores se van de las que dan mejores rendimientos y comisiones menos altas a las afores que pagan menos y cobran más. La migración no es, por sí sola, una elemento que pueda descalificar la labor del Pensionissste”, dijo.