Sin proporcionar detalles de las escuelas en donde se está intentando obligar a profesores a ser distribuidores, para no «ponerlos en riesgo”, el rector explico que la situación es consecuencia de la reducción en el consumo de ese tipo de sustancias.
Por Karla Galarce Sosa
Ciudad de México, 3 de Septiembre (SinEmbargo/ElSur).- El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán, dijo que personas ajenas a la institución quieren obligar a docentes a vender drogas, “principalmente” en Acapulco, para fomentar el consumo, pues aseguró que éste se redujo “sustancialmente”.
En declaraciones a reporteros después de la ratificación y ampliación del convenio de colaboración entre la UAG y el Centro de Integración Juvenil (CIJA), Saldaña Almazán aseguró que en tres años el índice de consumo disminuyó y ahora consume alguna sustancia ilícita el 5 por ciento de los universitarios, principalmente alumnos de preparatorias.
Sin proporcionar más detalles, dijo que hay mil 700 trabajadores que cobran en nóminas de la UAG y del gobierno estatal, pero que daría a conocer más información la semana entrante.
“Había un problema muy álgido, de lo que se conoce como bulling, y que era provocado por el consumo de drogas, era un asunto muy fuerte”, dijo el rector, quien añadió que en un estudio, del que no precisó fechas o más datos, arrojó que el 20 por ciento de los jóvenes universitarios de la UAG en Acapulco consumían droga, por lo que de cada 10 mil jóvenes, 2 mil de ellos consumían drogas.
Detalló que el problema actualmente es “con quienes quieren obligar a algunos profesores a distribuir y eso es algo es grave”.
Se negó a decir cuáles son las escuelas que presentan el problema, porque argumentó: “Es ponerlos en riesgo”.
Indicó que con acciones preventivas, como la ampliación de servicios en el departamento psicopedagógico y el cierre de las escuelas para impedir el acceso a extraños, la situación se “ha mantenido prácticamente contenida”.
“Ayer (jueves) nos mataron a un chavo en Cruz Grande, y así otros jóvenes que han sido detectados, como que han distribuido este tipo de cosas, pero hemos abatido eso, posiblemente cercando, poniendo cámaras y orientando a los chavos para que no se fomente en la universidad. En la Preparatoria 2 que es muy grande, hay gente que vigila permanentemente y cuando ven que los chavos se van a lugares apartados es para hacer este tipo de acciones”, dijo.
Reiteró que hay “varias” escuelas con problemas relacionados con el consumo de drogas; sin embargo, añadió “me han pedido que modere esta parte, porque los ponemos en riesgo, señalar a una escuela. En Acapulco principalmente, en Chilpancingo, en Tierra Caliente, son los más graves”.
Comentó que aunque en la entidad, y particularmente en la región serrana, hay distribución de amapola y marihuana, la circulación no debe ocurrir en las escuelas.
“Motivar a que los chavos no anden fomentando la venta, el consumo, el tráfico en las escuelas, eso nos ha venido a complicar un poco”, expresó Saldaña Almazán.
A pregunta de un reportero sobre si hay venta de drogas dentro de las instituciones, el rector dijo que “pasaba permanentemente”, aunque aseguró que eso se redujo, pues el consumo también disminuyó.
“Hemos utilizado los servicios del Centro de Integración Juvenil, que finalmente van a ayudar los universitarios para cerrar esta brecha y ayudar a los universitarios”, sostuvo.
Reconoció que los problemas más severos de consumo de drogas se concentró en los alumnos del nivel medio superior, aunque también registró el problema en una escuela, como la de Derecho de Acapulco, pero que “disminuyó con la presencia del Ejército”.
“Lo que no queremos es que se metan a la institución y lo que hemos detectado se ha resuelto”, advirtió.
Explicó: “lo que hicimos fue meter departamentos psicopedagógicos, de orientación vocacional, cerrar las instituciones, porque había mochileros que se metían a vender a la universidad”.
Sobre la firma del convenio, dijo que este será ampliado, pues existe desde hace 30 años, para que los jóvenes que prestan su servicio social, realicen servicios médicos y dentales al público en general y que haya atención para los universitarios en prevención de adicciones.
La firma del convenio se desarrolló en el auditorio de la Unidad Académica de Medicina y estuvieron la directora nacional del CIJ, María del Carmen Fernández Cáceres; el director del plantel, Bulfrano Pérez Elizalde; la directora de Investigación, Berenice Illades Aguilar; el coordinador de la Zona Sur, Efrén Arellano Cisneros; el director del CIJA-Progreso, Raúl Sánchez Aguilar, entre otros.