Hasta el mediodía de este sábado habían sido detenidos más de una veintena de migrantes que estaban entrando de manera regular a México, que posteriormente fueron trasladados a la estación migratoria Siglo XXI para definir su estatus migratorio en el país.
Por Juan Manuel Blanco
Tapachula (México), 3 oct (EFE).- México se alista para recibir la primera oleada migratoria durante la pandemia de la COVID-19 con un reforzamiento de la seguridad fronteriza y sanitaria ante una nueva caravana de unos dos mil migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños, que buscan cruzar el país con rumbo a Estados Unidos.
Agentes fronterizos y de la Guardia Nacional se han apostado a las orillas del río Suchiate, frontera natural entre México y Guatemala, en espera de los migrantes que el pasado miércoles partieron de San Pedro Sula, Honduras, luego de dos semanas de que fue reabierta la frontera en Guatemala.
«El despliegue (de fuerzas de seguridad) no sólo se ha dado en México, sino se ha dado desde Centroamérica y al final, sí ha amagado de alguna forma la caravana», explicó la especialista en temas de migración, Eunice Rendón.
Dijo que ayer por la noche, al interior de la caravana, se dijo que muchas personas se iban a regresar a Honduras «debido a las amenazas que han visto en el camino». Por ejemplo, la policía tenía orden de detenerlos desde Guatemala.
Dijo que la pandemia de la COVID-19 y la política antiinmigrante y racista del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha dado positivo por el patógeno, ha provocado que ahora «haya tres o cuatro muros» desde Centroamérica, El Salvador, Guatemala y México y la pandemia es el pretexto perfecto para evitar la migración».
Explicó que la necesidad de estas personas sigue «y mucha gente se pregunta ¿por qué alguien saldría de su país en plena pandemia y se arriesgaría a contraer el virus?».
«Pero cuando vemos las cifras de homicidios, la violencia y las amenazas que sufren en su país podemos entender que al tener el riesgo inminente y diario, hasta de perder la vida, prefieren tomar el riesgo de contagiarse e intentar llegar a Estados Unidos o a México», añadió.
La también coordinadora de la organización Agenda Migrante recordó que la mayoría de los migrantes de esta caravana son originarios de Honduras, donde las cifras de homicidios y violencia, a pesar de la pandemia, no han bajado.
Este sábado, fuentes oficiales del Gobierno guatemalteco indicaron que unos dos mil migrantes hondureños han retornado voluntariamente a su país, procedentes de Guatemala, tras abdicar en sus intenciones de llegar a Estados Unidos en busca del sueño americano, informaron este sábado fuentes oficiales.
El Gobierno guatemalteco detalló a periodistas que hasta la mañana de este sábado habían retornado voluntariamente a Honduras 2 mil 065 migrantes.
«Tenemos conocimiento de que hay grupos pequeños que continuaron la ruta. Sin embargo, no hay una concentración fuerte (de personas)», informó la portavoz del Instituto Guatemalteco de Migración, Alejandra Mena.
INTENSIFICAN DETENCIONES
En México, en las últimas horas, los agentes han intensificado las detenciones de migrantes, sobre todo guatemaltecos que no cuentan con documentos que les permitan entrar de manera legal en el país.
Los funcionarios federales se han distribuido en la línea fronteriza de México con Guatemala para impedir el ingreso masivo de los migrantes hondureños que viajan por Guatemala con la idea de llegar a la Unión Americana.
En Ciudad Hidalgo, este sábado en los pasos informales como el «Coyote», El Armadillo, Paso Limón, el Cascajo, se les ordena hacer alto a los migrantes para verificar que porten sus documentos oficiales que les permitan ingresar a México.
Un balsero de la zona fronteriza llamado Junior dijo a Efe que con el anuncio del arribo de la caravanas ha bajo su actividad de cruzar personas de Guatemala a México, a través del río Suchiate.
«La población tiene miedo de acudir a México. No hay mucho movimiento, ya vienen en camino, dicen que son unos dos mil, pero pedimos que no vengan porque vienen a perjudicar», comentó mientras esperaba su turno para cruzar personas para comprar en México.
Las autoridades también han reforzado los operativos para evitar el ingreso de los migrantes por del puente Internacional Rodolfo Robles.
El balsero apuntó que de cruzar la caravana migrante «se tendría consecuencias graves por la pandemia de la COVID-19 y por eso es mejor que no crucen a México».
RECHAZO Y DISCRIMINACIÓN
Según activistas, entre la población local se ha corrido información falsa de que los migrantes «vienen contaminados de COVID-19» lo que ha generado rechazo y discriminación.
Hasta el mediodía de este sábado habían sido detenidos más de una veintena de migrantes guatemaltecos que estaban entrando de manera regular a México, que posteriormente fueron trasladados a la estación migratoria Siglo XXI para definir su estatus migratorio en el país.
El viernes, México inicio el reforzamiento de su frontera sur con el despliegue de cientos de agentes de migración, la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas.
El Instituto Nacional de Migración (Inami) de México indicó que los agentes se instalaron en los puntos fronterizos de Ciudad Hidalgo y Tenosique, en los estados de Chiapas y Tabasco.
Un día antes, el Inami confirmó que toda persona que utilice sus instalaciones y las áreas de ingreso en el país deberá cumplir con los protocolos de salud ya que los códigos penales federales y de los estados de Chiapas y de Tabasco, prevén penas de 5 a 10 años de prisión a quien ponga en peligro de contagio la salud de otro.
La migración en México se elevó desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes centroamericanos comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos.
En junio de 2019 México llegó a un acuerdo con Estados Unidos y entonces desplegó en la frontera sur a miles de agentes de la Guardia Nacional, el cuerpo policial de formación militar creado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.