«Es extremadamente preocupante porque sin competencias básicas nuestros chicos se van a quedar al margen en muchos aspectos de la economía global y de lo que pueden hacer respecto de los retos de la agenda internacional», consideró Gabriela Ramos, directora de la OCDE.
Por Mariana Gonzáles
Guadalajara (México), 3 dic (EFE).- En América Latina el 79 por ciento de los estudiantes tienen un bajo nivel de competencia en lectura, matemáticas y ciencia, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA 2018 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) divulgados este martes.
La directora de la OCDE, Gabriela Ramos, dijo en la presentación del estudio realizada en Guadalajara (oeste de México) que los jóvenes latinoamericanos están en el nivel mínimo de competencia en estos aspectos académicos que permiten tener un buen desempeño escolar y generar habilidades para la vida.
La diplomática mexicana explicó que nueve países latinoamericanos incluidos en el estudio tienen alrededor de la mitad de sus estudiantes en los niveles más bajos de rendimiento, mientras que en República Dominicana prácticamente todos los alumnos están en esos niveles.
Esto muestra que tienen dificultades con aspectos básicos de la lectura, lo que Ramos calificó de «preocupante» para su futuro.
«Es extremadamente preocupante porque sin competencias básicas nuestros chicos se van a quedar al margen en muchos aspectos de la economía global y de lo que pueden hacer respecto de los retos de la agenda internacional», consideró.
UN EXAMEN DE DOS HORAS PARA 32 MILLONES DE ALUMNOS
La prueba se llevó a cabo el año pasado para evaluar a unos 600 mil estudiantes de 15 años de edad, que representan a 32 millones de alumnos en 79 países y economías, quienes respondieron a un examen de dos horas con preguntas de lectura, ciencias y matemáticas realizado por primera vez de manera electrónica.
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, México, Panamá, Perú y Uruguay participaron en esta prueba que también midió cómo ha evolucionado este desempeño desde el año 2000 y la manera en que los adolescentes afrontan los retos de su educación de manera personal y familiar.
Ramos recalcó que América Latina es la región con los resultados más desiguales, en los que la variante socioeconómica tiene «un impacto muy negativo» en los jóvenes que se encuentran en los niveles más bajos y en donde «es más complicado» ascender en la escala social.
Los estudiantes chilenos son los que mayores calificaciones obtuvieron en la prueba al sumar poco más de 450 puntos, seguidos por los de Costa Rica y Uruguay con poco menos de 430, México con cerca de 420, Colombia y Brasil con poco más de 410, Argentina y Perú con poco más de 400, y Panamá y República Dominicana por debajo de los 400 puntos.
Además, los 10 países de la región participantes en el estudio se encuentran por debajo del promedio de las naciones de la OCDE en cuanto al desempeño en lectura. El mejor posicionado es Chile, con sólo alrededor de 20 por ciento de sus estudiantes en los tres niveles más bajos.
De acuerdo con los datos del estudio, los estudiantes de Perú y Colombia registran mejoras en lectura, matemáticas y ciencias entre el año 2000 y 2018, en tanto que los de Brasil, México y Uruguay presentan un desempeño sin muchas variaciones, pero con una creciente matriculación.
AUMENTO DE ESCOLARIDAD
Ramos refirió que en comparación con los resultados obtenidos desde hace casi 20 años con la primera prueba, en los países latinoamericanos ha habido un aumento en la escolaridad y una cobertura más alta para los jóvenes que cursan el último año de educación básica y los primeros de media superior.
Brasil es el único país latinoamericano que se posicionó entre los 20 países cuyos estudiantes tienen una mentalidad para el crecimiento, por arriba del promedio de la OCDE, seguido de Colombia y Chile.
Ramos afirmó que el reto de los países de la región es incrementar la calidad educativa y destinar más recursos económicos y humanos a las escuelas más desfavorecidas para tratar de erradicar la desigualdad.
«Tenemos que revisar de qué manera podemos asegurar que nuestros chicos obtengan las herramientas para que tengan éxito en este mundo global, pero el punto más importante es reducir las desigualdades y darle prioridad a las regiones y escuelas que se encuentran en desventajas», puntualizó.