En entornos fríos, nuestro cuerpo tiende a realizar contracciones musculares involuntarias que incrementan el tono muscular. Estas contracciones consumen energía que se vuelve calor.
Ciudad de México, 03 de agosto (LaOpinión).- El metabolismo del cuerpo se activa cuando entrenamos en bajas temperaturas, una situación que nos trae beneficios más allá del ejercicio físico. A continuación hablaremos sobre por qué el metabolismo se hace más activo cuando entrenamos con frío.
EL INCREMENTO DE TEMPERATURA AL ENTRENAR CON FRÍO
Según un artículo del portal Cuídate Plus, el cuerpo eleva su propia temperatura para poder entrenar con frío, y esto lo hace gracias a la intervención del hipotálamo, una región del encéfalo que recibe información sobre la temperatura corporal desde todo nuestro cuerpo.
Si el hipotálamo percibe que nuestra temperatura corporal es baja, activará los mecanismos correspondientes para incrementarla y así protegernos. Estos mecanismos se manifiestan externamente mientras entrenamos en un entorno a bajas temperaturas.
El metabolismo se pone en marcha cuando entrenamos a bajas temperaturas, incrementando la secreción de diferentes hormonas desde la glándula tiroides. También se elevan las hormonas THR y TSH, que provienen directamente de la hipófisis, incrementando nuestra temperatura.
El incremento de temperatura no es el único mecanismo que activa nuestro cuerpo para defendernos de las bajas temperaturas.
En entornos fríos, nuestro cuerpo tiende a realizar contracciones musculares involuntarias que incrementan el tono muscular. Estas contracciones consumen energía que se vuelve calor.
La pérdida de calor se evita a partir de la vasoconstricción, esto es, el estrechamiento de los vasos sanguíneos para aumentar el paso del flujo sanguíneo, que es dirigido a la superficie corporal.
Otro recurso de nuestro cuerpo para entrenar con frío y evitar la pérdida de calor es la piloerección, o piel de gallina. Cuando el pelo de la piel se levanta, la capa de aire queda atrapada bajo el pelo, evitando la pérdida de calor.
En conclusión, entrenar con frío es una actividad que afecta positivamente a nuestro cuerpo y cuyos efectos pueden ser mantenidos en el tiempo si trabajamos de manera activa a favor de nuestra salud. Igualmente, debes tener ciertos cuidados al hacer estas prácticas, por lo que siempre es bueno contar con la asesoría de un experto.