En el Centro Médico Nacional «Siglo XXI» en la Ciudad de México se han registrado al menos 10 casos de acoso laboral y violencia docente entre los 710 médicos residentes de especialidades, incluyendo dos casos de intento de suicidio en Urología y Psiquiatría. No todos han sido denunciados por temor a represalias.
La dirección del hospital reconoce dos: un doctor acusado ya no está (porque terminó su periodo) y la otra doctora fue retirada del curso, pero sigue en la nómina del IMSS. La Jefatura de Enseñanza garantiza que no habrá consecuencias para los casos no denunciados. A nivel nacional, el titular del IMSS, Zoé Robledo, dijo que el nuevo Contrato Colectivo de Trabajo incluye sanciones a quienes lo ejerzan.
Ciudad de México, 3 de noviembre (SinEmbargo).– El «elefante en la sala» estuvo en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI, uno de los hospitales en la lista negra de médicos residentes víctimas de acoso laboral y violencia docente a nivel nacional, que les ha causado depresión, ansiedad, pérdida de autoestima, deserción o pensamientos suicidas, lo cual impacta en el servicio ofrecido a los pacientes. El tema no fue mencionado durante la 110 Asamblea General Ordinaria del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con presencia de ex directores, su titular, enfermeras, médicos, representantes sindicales, secretarios de Estado y el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al terminar el evento, el director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, acompañó al Primer Mandatario López Obrador a la salida del Centro Médico, mientras las enfermeras y médicos aplaudían. Tomaban fotos. A su regreso, al entrar por la puerta principal, SinEmbargo le preguntó al funcionario federal sobre la situación de los miles de residentes, becarios que no están contratados por lo que están el limbo ente las autoridades universitarias y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), que descuenta 40 pesos a la quincena a 13 mil residentes en el país, encabezado por Arturo Olivares Cerda, también presente en el evento.
–Estamos trabajando con ellos. Hay una mesa de diálogo con todo el grupo. Hay elementos importantes ahora en el nuevo Contrato Colectivo de Trabajo [2019-2021] que se acaba de firmar justamente para acabar con el acoso, para que no haya abusos en contra de ellos. Nosotros tenemos que cuidarlos, ese es nuestro propósito y vamos a encontrar mecanismos para que así sea –respondió Robledo.
En respuesta, la Asamblea Nacional de Médicos Residentes, integrada por al menos 10 mil residentes médicos de hospitales a nivel nacional del IMSS y la Secretaría de Salud, afirmó que dentro del Contrato Colectivo de Trabajo 2017-2019 hay un apartado de «Reglamento de Médicos Residentes en Periodo de Adiestramiento en una Especialidad», donde no viene especificada ninguna cláusula sobre acoso laboral. El Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social no ha publicado el de 2019-2021, firmado el 10 de octubre.
–Ellos dicen que el Sindicato de Trabajadores del Seguro Social no los está protegiendo, ¿qué opina de ello?
–No, yo de lo que puedo hablar es sobre las acciones de la Dirección General. La firma del Contrato Colectivo tiene cláusulas nuevas justamente para evitar el acoso, para que se tipifique de alguna manera y tenga sanciones mucho más severas y se logre desincentivar. Que la gente sepa que no va haber impunidad. Han habido casos muy lamentables y nosotros no lo vamos a tolerar. Además estamos dialogando con ellos.
Sobre la falta de apoyo del Sindicato del IMSS, la Asamblea Nacional de Médicos Residentes afirmó que los testimonios recabados reflejan que si se acude a la protección patronal, no responde ya que los médicos adscritos contratados, quienes generan el acoso laboral, «están sumamente protegidos».
–¿Por qué en todo el evento no habló sobre ellos? Parece un «elefante en la sala».
–Cómo no, sí. ¡No! Están más que representados. Hablé de los 10 mil 700 nuevos empleos, y muchas de ellos son plazas de residente; los mil 096 nuevos trabajadores del IMSS Bienestar son plazas de residentes. Sí están muy presentes para nosotros.
–Hay casos al borde del suicidio…
–Bueno, es muy lamentable. Y tenemos que trabajar para evitarlo. Es otra de las acciones que hemos tomado. Por ejemplo, que los psicólogos que están en los Hospitales Rurales no solamente tengan tareas de enseñanza sino que también puedan atender como pacientes a nuestros propios trabajadores. Y hay muchas acciones preventivas.
Sin embargo, representantes de la Asamblea Nacional de Médicos Residentes rechazaron que estén recibiendo un apoyo psicológico especializado, ni evaluaciones periódicas o seguimiento para quienes ya tienen trastornos psiquiátricos que requirieron hospitalización.
Ante el problema a nivel nacional, los residentes exigen una instancia pública específica que aplique mecanismos legales que aseguren el respeto de sus derechos básicos humanos y laborales, ya que ni las autoridades de las universidades donde estudian ni las del IMSS gestionan sus quejas.
El grupo surgió en abril a partir del retraso en los pagos a los médicos residentes, por parte de la Secretaría de Salud. Pero brotó toda la problemática. Acusaron en un comunicado que son «sometidos a jornadas con guardias de 36 horas cada tres días, remuneraciones no correspondientes a su esfuerzo, exclusión de su figura dentro de los Contractos Colectivos de Trabajo [solo en un reglamento] y a una expresión polimorfa de violencia sistemática ejercida por directivos y médicos adscritos a sus hospitales: una cultura que rinde tributo a las jerarquías y a la impunidad».
CASO: CENTRO MÉDICO SIGLO XXI
En el Centro Médico Siglo XXI hay más de 700 residentes médicos en más de 20 especialidades, donde solo hay dos casos de acoso laboral (en Psiquiatría y Urología), de acuerdo con el Director Dr. Carlos Cuevas García. Sin embargo, hay más casos no denunciados por temor a represalias en ese hospital de la Ciudad de México: 1 en Angiología, 3 en Gastrocirugía, 1 en Medicina Interna, 1 en Pediatría, 4 en Psiquiatría, contrastó uno de los representantes de la Asamblea Nacional de Médicos Residentes encargado de recopilar las denuncias en el país.
–De los dos residentes que se dice uno es de Psiquiatría y otro de Urología –planteó el Director del Centro Médico Siglo XXI en entrevista con este medio. Ambos casos se atendieron hasta que se presentaron síntomas de intento de suicidio–. El de Urología el problema pasó desde hace como dos años y, desde antes, la institución siempre está preocupada porque no haya este tipo de acoso laboral u hostigamiento y todo lo que se deriva. Nosotros habitualmente revisamos. Hay una Dirección de Educación e Investigación que se dedica al cuidado de la formación de recursos humanos y tenemos controles. Sin que sea privativo ni explicativo, en todas partes del mundo hay ese tipo de cosas. Cada curso tiene un profesor titular y un profesor adjunto. Nosotros en los casos específicos de esas dos personas, cuando hubo esa situación inmediatamente se separa al profesor. Se cambian los profesores y se tiene una supervisión directa con los involucrados. Para ser profesores tienen que tener las cualidades y se les volvió a reentrenar cuando es necesario y se les da supervisión personalizada. Tenemos un Departamento Jurídico y los profesores de los cursos, los adjuntos, los de base y la Dirección Médica y Administrativa.
Sin embargo, acusó el representante de médicos residentes en el Centro Médico, la separación del cargo de la titularidad del curso de Psiquiatría de la Dra. acusada no fue «inmediata». Y no fue sancionada: sigue como Jefa de Servicio de Psiquiatría del Hospital Centro Médico Nacional “Siglo XXI”, de acuerdo con la Nómina Transparente de la Administración Pública Federal.
La primera queja anónima se presentó en mayo de este año ante la Dirección del Centro Médico, la médico residente quejosa fue «violentada» en julio por la Dra. acusada, constata la carta a la Dra. Victoria Mendoza Subieta, Jefa de Enseñanza e Investigación del Centro Médico.
«Ya estoy harta de ti», le gritó la Dra. acusada de acuerdo con la médico residente y, dijo, «me catalogó como enferma mental, lo cual es antiético cuando yo no soy su paciente. Me humillaba, me reprobó en las evaluaciones». Al grupo, amenazó: «las consecuencias serán desfavorables para todos». Sobre la ausencia recurrente a su jornada laboral respondió que no era de «su incumbencia».
La Dra. Victoria Mendoza, quien atiende a los 710 residentes del Centro Médico desde junio, rechazó que haya «amenazado» en la llamada telefónica a la médico residente de darla de baja definitiva después de dos faltas [más de tres faltas es baja], y aseguró que en el hospital no están de acuerdo con las represalias y aseguró que «están abiertos» a cualquier denuncia sobre acoso laboral a residentes de otras especialidades para hablar con el profesor acusado.
«En el Centro Médico Siglo XXI no se tolera el acoso ni el maltrato. Inmediatamente actuamos. Tenemos un código para eso. Y evitamos, damos solución en ese momento. Este problema de Psiquiatría se nos salió de control porque hay 54 alumnos con dos profesores. Hubo un problema de mala comunicación con los profesores. Ningún problema de acoso o maltrato se queda sin que nosotros como Jefes de Enseñanza demos la solución», dijo la Dra. Mendoza. «Yo no tengo por qué amenazar a nadie. Tengo 710 alumnos de los que estoy pendientes desde sus inscripciones, cómo están sus tesis, publicaciones de sus trabajos en revistas […] La residencia médica sí es de mucha carga de responsabilidad, académica, se tienen que leer libros, y tienen mucho estrés».
En agosto, cinco médicos residentes de Psiquiatría enviaron una carta a la Dra. Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, Titular de la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud del IMSS, para reiterar las violaciones a los derechos universitarios y al código de ética del IMSS.
La médico residente presentó denuncias ante la Defensoría de Derechos Universitarios de la UNAM (le dijeron que debía «conciliar» con la Dra. acusada), ante la Jefatura de Enseñanza del IMSS (la culpaban por «provocar» a la Dra.), y los directivos del Centro Médico (le dijeron que «no podía reaccionar así» porque estaba estudiando Psiquiatría).
La residente de Psiquiatría terminó hospitalizada en una unidad psiquiátrica con los diagnósticos de un episodio depresivo grave e ideación suicida. «Llegó el punto en que empiezo con síntomas de ansiedad, depresivos, me daba mucho miedo el estar pensando en ir a Centro Médico y no sabía cómo la Dra. iba a reaccionar cuando tendía a ser muy visceral conmigo. Entonces empecé a faltar al servicio porque empecé con crisis de pánico y presenté dos faltas […]. Me metí a llorar a los baños por el daño que ella me causaba. Mis síntomas empiezan a empeorar, no veía respuesta por ningún lado, finalmente empecé a creer que la culpa era mía y llegó un punto en que empecé con ideación suicida. Pedí ayuda porque no quería que pasara lo más grave».
«Yo vivo con el estigma de mi enfermedad y soy la apestada entre mis compañeros, porque se hicieron muchas modificaciones al programa y sigo tocando puertas para que me den una respuesta ante el acoso de ella. Sigue diciendo que todo eso ocurrió por mis ‘babosadas'», dijo la residente. «Ella está como si nada y yo sigo con ataques de pánico, sigo en tratamiento psiquiátrico y se me ve mal por eso, cuando no debería de ser así».
La Dra. acusada solo fue retirada del curso de Psiquiatría en septiembre. Sigue dentro de la nómina del IMSS. En una carta dirigida a la Jefa de Enseñanza del Centro Médico, Dra. Victoria Mendoza, argumentó que «siempre la he tratado de forma amable» y la señala de actitudes irrespetuosas. Posteriormente, en la carta la diagnostica (sin ser su paciente) como: «una persona son mecanismos de defensa primitivos […] se coloca de forma dramática como una víctima […] la respuesta de la Dra. siempre es catastrófica, dramática o sumamente impulsiva y manipuladora».
–En el caso de Psiquiatría hay casos al borde del suicidio… –preguntó SinEmbargo al Director del Centro Médico Siglo XXI, Dr. Carlos Cuevas.
–Eso no es tan cierto. Vaya, no quisiera entrar en esa polémica. En el caso de Psiquiatría, la profesora titular del curso académico fue retirada del área de enseñanza. Derivado de esa situación se hizo una investigación con el Dr. José Luis Martínez, de la Dirección de Enseñanza e Investigación; la Dra. Victoria Mendoza, de División de Educación en Salud, y con la Dra. Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, Titular de la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud del IMSS, que controla las residencias de especialidades en el país, con la UNAM y se decidió retirar a la Dra. Se hizo una nueva selección de todos los profesores en Psiquiatría con 54 residentes y se tuvo que hacer una nueva reestructuración del servicio. Se eligió por votación y competencia. Hay un nuevo profesor titular y se cambiaron cuatro profesores adjuntos.
–¿Me niega que haya casos al bordo del suicidio?
–No, no lo niego. Nosotros que conocemos la situación a profundidad, hay unas situaciones que no son tan así. Existe el acoso, pero en el caso particular de la residente de Psiquiatría no es como ella lo ha dicho. Nosotros tenemos nuestra percepción… ella ya tenía problemas previos, tenía antecedentes de alteraciones de tipo psicológicas.
De acuerdo con la Asamblea Nacional de Residentes Médicos, ese señalamiento de antecedentes de alteraciones «fue una fabricación» de las autoridades del Centro Médico, y al entrar a la residencia las pruebas médicas que les hacen no son psiquiátricas.
–¿Qué atención de salud mental le dan a sus estudiantes médicos residentes en medio de este ambiente de acoso laboral?
–Nosotros tenemos cursos. La mayoría de los residentes que llegan a este Hospital la mayoría ya viene de otros, no son nuevos en el sistema IMSS. Algunas especialidades como Psiquiatría sí son de entrada directa. De todas formas cuando llegan se les aplican pruebas psicológicas como a cualquier trabajador. Cuando se detectan ese tipo de afectaciones en el estado psicológico se les da personalización y se les manda al apoyo psicológico-psiquiátrico, como pasa en muchos… en este Hospital y en todo el país un porcentaje de los residentes tienen alguna alteración de este tipo, como depresión, ansiedad, dificultades de adaptación, y se le maneja. Tenemos 709 residentes y aunque sea un solo caso nos preocupa mucho. Nos dedicamos a ver los cursos, cómo interactúan.
–En el caso de Urología la sede estuvo cerrada un tiempo, ¿ya fue separado el Doctor que fue señalado? Hubo maltrato físico y verbal a los médicos residentes, como los ayunos
prolongados y la prohibición del descanso.
–Sí, cuando se dieron estas cosas el Dr. ya estaba por terminar. Ya se fue del hospital desde hace como un año.
–Pero se fue porque ya iba a terminar su periodo no porque fuera una sanción.
–Sí, se hicieron sanciones académicas. Los residentes tienen una figura doble, ellos son sindicalizados por una parte y estudiantes por otra. A veces es complicado por la presencia de que tienen derechos sindicales. Pero normalmente se toman las precauciones, sobre todo en el aspecto de que nosotros en la institución tenemos áreas de calificación, una de habilidades y otra científica. Ahí se sancionan. Cuando se detectan este tipo de casos se mete en la normatividad y se habla con los residentes tanto con la persona afectada como los que afectan. En el caso de Urología hicimos tanto y todos nuestros cursos están avalados por la UNAM. Cambiamos al profesor de curso y a los profesores adjuntos. Hablamos con los residentes. Se sancionaron y no podían separarse completamente porque tenían derechos sindicales, pero hicimos todas las instrucciones que nos dio la UNAM y el curso se reabrió. El residente que fue agredido actualmente está aquí preparándose y va terminar pronto su especialidad.
–¿Cuántas quejas anónimas de los médicos residentes ha recibido y cuántas de esas ha resuelto?
–Quejas anónimas no he recibido más que la de Psiquiatría que ya resolvimos. Con las quejas anónimas tiene uno la obligación de resolver una por una, y darle seguimiento. En el momento que yo recibo aquí en Dirección General una queja anónima, se sella, se firma, la reviso y le damos seguimiento a todos los casos así sea de Enseñanza o Investigación. Muchas veces también son de pacientes.
–¿Usted tiene alguna injerencia para que el Sindicato de Trabajadores del IMSS represente de verdad a los médicos residentes?
–Yo no, yo soy empresa. Como Director General tengo acuerdos semanales con el sindicato. Pero el sindicato normalmente defiende a los residentes. Aquí hay cerca de 4 mil trabajadores y todos tienen los mismos derechos, aunque sean residentes. En el caso de los residentes de Psiquiatría y Urología, el Sindicato estuvo muy pendiente de ellos.
–¿De qué manera impacta en el servicio de salud ofrecido a los pacientes este ambiente tan hostil a los residentes?
–Si usted hace cuentas, de 709 residentes en Centro Médico, por lo menos dos casos claros y aislados que les hemos dado atención, no hay repercusión en el manejo de los hospitales. Nosotros no hemos encontrado ningún caso de algún paciente que haya sufrido consecuencias porque el residente que lo atendió esté acosado. No he recibido ninguna queja de ningún familiar o paciente que se queje.
–Entonces, en general doctor, usted se siente satisfecho, no hay ningún problema con los médicos residentes en el Centro Médico.
–En conclusión, tenemos muchos residentes, muchas áreas de oportunidad. Sí hay dificultades, no somos santos, pero afortunadamente las que hemos encontrado las hemos tratado de todas las formas con el apoyo de toda la institución, con la UNAM y nuestros equipos. En una estructura de 4 mil trabajadores y 709 residentes, sería decirle mentira si le digo que no tenemos. Todos los días hay cosas diferentes.
–Hablando a nivel nacional, ¿está de acuerdo con las guardias de 36 horas o le gustaría que fueran legisladas?
–Nosotros hemos ido a la Cámara de Diputados y Senadores. En el mundo hay una tendencia de que se regulen porque el tiempo que se tardan es bastante. Es extenuante y a veces eso produce problemas. Pero los legisladores en sus comisiones ya lo tienen en su radar, para por lo menos organizarlo. El problema es que así se han creado las especialidades y así ha sido desde que hay especialistas en este país. Si se legislan tendrán una presentación diferente, pero también hay que considerar que la medicina no se aprende solo en la teoría, sino en la práctica.
Sin embargo, la Diputada panista Silvia Guadalupe Garza Galván presentó una iniciativa para reducir las guardias de residentes médicos de 36 horas a ocho horas. Pero la Comisión del Trabajo y Previsión Social de la Cámara la rechazó porque no son trabajadores insertos en la Ley Federal del Trabajo, sino becarios.
«Puede exponernos a cometer una mala práctica, cometer algún error. Tiendes a estar más distraído, te quedas dormido. Es algo que no ve el derechohabiente y los médicos lo minimizan porque ellos también lo pasaron (cuando eran residentes)», comentó la médico residente de Psiquiatría.