Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).- Una semilla del sur de México capaz de ayudar en la prevención de enfermedades del corazón por sus cantidades de Omega 3. Esa es la chía.
En los últimos años, el consumo de chía ha ganado popularidad por ayudar a la regulación de la función intestinal, al igual que la linaza, pero más importante, es fuente de antioxidantes y ácidos grasos..
“La chía tuvo un boom debido a sus ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga [omega 3 y omega 6] que son unas grasas saludables para nuestro cuerpo. Y contrario a lo que mucha gente piensa, la chía pertenece al grupo de las grasas, igual que la linaza, las nueces, y los cacahuates”, explicó Araceli Martínez Coronado, responsable del Área de Nutrición de la Universidad La Salle.
Siete cucharadas de chía equivalen a 69 calorías, además, aporta proteínas, carbohidratos y grasas saludables.
La capa gelatinosa que recubre la semilla se denomina “mucílago” y constituye la fibra soluble, ésta permite regular el nivel de azúcar en la sangre y disminuir la absorción de colesterol, de acuerdo con un análisis nutrimental hecho por la organización El Poder del Consumidor (EPC).
La chía por sí sola no es un alimento balanceado, sino que se considera un aditamento al igual que el azúcar.
“Es por eso que no está en el plato del buen comer. En ninguno de los tres grupos, sino que son accesorios que se pueden utilizar. Y si yo consumo mucho de esto se puede estar desplazando algún otro grupo alimentario”, explicó Martínez.
Un reporte de la Unión Química Argentina (UQA) retoma una investigación del doctor Giovanni Tosco la cual determinó que la chía es la mayor fuente natural de Omega 3 para la producción de animales y sus derivados.
“La información disponible demuestra que ninguno de los niveles de Omega -3 de los productos comunes obtenidos de animales alimentados con dietas enriquecidas con chía, podrían alcanzarse con dietas basadas en el linaza, el aceite de pescado o las algas, sin afectar fuertemente el rendimiento productivo”, cita el trabajo, que presume que los mismos efectos se podrían ver en humanos.
Uno de los mitos más comunes entorno al consumo de chía es que ayuda a bajar de peso. De acuerdo con una radiografía de EPC es sólo una alimentación basada en varios alimentos naturales, como “verduras, frutas, cereales integrales, leguminosas y semillas” la que puede ayudar a este propósito.
“Bajar de peso incluye un cambio en el estilo de vida. No se trata de consumir una semilla, no es que si como un kilo voy a bajar, pero sí hay gente que reporta mayor digestión”, dijo Martínez. La fibra insoluble de la chía, que pasa por el sistema digestivo, ayuda al tránsito intestinal y al mantenimiento de la flora bacteriana.
La chía es originaria del sur de México y Guatemala donde se cultivaba desde la época precolombina, en climas tropicales y subtropicales. La planta que produce la semilla mide hasta dos metros y su flor es color violeta. La planta llega a medir hasta dos metros y su flor es color violeta.
Por su sutil sabor se suele usar en aguas frescas , ensaladas, cereales, hojas de menta fresca, postres, frutas, etc.
A continuación un par de recetas adaptadas por el EPC:
ENSALADA CON CHÍA
Ingredientes:
• Jitomate
• Piña
• Albahaca
• Semillas de chía
• Aceite, sal y pimienta
¿Cómo se prepara?
1. Rebanar los tomates en rodajas y picar la piña.
2. Colocar en un plato y servir con la albahaca y las semillas de chía.
3. Servir el aceite de oliva, la sal y la pimienta.
OMELETTE CON CHÍA
Ingredientes para dos personas:
- De 2 a 3 huevos
- 1 jitomate
- ¼ de cebolla
- 1 diente ajo pequeño
- 1 pimiento (verde o rojo)
- 2 cucharadas de chía
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva
- Leche descremada
- Queso en polvo
¿Cómo se prepara?
1. Batir los huevos en una tazón con un poco de leche, poner la sal y pimienta al gusto.
2. Agregar la chía, los pimientos y el jitomate en trozos, la cebolla y el diente de ajo finamente picados.
3. En una sartén ya con poco aceite vierta la mezcla de huevo con todos los ingredientes y espere a que cueza durante tres minutos aproximadamente.
4. Voltear con cuidado y repetir hasta que esté completamente cocido.
5. Agregar queso en polvo.