En su Sexto Informe de Gobierno (2017- 2018), el Presidente Enrique Peña Nieto presumió una serie de acciones encaminadas a la protección de la vaquita marina. Sin embargo, omitió que hoy esa especie se encuentra al borde de la extinción, coincidieron representantes de organizaciones ambientalistas con presencia nacional e internacional, en entrevista para SinEmbargo.
Son verdades a medias. Sí se implementaron medidas como nunca antes, pero no es la verdad completa. La verdad completa es que quedan menos vaquitas que cuando inició la administración de Peña Nieto… no importa cuánto dinero se haya invertido ni los programas que se hayan implementado, es obvio que no fue suficiente. Decir verdades a medias es igual que mentir, criticó Alejandro Olivera Bonilla, representante del Centro para la Diversidad Biológica (CDB) en México.
Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).- La vaquita marina, especie endémica del Mar de Cortés, se encuentra en riesgo inminente de extinción. A pesar de la implementación de algunos esfuerzos por evitar su desaparición, durante la administración de Presidente Enrique Peña Nieto murió más del 70 por ciento de la población de la marsopa más pequeña del mundo, de acuerdo con estadísticas de organizaciones ambientalistas nacionales y extranjeras.
En su Sexto Informe de Gobierno (2017- 2018), el mandatario mexiquense presumió una serie de acciones encaminadas a la protección de esta especie marina, pero omitió lo fundamental: que hoy se encuentra al borde de desaparecer, reclamaron representantes de esos grupos entrevista para SinEmbargo.
«Son verdades a medias. Sí se implementaron medidas como nunca antes, pero no es la verdad completa. La verdad completa es que quedan menos vaquitas que cuando inició la administración de Peña Nieto. Estos son los resultados reales, y no importa cuánto dinero se haya invertido ni los programas que se hayan implementado, es obvio que no fue suficiente. Decir verdades a medias es igual que mentir», criticó Alejandro Olivera Bonilla, representante del Centro para la Diversidad Biológica (CDB) en México.
El Sexto Informe de Gobierno de Peña Nieto destaca el establecimiento del Programa de Conservación, Protección y Recuperación de la Vaquita Marina (Vaquita CPR), los esfuerzos por erradicar la pesca ilícita en el Alto Golfo de California –hogar de la vaquita marina–, la eliminación de redes fantasma, además de las compensaciones económicas para los pescadores y otros afectados por las medidas.
A pesar de todo, destaca Greenpeace México, «en esta administración hemos llegado a un declive del 72 por ciento en la población de esta especie endémica que está prácticamente extinta».
Miguel Rivas, campañista de la organización internacional, corroboró a este diario digital que «las cifras oficiales hablan de miles de millones de pesos invertidos, pero la realidad es que murió más del 70 por ciento de la población de la vaquita».
Además, denunció, el balance del sexenio en materia de protección a la vaquita marina «es por mucho negativo». Lo reportado sobre el pequeño cetáceo en el último informe «es una verdad con mucho maquillaje […] nunca hubo una real preocupación por proteger a la vaquita y las cifras lo demuestran», añadió el especialista.
EU CASTIGÓ INEFICIENCIA
Como medida para obligar la toma de acciones contundentes y detener la disminución poblacional de esa especie, hace un par de semanas Gary S. Katzmann, Juez de Nueva York, ordenó a la administración del mandatario estadounidense Donald Trump aplicar de inmediato la prohibición de importación de camarón, chano, sierra y curvina provenientes del hábitat de la vaquita marina.
«Según la Ley estadounidense de protección a los mamíferos marinos, si un país con el que Estados Unidos tiene intercambio comercial no cumple con medidas equiparables para la protección de los mamíferos marinos, puede establecer sanciones comerciales y es el caso de la vaquita marina. Por ello, la Corte emitió este fallo para prohibir específicamente especies capturadas con redes agalleras en el hábitat de la vaquita», explica Olivera Bonilla, quien es además biólogo Marino y Maestro en Ciencias con especialidad en Uso, Manejo y Preservación de los Recursos Naturales.
La temporada de pesca de dichas especies comienza precisamente este mes, por lo que el Gobierno mexicano, encabezado por Enrique Peña Nieto está aún en posibilidades de implementar acciones para proteger al pequeño cetáceo y con ello lograr que el embargo sea levantado, agrega.
Hasta el momento, sin embargo, el Gobierno mexicano no ha informado sobre acciones al respecto.
Bonilla hizo un llamado urgente a la administración saliente a ejecutar acciones concretas e inmediatas, pues, la inacción además de provocar la extinción de la vaquita, reconoce, ocasionaría afectaciones a los pescadores y a las comunidades, quienes obtienen sustento económico gracias a la actividad pesquera.
«Es urgente que haga una negociación para que se pueda levantar este embargo, que es un instrumento de presión para que finalmente se apliquen medidas correctivas», dice. «El Gobierno aún está a tiempo de evitar las consecuencias. Se debe decidir entre ambos gobiernos qué tendría que hacer México para que EU levante esta sanción», agrega.
Rivas se pronunció en contra de la medida, pues «los pescadores son los verdaderos afectados, cuando las autoridades son quienes fracasaron en esta implementación para salvar a la vaquita».
«Desde Greenpeace no estamos de acuerdo con este tipo de medidas porque creemos que afectan a los pescadores que son quienes más han sufrido la problemática de la vaquita. Debería haber más integración de ellos en las soluciones, más que prohibirles o sacarlos del mercado», remarca.
El tipo de redes de enmalle para pescar las especies mencionadas es uno de los factores que ha ido mermando la existencia de la vaquita que perece atrapada en ellas.
De acuerdo con el periódico Noroeste, Humberto Becerra Batista, dirigente de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola (Canainpesca), dio a conocer recientemente que a fin de diferenciar el camarón capturado por embarcaciones en áreas de no interacción con la vaquita marina, los productores de altamar mexicanos se podrán certificar para continuar con la exportación hacia el país vecino.
Pero, la principal amenaza, han subrayado diversas organizaciones, es el tráfico de totoaba, otro ejemplar marino endémico de las mismas aguas: su buche es comercializado hasta en 8 mil dólares y la vaquita cae incidentalmente en las mallas que utilizan para atraparla.
LA VAQUITA SE EXTINGUE
El último conteo realizado por el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) en febrero del año pasado arrojó que apenas 30 ejemplares sobreviven en las aguas mexicanas. Por ello, Olivera Bonilla estima que la cifra pudo reducirse a la mitad para este año.
«Creemos que podrían quedar alrededor de 15 [vaquitas], aunque no son números abosolutos, todo son estimaciones estadísticas. Aún así, sean 30, 50 ó cinco, la vaquita no está extinta, así que hay que hacer lo posible por conservarla. Todavía se puede hacer algo: se tiene que acabar con el tráfico ilegal de totoaba en el Alto Golfo, también debe haber una prohibición total de las redes en esa zona e implementar más monitoreo. Son acciones que se deben hacer de forma inmediata, no se puede esperar más. Si continuamos con esta tendencia, la vaquita podría extinguirse para 2021», advierte.
El embargo recién ordenado es producto de una demanda presentada en marzo pasado por el Instituto de Bienestar Animal, el Centro para la Diversidad Biológica (CDB) y el Consejo de Defensa de Recursos Naturales, a boicotear el camarón mexicano “para salvar a la vaquita”. Igual que en la actualidad, el año pasado las organizaciones exigieron a las autoridades mexicanas:
• Prohibir permanente e inmediatamente todas las redes de enmalle en el hábitat de la vaquita.
• Reforzar drásticamente la aplicación de la Ley en el agua y en las fronteras de México.
• Eliminar todas las redes ilegales del norte del Golfo de California.
«Hasta la fecha, el Gobierno de México no ha prohibido permanentemente todas las redes agalleras en el hábitat de la vaquita, a pesar de repetidas recomendaciones de los científicos y la evidencia de que el uso de redes de enmalle por cualquier pesquería, en o cerca del hábitat de la vaquita, sin lugar a dudas llevará a la extinción de la especie», destaca Olivera Bonilla.
Rivas y Olivera coincidieron en que el próximo Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador heredará un problema difícil de solucionar, sin embargo, hicieron un llamado a destinar recursos para la implementación de una política integral que logre salvar a la vaquita marina de la extinción.
«El próximo Gobierno federal debe aceptar que es un grave problema y no lo debe dejar en letra muerta. Debe enfrentar la pesca ilegal de la totoaba, que es la principal amenaza para la vaquita. Desarticular el tráfico de totoaba es el gran reto», concluye el representante del CDB en el país.