ADVERTENCIA: LAS IMÁGENES SIGUIENTES PUEDEN SER MUY OFENSIVAS Y VIOLENTAS PARA MUCHOS. SE RECOMIENDA QUE MENORES DE 18 AÑOS NO LAS VEAN
De acuerdo con especialistas Tijuana, nuevamente es el escenario de una nueva batalla entre cárteles.
Ciudad de México, 3 de noviembre (SinEmbargo).- Criminales colgaron, nuevamente, un cadáver y cerca de éste dejaron un «narco mensaje» sobre el puente peatonal ubicado en las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad en Tijuana, Baja California.
El hallazgo ocurrió durante la noche de este miércoles sobre el bulevar Federico Benítez. El cuerpo, que tenía la cabeza cubierta con una bolsa de plástico color negro, y las manos atadas hacía atrás, estaba suspendido con una cadena.
La víctima, que aún no ha sido identificada, vestía con pantalón gris, playera color negro, sudadero negra y unos botines, tipo militar, color negro.
El pasado 3 de septiembre colgaron un cadáver mutilado sobre este mismo puente. El cadáver cayó sobre uno de los vehículos que circulaba por este bulevar.
Elementos de la Policía Municipal acordonaron la zona, mientras que elementos periciales para realizar las primeras investigaciones y el levantamiento del cuerpo.
El aumento de los asesinatos y la violencia que se observa en las calles de esa ciudad fronteriza son la evidencia de que Tijuana está regresando hacia un escenario alarmante: con tintes al que vivió entre 2008 y 2010, cuando en ese municipio se mataban en promedio cuatro personas al día. Sin embargo, dicen especialistas, ni los gobiernos del estado y el federal reconocen la gravedad de la situación.
De acuerdo con especialistas Tijuana, nuevamente es el escenario de una nueva batalla entre cárteles.
El doctor José María Ramos, profesor-investigador del Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), sede Tijuana, recordó que desde hace 10 años los estados de la frontera norte de México, entre ellos Baja California, están dentro de los considerados como los de mayor incidencia delictiva del fuero común y del fuero federal, situación que está relacionada con la actividad del crimen organizado.
Señaló que en estos momentos en Tijuana se puede hablar de tres grupos criminales: uno que está “diezmado” [el de los Arellano Félix]; otro en proceso de reconfiguración [el de Sinaloa]; y el Cártel Jalisco que “tiene una capacidad de influencia de intervenciones mucho más radicales que la capacidad de negociación que tenía en su momento el grupo Sinaloa”.
Sin embargo, precisó, el comportamiento del Cártel Jalisco en Tijuana no puede ser el mismo que en otros estados del país, como Guerrero y Muchioacán -donde han sido muy radicales-, pues señaló que la cercanía con sitios como California y San Diego exigen a los grupos criminales que operan en la zona se tienen que adaptar a “ciertos comportamientos”. Explicó que la acción de estos grupos se minimiza de manera muy radical en esas ciudades fronterizas, pues operan bajo ciertos “valores del Estado de derecho, de ’si te portas mal, te voy a sancionar’”.
Ramos consideró que la violencia que se ha registrado en los últimos meses en esa ciudad fronteriza “se puede atribuir a una situación que tiene que ver con la búsqueda de espacios entre los grupos delictivos”.
Para el periodista Vicente Calderón la creciente violencia en Tijuana se debe a diversos factores, y uno de ellos es una nueva reestructuración del Cártel de los Arellano Félix y su unión con el Cártel Jalisco Nueva Generación, así como la “pelea” con el Cártel de Sinaloa.
En el caso de Tijuana, dijo, existe “una recomposición del hampa”, y explicó: “tiene que ver primero con un intento de recuperación de las estructuras de lo que fue el cártel de los Arellano Félix, que por más que las autoridades de ambos lados de la frontera hayan declarado muerta, una y otra vez, tienen toda una infraestructura que sirve para el contrabando a gran escala de la droga”.
La nueva estructura, detalló Calderón, busca retomar el liderazgo en la zona. Incluso se habla de un descendiente de la familia de los Arellano Félix, al que apodan “El Piloto”. De acuerdo con información difundida por el semanario Zeta, en marzo de este año, se detalla que es “El Piloto” Arellano Corona, al parecer uno de los hijos de Benjamín Arellano Félix, es quien está comandando la reestructuración del grupo criminal.
“Desde hace algún tiempo está tratando de recuperar parte del poderío que tenían aquí”. Además, se habla de una vinculación de esta nueva generación del Cártel Tijuana con el Cártel Jalisco Nueva Generación. Esa alianza ha sido bautizada ya como el Cártel Tijuana Nueva Generación.
Esa reestructuración se empezó a detectar desde el año pasado, cuando muchos de los lugartenientes que tenían algún vínculo con los Arellano Félix empezaron a resurgir o ser ejecutados.
Por otra parte, explicó, está la resistencia que el cártel de Sinaloa ha mostrado: “Quien pareciera era el ganador de buena parte del control tras la lucha del 2008 en adelante”.
Para el doctor José María Ramos a diferencia de la violencia que Tijuana vivió entre 2008 y 2010, en la actualidad sería poco probable que alcanzara los mismos niveles, pues el grupo criminal de los Arellano Félix no cuenta con la misma fuerza que hace algunos años, ni tampoco el cártel de Sinaloa tiene la misma influencia en la zona.
“La incidencia sería de otra naturaleza, yo lo veo difícil. El reto para la política pública es cómo entender ese tipo de contextos y sobre todo de generar una serie de políticas transversales orientadas a entender toda esta complejidad”, dijo Ramos.
Ramos destaca además otro factor relacionado a este repunte delictivo, y explicó que no sólo está presente en Tijuana, además es algo que se réplica en Ciudad Juárez: el cambio de poderes, que en ambos casos ha sido por un partido de alternancia al saliente y de rotación de funcionarios públicos.
“Esa situación ha sido aprovechada por los grupos delictivos para aprovechar esos vacíos en términos de mayor incidencia, de mayor violencia”, señaló.
En Tijuana por ejemplo, el Partido Acción Nacional (PAN) recuperó en las recientes elecciones el poder con su candidato Juan Manuel Gastélum Buenrostro. Ese municipio había sido gobernado en los últimos dos periodos (de 2010 a 2016) por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Mientras en Ciudad Juárez, desde junio pasado, cuando el PRI perdió la Gubernatura en Chihuahua, esa ciudad ha visto un repunte de violencia.